Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) afirma que la pérdida del poder adquisitivo, medido desde 2016, alcanzó su pico más alto en septiembre de 2015. Desde ese momento la caída es del 8,71% si se toma a las consultoras privadas y del 7,43% si se la referencia en el IPC de la Ciudad de Buenos Aires.
En el texto difundido por el CEPA se detalla que Un cálculo sencillo permite estimar que la pérdida de poder adquisitivo desde el aumento de jubilación mínima de septiembre de 2015 al actual aumento es del orden del 7,43%. Del mismo modo que en la discusión del salario docente, en el mejor de los casos (si la inflación prevista por el gobierno se cumple) los jubilados de la mínima no pierden poder adquisitivo pero no recuperan nada de lo perdido a lo largo de 2016.
En tanto, si se analiza una serie más larga, utilizando para este ejercicio otro indicador de variación de precios (IPC Bein), se observa el mismo proceso: la pérdida de poder adquisitivo entre el aumento de septiembre de 2015 y el actual alcanza un 8,71%.
Para el CEPA si se mide a partir de septiembre de 2014, se observa que el poder adquisitivo de la jubilación mínima alcanza un pico máximo con el aumento de septiembre de 2015 (7,10% por encima del valor de septiembre de 2014). Como contracara, eso no se constata para 2016 en tanto los aumentos de marzo y septiembre de 2016 no logran continuar esta línea ascendente y, en efecto, se reduce en ambas instancias el poder adquisitivo respecto de los períodos anteriores.
Finalmente, se observa que con el actual aumento, las jubilaciones no recuperan poder adquisitivo manteniéndose en valores reales similares a los estimados para el aumento de septiembre de 2016. Vale indicar que desde el presente año se encuentra en vigencia la movilidad aplicable a las AUH que, del mismo modo que para las jubilaciones, continúa aumentando los valores en términos nominales pero en este período en particular no logra superar la inflación minorista registrada.