El congreso del PJ aprobó este jueves, en el miniestadio cubierto de Ferro, la decisión de constituir frentes electorales con otras fuerzas políticas. La autorización fue votada a mano alzada y por unanimidad por los 643 congresales presentes en las instalaciones del club de Caballito. Con ese número de representantes se había alcanzado un quórum muy holgado: el piso necesario para que lo resuelto tuviera validez era la mitad más uno -o sea 463- de los 924 congresales que integran el cuerpo. La votación fue festejada con aplausos, fervor y un optimismo que sin embargo no derivó en euforia.
El diputado nacional, ex gobernador de San Juan y actual presidente del partido, José Luis Gioja, fue el encargado de someter a consulta de los delegados presentes la intención de gestar una coalición lo más amplia posible. Tras lograr la aprobación, Gioja destacó que el mandato otorgado a la conducción partidaria tiene como objetivo convocar a todos los sectores opositores al macrismo para construir una coalición que trascienda largamente los límites del peronismo.
“Esta convocatoria está dirigida a todos los gobernadores. Al compañero (Sergio) Massa. A todos los que quieran ser parte de lo que tiene que ser el triunfo del 27 de octubre, para desplazar definitivamente a todo lo que sea Macri y sus acólitos de la Casa de Gobierno. Queremos invitar a todas las fuerzas que tengan como límite, como único límite, a todo lo que no esté teñido de amarillo. ¡Bienvenidos a un gran Frente Patriótico!”, señaló Gioja desde el estrado. En el escenario, a ambos costados, se veían dos gigantografías con la imagen de Evita: la omnipresencia de la mujer argentina del siglo XX más conocida en el mundo tenía que ver con la proximidad del centenario de su nacimiento y con otra fecha que se viene: el paro internacional del 8M y la concentración al Congreso convocados por el movimiento feminista.
Como en todo congreso partidario del peronismo, una de las incógnitas estuvo puesta en qué gobernadores y dirigentes con protagonismo y relevancia pública respondían al llamado oficial de las autoridades del PJ. La respuesta no sorprendió demasiado. No hubo ni un retroceso ni tampoco un avance vertiginoso respecto del último encuentro de este tipo. Como gobernadores en ejercicio estuvieron presentes el puntano Alberto Rodríguez Saá, que este año competirá con su hermano Adolfo y con el macrista Claudio Poggi por la gobernación de San Luis, y también el formoseño Gildo Insfrán. Insfrán, se sabe, es al mismo tiempo titular del congreso del PJ.
Pero la representación del peronismo de las provincias excedió largamente a San Luis y Formosa. En el congreso realizado en Caballito estuvieron presentes cuatro vicegobernadores del PJ –el chaqueño Daniel Capitanich, el sanjuanino Marcelo Lima, el santacruceño Pablo González y el santiagueño José Emilio Neder- y además hubo una fuerte participación de las delegaciones de otros distritos. De hecho, salvo por las jurisdicciones de Salta y de Córdoba, que no enviaron representantes, el resto de las provincias envió en tiempo y forma a cada uno de sus congresales. Eso permitió reunir a los 643 congresales que estuvieron presentes.
En el congreso también se hicieron ver dirigentes muy conocidos del arco político, sindical y territorial del peronismo. Entre los oradores se hicieron notar los diputados Agustín Rossi y Felipe Solá, ambos precandidatos presidenciales. Por el micrófono también desfilaron la intendenta de La Matanza, Verónica Magario; el actual titular del PJ bonaerense e intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray; el apoderado histórico del partido, Jorge Landau; el jefe comunal de Malvinas Argentinas, Leo Nardini; la diputada Cristina Álvarez Rodríguez; la ex alcalde de la ciudad de Paraná, Blanca Osuna; y el candidato a gobernador de Río Negro por el FpV, Martín Soria, con chances de triunfo según las encuestas.
Un momento inesperado del congreso ocurrió tras las palabras iniciales, cuando el presentador pasó el micrófono a la actriz Victoria Onetto, famosa por sus incursiones en la TV y el cine. Onetto es secretaria de Cultura del municipio de Avellaneda. Su padre -Manuel Belloni, militante peronista- fue asesinado en 1971 por la dictadura militar de Rodolfo Levingston. Onetto leyó un poema en homenaje a Evita escrito por el fallecido compositor y poeta José María Castiñeira de Dios, famoso por su adscripción al peronismo y creador de la consigna “Volveré y seré millones”, que se atribuye a Evita.
En cuanto al temario por tratar, la cita en Caballito tenía dos grandes cuestiones por resolver. La más importante, incluso la más esperada, era el otorgamiento de mandatos a Gioja e Insfrán –en tanto titular del partido y del congreso- para avanzar en la constitución de un frente electoral. A juzgar por los dichos de Gioja, la coalición opositora probablemente se termine llamando Frente Patriótico. El primero en proponer esa denominación fue el gobernador Rodríguez Saá, anfitrión hace un año de una convocatoria en la localidad de La Pedrera: aquella del eslogan “#Hay2019”.
Además, Gioja puso el foco sobre los cierres electorales en las provincias. Como se sabe, en la negociación final del peronismo y el kirchnerismo (el PJ más tradicional, por un lado, y Unidad Ciudadana, por otro; con la participación del massismo en algunos casos) se optó por la búsqueda de una ingeniería electoral que fortalezca las chances del peronismo para ganar gobernaciones. Es decir, se privilegió la unidad por sobre las diferencias. “En La Rioja, en Río Negro, en Entre Ríos, en Santa Fe, en Mendoza, ha habido unidad y en muchos casos hay olor a triunfo”, repasó Gioja sin ocultar su entusiasmo.
En otro tramo de su discurso, Gioja dijo que en Ferro estaban presentes los apoderados de otras fuerzas políticas. Lo más probable es que el PJ nacional articule el frente opositor con esos espacios. Eran el PTP (maoísmo), el Partido Intransigente y todas las agrupaciones –Kolina, Nuevo Encuentro, Partido de la Victoria- que integran Unidad Ciudadana.
El fantasma cada vez más factible del fraude
La segunda cuestión del temario que acaparó la atención del congreso quedó bajo responsabilidad de Landau. Abogado con décadas de experiencia en las cuestiones electorales, designado secretario letrado del Consejo de la Magistratura en 2017 –lo que lo obligó a delegar en la letrada Patricia García Blanco su patrocinio como apoderado del PJ-, Landau realizó igualmente un informe sobre los riesgos que encarnan los tres decretos reglamentarios en materia electoral que Mauricio Macri firmó en enero. Son los decretos 45, 54 y 55/2019.
Landau explicó que las amenazas con las que deberá lidiar el frente opositor son la habilitación del voto por correspondencia y con fecha anticipada para los argentinos que residen en el Exterior (una alternativa que no permite el control de los fiscales de cada uno de los partidos que compiten) y la aplicación del voto por correspondencia también para los argentinos privados de su libertad (que implica el mismo riesgo).
El peligro más grande, advirtió luego Landau, es la intención de la Casa Rosada de eliminar el uso del telegrama, el acta de apertura de la mesa de votación, y el certificado de escrutinio que se completa al cerrar el comicio. La administración de Macri pretende reemplazar toda esa documentación por escrito (que funciona como resguardo para los fiscales partidarios) por la simple transmisión electrónica de datos desde una terminal informática hacia el Correo. “Esto nos dejaría en una situación de absoluta indefensión”, avisó Landau con tono grave.
El abogado también recordó que hace unos meses el gobierno licitó la provisión de un nuevo software para efectuar esa transmisión de información: la empresa ganadora, la venezolana SmartMatic, trasladó su base a Gran Bretaña hace unos años. Algunas versiones la vinculan con la consultora Cambridge Analytica, de origen inglés. Cambridge Analytica es la empresa acusada de utilizar datos personales de Facebook recolectados a través de trivias (juegos que proliferan en las redes sociales) para incidir en los resultados de las elecciones.
Al finalizar el informe de Landau, los congresales aprobaron por unanimidad autorizar al equipo de abogados del PJ a que inicie “todas las presentaciones administrativas y judiciales que sean necesarias” para impedir que se concreten las reformas electorales propuestas por Cambiemos.
Un cierre con arengas
Cuando se terminaron los puntos del temario, llegó el turno de los discursos más políticos. Entonces se lucieron, ambos como precandidatos, tanto Rossi como Solá. El jefe del bloque del FpV-PJ en Diputados hizo una advertencia que disparó aplausos entre el auditorio: dijo que el frente nacional-popular no debe confiarse en que “los desaguisados económicos” de Cambiemos le darán casi automáticamente el triunfo. “Nosotros no vamos a ganar las elecciones por los defectos (de otros), sino que tenemos que volver a enamorar al pueblo argentino”, exhortó.
Rossi también dedicó un párrafo a denunciar el uso del Poder Judicial como “instrumento de persecución política a la dirigencia opositora”, para lo cual utilizó la definición “Comodoro Pus” en referencia a los Tribunales Federales de Retiro. En ese sentido, recordó una frase de las legisladoras de la Coalición Cívica Mariana Zuvic, Elisa Carrió y Paula Oliveto, quienes habían prometido investigarlo. “Ellas no investigan a nadie. Ellas usan información de los servicios de inteligencia”, cargó y enseguida se solidarizó por cuestiones similares con el diputado del Parlasur Eduardo Valdés.
Solá, otro precandidato presidencial presente en Ferro, hizo un discurso un poco más largo. El diputado y ex gobernador llamó a los congresales y a los afiliados que participaron del congreso a dejar de usar el cantito “vamos a volver” y la expresión “unidad hasta que duela”. “Dejemos de decir ‘vamos a volver’. Porque lo que viene no es una restauración, es algo nuevo”, subrayó.
Solá también aseguró que él, al recorrer el país, pudo comprobar que muchos argentinos no soportan más las políticas del macrismo pero que, al mismo tiempo, se muestran “atemorizados” por el eventual regreso de un gobierno parecido al de CFK. “La única verdad es la realidad, asumámoslo”, lanzó. “No pensemos en la unidad de los convencidos, sino en la unidad de los no convencidos. No busquemos peronizar a todos. Salgamos de la zona de confort. Y no digamos que buscar esa unidad nos duele. Al contrario, sumar a los que faltan está bueno, nos gusta, es lo que necesitamos”, planteó.