Estaban todos, o casi todos. Con una imagen de fortaleza y diversidad, una postal con la que se pretendía poner en primer plano el proceso de construcción de unidad, el peronismo de la provincia de Buenos Aires arrancó ayer su campaña. Fue en el predio deportivo del municipio de Avellaneda, en Villa Domínico. Hubo discursos importantes, se inauguró una pileta olímpica que será usada como lugar de entrenamiento para deportistas profesionales, se congregó mucha gente. El dato político más fuerte, sin embargo, fue la absoluta sintonía que mostraron los oradores al dar por sentado que la senadora Cristina Fernández será finalmente la candidata presidencial del principal espacio opositor. Porque eso fue lo que dejaron entrever, de modo explícito o con frases más sutiles, los dirigentes que se turnaron en el micrófono. Eran el diputado Fernando Espinoza, la intendenta de La Matanza Verónica Magario, su par de Lomas de Zamora Martín Insaurralde, el también diputado Axel Kicillof, su colega de la bancada Máximo Kirchner, y los exgobernadores Daniel Scioli y Felipe Solá. En sus respectivos discursos, pronunciados en ese orden, los cinco buscaron transmitir esperanza a la mayoría de la población, afectada por el ajuste y un deterioro angustiante de la vida cotidiana.
«No dejen que les quiten la autoestima. El 27 de octubre se van», fue el mensaje final de Máximo Kirchner. El diputado y fundador de La Cámpora quedó a cargo del cierre de una jornada que había empezado dos horas antes, a unos 50 metros, en el estreno de la piscina con los reglamentarios 50 x 25 metros, que se construyó por sugerencia del atleta paraolímpico Ariel Quassi, vecino de Avellaneda. Quassi es multimedallista e integrante del seleccionado nacional de natación. Durante la inauguración se escucharon las palabras del intendente anfitrión, Jorge Ferraresi, y de dos diputados que comparten la condición de haber gobernado la provincia de Buenos Aires: Daniel Scioli y Felipe Solá.
La convocatoria hasta Villa Domínico tuvo, por otro lado, un alto nivel de asistencia. La intención de ampliar las bases de la coalición opositora se reflejó en las caras que coincidieron en las instalaciones deportivas del municipio. Se pudo ver a buena parte de los intendentes del peronismo, entre ellos algunos que formaron parte del Frente Renovador y luego regresaron. La vocación por la unidad, que pone el eje en el futuro y no en las diferencias del pasado, fue ratificada desde el escenario por Máximo Kirchner. «Lo importante no es cómo votó cada argentino en 2015 sino en cómo va a votar en agosto y en octubre», exhortó con especial énfasis ante una multitud sobre la que flameaban banderas de las agrupaciones kirchneristas.
El ala gremial estuvo representada por Hugo Moyano (Camioneros), Hugo Yasky (CTA), Walter Correa (Curtidores), Carlos Ortega (Secasfpi), Roberto Baradel (Suteba) y Hernán Escudero (Sadop). Como primer hecho político electoral del año, el acto mostró la disposición de sumar aliados otrora impensados. A la par de legisladores como Andrés Larroque, Leopoldo Moreau, Eduardo «Wado» de Pedro, Laura Alonso y Carlos Castagneto caminaban Victoria Donda y Daniel «Chuki» Menéndez, de Somos y Barrios de Pie, Leo Grosso y Fernando «Chino» Navarro, del Movimiento Evita, y el economista Itaí Hagman, de Patria Grande, el espacio que lidera Juan Grabois. Los exadversarios se intercambiaban abrazos y bromas.
En el primer tramo del acto, parado casi sobre un trampolín de la pileta, Solá se permitió hacer una advertencia. «Acá estamos los que estamos unidos. Esta es la unidad de los unidos pero tenemos que ir por muchos más para ganar las elecciones. Cada uno de ustedes nos tiene que ayudar para convencer a la gente que está destruida por lo que estamos viviendo», pidió con aire reflexivo. Scioli, también precandidato a presidente, llamó a construir «la unidad de los trabajadores, jubilados, clase media, empresarios, jóvenes y mujeres de la Argentina».
El final del encuentro, ya al aire libre y en un mediodía de sol que parecía verano, encontró sobre el mismo escenario a los cuatro principales precandidatos para la gobernación: Espinoza, Magario, Insaurralde y Kicillof. El primero recordó el programa Conectar Igualdad, de distribución gratuita de laptops, para mencionar a «nuestra gran presidenta» (por CFK) y acotar: «Queremos que sea nuestra próxima presidenta». Magario y Kicillof dedicaron sus párrafos más aplaudidos a criticar a María Eugenia Vidal. «Que se deje de esconder detrás de la TV y que venga a caminar los barrios», desafió la intendenta de La Matanza. A su turno, el diputado y exministro de Economía rebautizó a la gobernadora «María Eugenia Virtual, porque gobierna por Twitter» y recordó que mantuvo cerrados cinco hospitales que ya estaban listos para entrar en funcionamiento. «