Hay un sector del peronismo que viene haciendo grandes esfuerzos por sintonizar con sectores de la sociedad que mayormente rechazan al justicialismo, con distintas intensidades y posturas ideológicas. La foto que protagonizaron Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y Juan Schiaretti intentó darle volumen, corporizar, a esta vertiente que tiene como principal apuesta seducir a los sectores sociales que votaron por Mauricio Macri en 2015 y en 2017. La intención no es atraer sólo al voto «blando» de Cambiemos, habitado por ciudadanos que creyeron que el actual presidente implicaría un cambio de estilo pero que preservaría muchas de las políticas del gobierno anterior. El objetivo del peronismo conservador parece ser el núcleo duro del macrismo. A esto hay que sumarle que las señales también se dirigen a sectores del establishment que están buscando un reemplazo ante el fracaso del oficialismo actual.
Esta introducción sirve para hacer un sobrevuelo en las causas por las que este sector del peronismo rechaza, por ahora, un intento de unidad con el kirchnerismo y cuáles son sus objetivos de acumulación electoral. La encerrona en la que parece haberse metido esta vertiente del «peronismo perdonable», en términos asistianos, es que los sectores a los que intenta atraer no le responden. Es un «amor» no correspondido.
Una encuesta que circuló esta semana confirma la tendencia. Es del consultor Raúl Aragón. Midió uno de los territorios en los que más abunda el rechazo visceral al justicialismo, la ciudad de Buenos Aires. Los datos que ilustran la dificultad son los que miden la aversión, más que la adhesión. La encuesta tiene la siguiente pregunta: «Si estos dirigentes fueran candidatos, ¿usted los votaría?». Una de las respuestas que podría sorprender es que la dirigente con menos oposición, dentro de los peronistas que figuran como opción, es CFK. El 68,7% dijo que no la votaría. Claro que es una cifra altísima, pero en un distrito en el que, se dijo antes, el peronismo es muy mal visto. Al preguntar por el senador Miguel Ángel Pichetto, el rechazo subió al 75,6%; en el caso de Juan Manuel Urtubey fue del 72,3%; y en el de Sergio Massa, del 69,4%, es decir que también es superior al de la expresidenta.
«Lo primero que habría que preguntarse es con quién pretenden sintonizar», dijo Hilario Moreno, de la consultora Dicen. «Apuntan al núcleo duro de Macri y ahí está el presidente. Esa apuesta parecería apuntar a que el macrismo se caiga y heredar a esa gente. Es un poco extraña. La otra es la famosa avenida del medio. A mi manera de ver, las dos identidades políticas definidas en la Argentina son la peronista-kirchnerista y la antiperonista. Este sector parecería apostar a un supuesto tercio del centro, que es muy heterogéneo y por eso muy difícil de representar. El derrotero de Massa lo muestra. Ha ido perdiendo votos en cada elección. Es un centro posicional, no es programático. En ese tercio que no se identifica fuertemente con alguno de los otros polos hay personas que están a la izquierda del kirchnerismo y otros a la derecha del macrismo». «Urtubey –agregó Moreno– es peronista para los macristas y macrista para los peronistas. Pichetto recién se instala, no es muy conocido. Massa es el único que tiene algún brillo propio y es el que más mide, aunque no pasa del 10 por ciento. Y su dificultad sigue siendo el no lugar. No queda claro a quién representa».
El coordinador del Observatorio de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Carlos De Angelis, tuvo una mirada similar. «Hay un núcleo duro de 30% que va a votar a Cambiemos aunque la situación económica empeore. Falta poco para el año electoral. Ese electorado, a mi criterio, no va al peronismo. Los 20 puntos que el presidente sumó en 2015 entre la primera y segunda vuelta, que ya los perdió, por qué votaría al peronismo federal si proponen más o menos lo mismo que Macri. Todo el mundo sabe por dónde van Cristina y Macri. En cambio, de este grupo no sabemos qué es lo que quieren. Eso es muy complicado».
Son los dilemas de la angosta avenida del medio. «