La foto que los reporteros gráficos registraron el jueves pasado en el quincho de Matheu 130, sede nacional del PJ, fue festejada con alegría y hasta con una euforia apenas contenida. La postal reflejó la ampliación de la mesa de acción político-partidaria. Se sumaron tres gremialistas muy representativos de la actualidad del movimiento obrero: Hugo Moyano (Camioneros), Héctor Daer (Sanidad) y Ricardo Pignanelli (SMATA). El titular del justicialismo, José Luis Gioja, estuvo atento a los detalles. Sentó a Moyano y a Daer en primera fila y a la misma distancia de su asiento: tres sillas a izquierda y derecha, respectivamente. La presencia en el mismo evento de uno de los jefes políticos del Frente Sindical para el Modelo Nacional (Moyano) y de uno de los dos triunviros de la CGT (Daer) reflejó el fortalecimiento de la estrategia de la unidad con la potencia de las imágenes que no necesitan explicarse con palabras. Lo que avanza es, sin duda, el frente electoral de la oposición al macrismo. Un frente que estará constituido por un amplio arco de partidos, entre ellos el PJ, y que probablemente se termine llamando Frente Patriótico.
El entusiasmo de la dirigencia del peronismo se debe, sobre todo, a la constatación de una serie de hechos. Dirigentes de espacios políticos y sindicales con historias enfrentadas, que representan líneas opuestas del conglomerado panperonista, se muestran cada vez más dispuestos a integrar un mismo frente opositor. Un espacio único. Ese proceso colectivo, de hecho, está funcionando como un imán. Dicho de otro modo: la idea de la unidad atrae con la fuerza centrípeta de lo que representa poder (actual y futuro). Es una ley física. Y nadie quiere quedar afuera.
El propio Gioja encontró una fórmula para describir lo que está pasando. «Cuando vos vas generando y juntando volumen político, empiezan a aparecer actores que quieren jugar ahí y eso es bueno. Es bueno porque el objetivo de la oposición es tratar de que no haya más Macri a partir del año que viene. Y para que eso pase, hay que juntarse. Poner 20 o 21 principios básicos para coincidir y acordar reglas de juego claras», subrayó, en diálogo con Tiempo.
El ensanchamiento del polo opositor se consolida con la incorporación de dirigentes que representan sectores diversos de la sociedad. El próximo capítulo en ese sentido lo protagonizará Hugo Yasky. Peronista desde que asumió la tarea sindical, el secretario general de una de las CTA se sumará en breve a la mesa de articulación del PJ. Ese grupo de dirigentes conforma una suerte de equipo. Lo encabeza el exgobernador de La Pampa, Rubén Marín. Su principal tarea para los próximos meses será establecer las reglas de juego para la definición de las candidaturas.
Otra misión importante, potestad de Gioja, será convocar al congreso del PJ para que apruebe la integración en una coalición electoral: el Frente Patriótico. El órgano deliberativo del partido, se sabe, debe pronunciarse para aprobar y darles validez a las decisiones trascendentes. «Lo haremos en los primeros meses de 2019», detalló Gioja.
Circula la propuesta de que el frente opositor en gestación adopte, mediante carta orgánica, el sistema D’Hont de reparto proporcional sin piso o con un piso mínimo muy bajo. La importancia de esta determinación no es burocrática o administrativa. Significa que el criterio para ubicar nombres en una eventual lista de diputados se corresponderá, proporcionalmente, con el voto que obtenga cada sector o corriente interna en la PASO. Por lo que no surgirá de un escritorio.
Durante el encuentro del jueves en Matheu 130 fue el diputado nacional y precandidato a presidente Agustín Rossi quien planteó la necesidad de implementar el sistema D’Hont sin piso o con piso bajo. Esta alternativa puede tentar a los dirigentes con proyección electoral que hasta ahora se movieron con independencia de la estructura oficial del PJ. Por el contrario, si la lista se definiera en una mesa, estos referentes podrían sentirse forzados a autoexcluirse del gran frente opositor. «El sistema D’Hont es lo más justo. Cada uno de los que participe tendrá la representación acorde a lo que obtuvo en la PASO», ratificó Rossi cuando Tiempo lo consultó por este punto.
El diagnóstico que circula en Matheu 130 es que en la próxima elección se juega el retroceso definitivo a la Argentina preperonista. Eso explica por qué Cristina Fernández evaluará hasta último momento si está en condiciones de ser candidata presidencial. Y también por qué la propia CFK, Moyano y otros nombres de la oposición tienden permanentemente puentes con el exdiputado Sergio Massa, jefe del Frente Renovador. «No descarto que Massa pueda sumarse a un frente de unidad», deslizó ayer Oscar Parrilli, titular del Instituto Patria, en diálogo con FM La Patriada.
Otro nombre que circula en los cuarteles nac-pop es el de Daniel Scioli. Así, junto con Rossi, Alberto Rodríguez Saá, Felipe Solá, Axel Kicillof y eventualmente Massa o el gobernador sanjuanino Sergio Uñac, se van definiendo los apellidos de la gran primaria presidencial que buscará destronar a Cambiemos. «