En el marco de la Audiencia General en el Vaticano, el Papa Francisco dialogó con los cofundadores del movimiento global Deuda x Clima, Juan Pablo Olsson y Esteban Servat, y dio su apoyo a esta campaña que reclama la anulación de las deudas financieras ilegítimas impuestas a los países en desarrollo para permitir una transición justa en un contexto en el cual la grave crisis climática y ecológica se profundiza a nivel mundial, junto a la grave crisis de la deuda en la mayoría de los países del Sur Global.
“Gracias por su trabajo uniendo a la gente. Sigan el legado de Alcira Argumedo, fue una gran mujer. Tienen mi apoyo”, señaló el Pontífice en la Plaza San Pedro del Vaticano, aludiendo a la socióloga latinoamericana, quien fuera inspiradora de la campaña global.
“El Papa Francisco tiene un destacado liderazgo a nivel global en la agenda de Justicia Social y Justicia Climática. También es un referente principal en el reclamo de la Deuda Ecológica que el Norte Global tiene con el Sur Global y tiene clara conciencia de cómo las deudas financieras ilegítimas afectan las economías de los países en desarrollo, en el contexto de la grave crisis climática y ecológica”, señaló Juan Pablo Olsson, sociólogo ambientalista, cofundador de Deuda x Clima y coordinador en América Latina de la Internacional Progresista.
«Nuestros países del Sur padecen deudas ilegítimas de billones de dólares y pagan cientos de miles de millones por año sólo en intereses. Esto les impide financiar una adaptación a la crisis climática y los obliga a profundizar el extractivismo para pagar los intereses de la deuda. La anulación de esas deudas financieras liberaría fondos que se necesitan urgentemente para financiar una transición energética justa y conllevaría un avance climático sin precedentes que beneficiaría a toda la humanidad», dijo Esteban Servat, científico argentino radicado en Alemania y cofundador de Deuda x Clima.
Ante este alarmante escenario, el FMI y el Banco Mundial pretenden avanzar con su agenda de mayor endeudamiento con el objetivo de profundizar un sistema de explotación de recursos que poseen los países del Sur Global, en beneficio de las corporaciones y las potencias del Norte Global, pretendiendo imponer una agenda neocolonial que condena a esos países ser territorios de sacrificio y poblaciones descartables. El caso de argentina es un ejemplo de estos procesos de endeudamiento: nuestro país tomó un préstamo de alrededor de 44 mil millones de dólares que no se destinaron a la Argentina, sino que fueron destinados a la fuga de capitales. A la vez, significó el mayor préstamo en la historia del FMI y ahora Argentina está pagando no sólo la deuda, sino los mayores intereses históricos de la duda. De esta forma los países del Sur quedan condenados a profundizar la explotación fósil, a profundizar el extractivismo para pagar la deuda contraída y los leoninos intereses impuestos en las negociaciones.
Mientras los países desarrollados del Norte Global son los responsables de las mayores emisiones de gases de efecto invernadero, los países del Sur Global son quienes más a van a padecer las consecuencias del calentamiento global. Se estima que, sólo en la próxima década, el calentamiento global llevará a entre 32 millones y 132 millones de personas más a la pobreza extrema, mientras que también pondrá en peligro la alimentación mundial y aumentará la incidencia de la mortalidad relacionada con el calor, las enfermedades cardíacas y los problemas de salud mental. Actualmente, entre 3 mil 600 millones y 4 mil millones de personas viven en países altamente vulnerables a los impactos climáticos, con puntos críticos globales concentrados América Latina y el Caribe, las islas del pacífico, África y el sudeste Asiático.
El movimiento Deuda x Clima insiste en la urgente necesidad de avanzar en una agenda de justicia social para el Sur Global, para evitar estas graves consecuencias sociales y ambientales de en sus países. Existe el antecedente histórico de la anulación de la Deuda de Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial, para posibilitar su recuperación económica. El interrogante que surge es: por qué si fue posible para la Alemania de posguerra, no es posible para los países más empobrecidos y vulnerables del planeta.
Por otra parte, los cofundadores del movimiento global mantuvieron también una reunión con referentes de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF por sus siglas en inglés) para conversar sobre la articulación de una agenda de trasporte sustentable y una posible articulación de los trabajadores a nivel mundial, con los movimientos climáticos, sociales, pueblos indígenas, científicos y movimientos feministas, para construir una unidad de reclamos por el reconocimiento de la deuda ecológica de los países desarrollados y por el pedido de anulación de las deudas del Sur Global ante la crisis climática y ecológica.