«Es un hecho simbólico ingresar al PAMI, donde fue el primer trabajo de mi mamá, en 1972. Es reparador”, resume María José Luján Mazzuchelli, con una larga trayectoria en el sistema de salud. Junto a ella está María Victoria Ventura, abogada. Son hijas de María Cristina Mazzuchelli, asesinada en Córdoba, y Carlos Marcelo Ventura, secuestrado en La Plata, dos de los 8 trabajadores y trabajadoras de ese organismo detenidos – desaparecidos durante la última dictadura.
Las dos mujeres participaron este miércoles por la tarde de una breve ceremonia en la que la directora ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, formalizó su designación en uno de sus primeros actos de gestión, en el que también participaron el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas.
“Estamos muy emocionados, en términos individuales pero también en términos políticos, porque es volver a hacer algo que quedó trunco después de 2015”, señaló Volnovich, quien recordó que en esta “reconstrucción” que realizan del PAMI, una parte central es el compromiso con los trabajadores y con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
“Es conmovedor”, sostuvo sobre las historias de ambas jóvenes y recordó que a ella le tocó vivir esa historia desde otro lugar, ya que nació en Brasil, durante el exilio de sus padres en la última dictadura.
“En esta reconstrucción que estamos haciendo de PAMI, que incluye la atención a nuestras personas afiliadas, también queremos cuidar a la comunidad de trabajadores. Por eso es un orgullo no solo individual sino colectivo la incorporación de María José y María Victoria”, agregó.
La historia de ambas incorporaciones tiene ya varios años. Como parte de la iniciativa de la ‘Comisión de trabajo por la reconstrucción de nuestra identidad’, en 2014 se repararon los legajos de sus padres, que habían sido despedidos por no presentarse a trabajar, y se dejó constancia que la interrupción de la relación laboral fue consecuencia del Terrorismo de Estado.
En ese momento ambas pidieron ingresar al organismo, amparadas en una resolución interna que les da prioridad para ser contratadas, pero el expediente quedó frenado por las autoridades que asumieron durante el gobierno de Mauricio Macri.
Con esta decisión política, las dos jóvenes se incorporarán en las próximas semanas a la Gerencia de Control de Gestión Social, en el Nivel Central del PAMI.
Las historias
María José Luján es hija de María Cristina Mazzucchelli, militante de Montoneros y trabajadora de PAMI, quien fue asesinada a los 25 años durante un operativo represivo en Córdoba el 26 de septiembre de 1976. Trabajaba en la obra social como tabuladora del área de Control de Información pero por la persecución que sufría se pidió licencia para mudarse a Córdoba, donde militaba su compañero Jesús Luján.
Durante el operativo, María Cristina logró poner a salvo a su hija, que fue llevada por unas horas al Centro Clandestino de Detención La Perla y luego devuelta a su familia paterna. Su padre Jesús María Luján fue asesinado tres años después, en 1979.
María Victoria Ventura es hija de Carlos Marcelo Ventura, desaparecido a los 27 años en Buenos Aires. Trabajaba en el área de prestaciones médicas de PAMI La Plata, junto con su compañera Gladis Cardacci. La pareja, que tenía dos niños pequeños (Marcelo y María Victoria), se vio obligada a vivir en la clandestinidad, después de que en 1976 un comando irrumpiera en la oficina del Instituto.
Carlos fue secuestrado el 28 de marzo de 1977 y Gladis fue forzada al exilio interno junto con sus hijos. Volvió a prestar servicios en PAMI bajo la presidencia de Néstor Kirchner hasta su jubilación.