El viernes, tras cuatro horas de reunión en el despacho del presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, funcionarios, gobernadores y diputados opositores acordaron una compensación extra para los jubilados y destrabaron el tratamiento de la reforma previsional.
Las promesas tiradas sobre la mesa por los funcionarios incluyeron que no habrá Gendarmería en la zona del Congreso el día de la sesión y la firma de un decreto que les otorgue a los jubilados un paliativo para la pérdida de poder adquisitivo que sufrirán con el cambio de la fórmula para actualizar sus haberes. Ambos puntos fueron claves para garantizar que el proyecto se trate mañana en Diputados.
La sesión será especial y tendrá el mismo temario que el oficialismo intentó llevar al recinto el último jueves. En principio, más allá de la ausencia de Gendarmería, habrá un operativo policial fuerte desde poco antes del mediodía, pese a que la convocatoria al recinto está fijada para las 14 horas.
Los ministros de Interior, Rogelio Frigerio, y de Hacienda, Nicolás Dujovne, se comprometieron ante los gobernadores y diputados a impulsar, mediante un decreto posterior a la sanción de la ley, un incremento extra que totaliza 4000 millones de pesos, a desembolsar por única vez. El aumento alcanzará a los jubilados que cobran menos de 10 mil pesos y al 100% de los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Para despejar cualquier duda y no volver a sufrir bajas de último momento, los mandatarios sellaron el acuerdo en un comunicado que confirma el compromiso de «garantizar la presencia de los diputados nacionales de las distintas fuerzas políticas por ellos representados, tanto para la constitución del quórum como para la aprobación del temario».
Más allá de lo planteado en el texto, lo cierto es que la manera en que responden los diputados a los gobernadores fue parte de la discusión. En el momento más tenso de la reunión Frigerio increpó en un tono elevado a los gobernadores por no poder garantizar la presencia de sus diputados en el recinto. El primero en recoger el guante fue el salteño Juan Manuel Urtubey. «Yo soy un gobernador sin diputados. Yo tengo senadores», le dijo el salteño a Frigerio en tono de pocos amigos.
Desde ya que el más beneficiado por ese cruce fue el diputado salteño Pablo Kosiner, exministro de Urtubey, que preside el Bloque Justicialista y que logró plasmar cierta independencia a la hora de las negociaciones. Así las cosas, el esquema planteado por el gobierno nacional luego del recambio parlamentario en torno a negociar sólo con gobernadores e imponer el número en el Congreso parecen esfumarse.
En ese marco, la participación de siete diputados del interbloque Argentina Federal y del Bloque Justicialista, que iban a dar quórum en la sesión fallida y sobre la hora cambiaron de parecer, es una clara señal de que el lunes estarán en sus bancas.
Por eso, al término de la reunión fue el propio Kosiner quien acompañó a los oficialistas Nicolás Massot y Mario Negri a la conferencia de prensa en la que se anunció el acuerdo. «Después de una larga jornada de trabajo hemos llegado a un acuerdo para que los jubilados no salgan perdiendo, creando un beneficio adicional de compensación», dijo Kosiner flanqueado por los referentes oficialistas y dejó en claro que, más allá de lo que pase en Casa Rosada, la negociación también tendrá que pasar por el Congreso.
En el mismo comunicado «el Poder Ejecutivo Nacional se comprometió, con el acuerdo de los gobernadores, a dictar luego de la sanción de la ley un decreto que asegure un beneficio adicional para jubilados y pensionados con haberes inferiores a los 10 mil pesos y beneficiarios de la AUH».
La nómina de los gobernadores que asistieron ayuda a dispar las dudas sobre el quórum y la aprobación. Del encuentro participaron los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy), Juan Manuel Urtubey (Salta), Domingo Peppo (Chaco), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Omar Gutiérrez (Neuquén),
En ese contexto y según transcendió después del encuentro, los salteños y entrerrianos que estuvieron ausentes el jueves no sólo darán quórum sino que votarán a favor del proyecto. Con la sola presencia de esos cinco diputados a la hora de comenzar la sesión, el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, no tendrá inconvenientes en habilitar el debate.
Más allá del acuerdo con los gobernadores, buena parte de la oposición no modificará su postura. El Frente para la Victoria, la Izquierda y algunos de los miembros del interbloque Argentina Federal, como Diego Bossio, mantendrán el rechazo. «