El gobierno nacional creó el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), que funcionará en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Social y asumirá las atribuciones que hasta hoy tenía el Consejo Nacional de la Mujer, a cargo de Fabiana Túñez. Según un comunicado de #ahorainam, la promesa es de más autonomía y capacidad de acción, que según el nuevo instituto refleja un cambio histórico en cuanto avances sociales, aunque nada dice acerca del Presupuesto de ejecución.
Al momento, se espera el comunicado oficial del Consejo Nacional de las Mujeres que todavía no ha difundido la noticia para dar a conocer el traspaso de atribuciones cuyo personal no se vería afectado con la medida. La novedad se desprende del decreto 968/2017 con membrete de la Agencia Nacional de Discapacidad, publicado en el Boletín Oficial de este miércoles.
El escrito oficial señala que el nuevo organismo asumirá las principales líneas de acción del diseño de políticas públicas, además «de la propuesta de las políticas públicas de protección integral para prevenir y erradicar la violencia y discriminación contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales».
La medida fue celebrada por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género que destaca descentralización y autarquía. Sin embargo, el hecho de que la institución dependa del Ministerio de Desarrollo Social abrirá un nuevo debate que no será menor en ningún colectivo, organismo, institución que trabaje por la igualdad de género. El Equipo especifica: «El organismo se crea en la esfera del Ministerio de Desarrollo Social, lo que indica que se conciben las políticas para la igualdad de las mujeres como políticas sociales. Esto podría restringir el tipo de abordaje que tendrá en la lucha por la erradicación de la desigualdad por motivos de género, que requiere una articulación con las políticas sectoriales propias de áreas como el empleo, la participación política, el acceso a la salud y la educación, por nombrar algunas. La desigualdad de género se expresa de diversas maneras, tiene múltiples causas y su erradicación supone políticas integrales que compelen a distintos ministerios dentro del Poder Ejecutivo, y no solo al Ministerio de Desarrollo Social. El desafío de coordinar y articular todas las políticas estatales vinculadas con la promoción de la igualdad de género y los derechos de las mujeres será un desafío para el INAM, tal como lo fue para el CNM.
Si bien aún el Ejecutivo no informó a quién designará en la dirección del instituto, con rango y jerarquía de secretaría, recordó las competencias y la convenencia del traspaso, aunque tampoco dio precisiones de esto. Señala: «Compete al Ministerio de Desarrollo Social ‘entender en la formulación de las políticas de promoción social destinadas a la juventud y al género'» y en tal sentido consideró «conveniente transferir» a la cartera que maneja Carolina Stanley «las competencias que hoy ejerce el Consejo Nacional de las Mujeres».
El Ejecutivo tampoco aclaró en qué sentido es conveniente esta transferencia ni los motivos de la misma, pero señaló que «el Estado Nacional ha demostrado un fuerte compromiso con los derechos de las mujeres frente a toda forma de discriminación y violencia, siendo uno de sus objetivos prioritarios de gobierno». En los fundamentos de la norma también remarcó la concreción del «fuerte compromiso con los derechos de las mujeres frente a toda forma de discriminación» vinculados a la violencia y la discriminación contra la mujer.
Más allá de las atribuciones que asumirá el INAM, las preguntas por el Presupuesto todavía están sin responder y las imprecisiones son evidentes en este nuevo escenario. ¿Cuánto se lleva gastado? ¿El instituto tendrá autonomía presupuestaria para dar explicaciones de los presupuestos y de los gastos del dinero? La clave, en todo caso, tendrá que ver con el otorgamiento de una jerarquía y tendrá relevancia suficiente como para que suban o no el presupuesto.