Este viernes, bajo una persistente lluvia de otoño, Juan Grabois arrancó formalmente su campaña como precandidato presidencial. Competirá «dentro o fuera» del Frente de Todos, si es necesario, según aseguró en el discurso de dos horas que ofreció ante un estadio colmado de militantes de distintas organizaciones sociales y políticas. Entre el público lo escuchaban invitados de casi todos los espacios que integran el oficialismo, salvo del Frente Renovador que lidera Sergio Massa. El ministro de Economía fue uno de los mayores destinatarios de las críticas del dirigente del Frente Patria Grande.
Antes de presentar su plataforma de propuestas, bajo la marca «Argentina Humana», Grabois planteó una serie de definciones que anticipan sus movimientos dentro de la coalición panperonista. Todavía no está claro si la ausencia de Cristina Kirchner en la boleta desembocará en la definición de las candidaturas mediante un acuerdo de unidad o si se resolverán mediante primarias. Así como Grabois dijo en diciembre que ella no competiría este año, en el acto aseguró que habrá PASO en el FdT.
La convocatoria estaba prevista para las 18 en el Estadio Etchart de Ferro, en el barrio porteño de Caballito. Grabois subió al escenario casi dos horas después. Lo hizo cuando el auditorio estaba repleto. Lo precedió la legisladora porteña Ofelia Fernández, una de las dirigentes más jóvenes de ese espacio varipinto. «El campo nacional y popular no tiene un problema con lo que somos, sino lo que intentamos parecer. Ellos nos narran y nosotros les creemos. No vas a encontrar a compañeros y compañeras diciendo que son unos vagos, pero vamos a pasar cuatro años auditando las policías sociales y contandole las costillas a los pobres«, lanzó en un mensaje directo al presidente Alberto Fernández. «Todo lo que callamos les permite a ellos discutir cualquier barbaridad cada semana», se quejó, en referencia al tratamiento que tienen las organizaciones sociales por los medios.
Luego hizo una breve caracterización preliminar para el lanzamiento: «Tenemos una democracia condicionada por el FMI, en lo económico , por el Partido Judicial, en lo político, pero no cometamos el error de conocer nuestros obstáculos, pero olvidarnos que nos atacan porque expresamos un sueño que no es tan loco como dicen», arengó.
Con la ovación de la arenga para Ofelia, Grabois se subió al escenario y la abrazó. El reloj marcó las 19.50 y seguía lloviendo. «Quiero responder a la mística de este encuentro, a la fuerza de esta militancia con una primera definición: esto no es un simulacro. No estamos jugando al truco. Acá hay un candidato a presidente«, dijo, y estallaron los asistentes en aplausos. «Vamos a hacer realidad lo que Cristina dijo que era su gran esperanza: los hijos de la generación diezmada vamos a tomar la posta junto a los nuevos descamisados y las nuevas generaciones. Vamos a garantizar una opción política y un programa de gobierno verdaderamente transformador y revolucionario. Vamos a ganar las PASO porque va a haber PASO y vamos a protagonizar la batalla contra la derecha neoliberal que está esperando con el cuchillo entre los dientes», aseguró.
Durante las dos horas de su discurso a veces hablo como dirigente social y en otros momentos como precandidato presidencial. En varias oportunidades reconoció que estaba todavía entre los dos roles, pero el arranque le sirvió para delimitar por dónde se van a mover en la campaña y con quiénes confrontará dentro del FdT, pero sin perder de vista que son aliados.
Como tarea principal de orden político, Grabois propuso que «el movimiento nacional deje de estar secuestrado por administradores de la realidad, equilibristas del poder y neoliberales mal disfrazados». Fue uno de los primeros embates discursivos contra Massa y el presidente. Para diferenciarse insistió que el peronismo debe recuperar «su tradición latinoamericanista, distribucionista y popular. El movimiento no puede ser lo que en medicina se llama: extrocardia, tener el corazón a la derecha, en el lugar equivocado. No puede estar el corazón a la derecha. Eso es una enfermedad del movimiento nacional. Si la sigue padeciendo se nos va a morir, porque como dijo Evita será revolucionario o no será. Que el corazón del movimiento nacional vuelva a donde corresponde», reclamó.
En ese momento aprovechó para criticar a la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, que el jueves buscó responderle a la marcha piquetera con una crítica sobre la presencia de niños y niñas con sus padres. «Qué feo que se equivocó la ministra, que terrible esa frase, «con los chicos no», ¡Se la dice a las mamas y a los papas y los trabajadores de los comedores cuando tenemos al 60% de los chicos pobres!», le contestó a la funcionaria, una de las más cercanas al presidente.
Respecto al rol de los movimientos sociales y su intervención en esta campaña electoral, Grabois opinó que «los movimientos populares no son una opción, ni una oposición a un gobierno. Es la oposición permanente a un sistema de exclusión que no va a terminar ni en una elección, ni en dos ni en tres». Luego recordó un diálogo que tuvo con la vicepresidenta. Contó que le dijo: «El kirchnerismo fue padre de los movimientos populares». «No Cristina, le contesté, el kirchnerismo es hijo de esas luchas populares de la sangre de Maxi y Darío. Eso no le saca merito a nadie, todo lo contrario», aclaró.
Para explicar el posicionamiento de su candidatura puso a prueba una definición sobre la vicepresidenta. «Cristina es la madre política de muchos militantes, pero yo tengo otra madre, que son las barriadas, la calle y el movimiento social. Cristina es como una tía, que la conocí cuando el viento corría para otro lado. Parece una metáfora degradatoria, pero no lo es, las tías son lo más y a mí me encanta mi tía política», detalló. Fue el preámbulo para explicar con quiénes comparte una mayor cercanía política y con quienes no.
«A los hijos políticos de esa madre, todo el respeto, sean de La Cámpora, de lo que sean, con la tía y con los primos no se compite. Que nadie permita que le entreguemos el poder a los que la maltrataron, la repudiaron y la iban a meter presa. El problema es el veletismo politico (…) Tres veces equivocarnos, no. Con dos ya estuvo bien. Cada tanto la tía elige mal, elige a quienes la cagan, esto no es nuevo. No hay problema con Sergio Massa como aliado, pero no me pidan que piense que es de la familia», remarcó
Grabois, en una crítica al tigrense y por su intermedio al presidente y a Cristina. El mensaje también incluyó un guiño al ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, que también construye su candidatura. En otro tramo también le agradeció al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por su respuesta ante distintos reclamos. Fue otro gesto de distensión sin decir que el mandatario también podría encabezar la boleta si Cristina se lo pide.
«Confío en que Cristina va a lograr el trasvasamiento generacional. No se ayuda a la compañera diciendole sí a todo. Yo no tengo problema con los aliados, pero no nos pidan que nos encuadremos sin luchar. Queremos que nos dejen competir. O estamos representados en la fórmula y en el programa de gobierno, o vamos a las PASO o vamos por afuera», definió. “A los primos como Wado, Máximo y Axel nos vamos a poner de acuerdo, no tengo dudas”, sostuvo.
«Tenemos un proyecto de pais y vamos a pelear por ese proyecto de país. Ella sabe que tiene los votos, pero también sabe que esta mafia a la que nos enfrentamos es capaz de todo. Después de buscarla a ella nos van a buscar a nosotros, porque somos un grano en el pie. No van allegar porque vamos a ganar. Si Cristina no es candidata, es porque no supimos dar una batalla contra la mafia economica y judicial», se autocriticó. «Además de los primos y las primas, estaban los que especulaban porque ella tiene votos. Los votos van y vienen, lo que no se va nunca es el amor del pueblo. Nosotros no queremos a Cristina porque tiene los votos; nosotros queremos a Cristina porque tiene el corazón del pueblo y nuestro corazón porque se la jugó. Muchos me escucharon decir durante estos meses que Cristina no iba a ser candidata. No soy el más inteligente del mundo, pero tengo olfato. Cristina es de una sola pieza, dice a y hace a”.
Luego volvió a pegarle al dirigente del Frente Renovador. «Hay uno que dice: yo no estoy de acuerdo por posicionamientos personales, lo dice ventajita, no debe haber tipo mas individualista que ventajita. Es un tema de programa politico, vos estas con el fondo. Aunque pongan a Diego armando de vice, ese tipo no va a ser nuestro candidato a presidente», gritó Grabois decidido a antagonizar abiertamente con Massa.
«La palabra libertarios nos la robaron. Libertarios eran nuestros abuelos anarquistas. Estos son mentirosos, no son libertarios», gritó y el estadio ovacionó repleto.
Las propuestas
Tras las definiciones políticas se concentró en la presentación del programa de gobierno. Dijo que impulsarán un plan quinquenal con distintas medidas. La principal será la cancelación del acuerdo con el Fondo. «El 10 de diciembre cuando asumimos, cancelamos el acuerdo con el FMI y no para pedir una prorroguita. Toda la que le dieron para la campaña de (el expresidente Mauricio) Macri, que la pague magoya y despues financiamos el plan de lotes y el salario social complenentrio para los trabaadores de la economia popular», prometió Grabios luego de advertir que una parte del 4,5% del PBI que se destinan para promociones industriales va a parar al empresario Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre que se mudó a Uruguay para pagar menos impuestos. La cifra surge del presupuesto nacional y paradójicamente, de la «separata» que Massa presentó el año pasado para exhibir a todos los sectores beneficiados por beneficios fiscales que resignan ingresos públicos. Fue para contener un pedido del FMI de rediscutir esos subsidios.
«La reforma agraria está en la Doctrina Social de la Iglesia, no en el Manifiesto Comunista», lanzó el dirigente cuando sostuvo que ese punto también está en su plataforma de gobierno. Esta semana presentó por las redes la propuesta de seguridad y el sábado la repasó: un plan de pacificación de barrios, de convivencia y de derecho a la salud con desercion escolar cero.
El programa de Argentina Humana incluye recuperar el plan del presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) para mudar la Capital Federal. Grabois no propone llevarla a Viedma, como lo decidió el mandatario radical, sino en «el Norte Grande». Además propuso «nombrar a un intendente en el exilio de las Islas Malvinas», la prohibición de todo desmonte y deforestación .
Entre el público estaban casi todos los pelajes del panperonismo, desde referentes de La Cámpora, como la ministra Daniela Vilar, del Movimiento Evita, como el precandidato a gobernador santafesino Eduardo Toniolli y la intendenta de Moreno, Mariel Fernández. Junto a ella estaba su colega, el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco y el subsecretario de Relaciones Municipales del Ministerio de Interior, Tato Giles; que reporta directamente a Wado.
En las gradas también estaban los diputados nacionales del FPG Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli. También su colega Juan Marino, el candidato a jefe de Gobierno Pedro Rosemblat y el aspirante para Rosario, Juan Monteverde de Ciudad Futura. Los acompañaban los dirigentes Victor De Gennaro y Claudio Lozano. También participaron Federico Nanzer y Zaida Schmaruk, del Partido Comnista, Hugo Cachorro Godoy, de la CTA Autónima, Matias Zalduendo, CTA Trabajadores, el empresario Alberto Samid; el diputado nacional Juan Carlos Alderete de la CCC; Daniel Mendéndez de Barrios de Pie; Dina Sánchez de UTEP; Sergio Sánchez del MTE; Lito Borelo de Los Pibes; Juan Reardon, de Vía Campesina y los curas villeros Padre Toto y Padre Charly. Entre ellos se sentaron tres funcionarios provenientes de organizaciones sociales: la secretaria de Integración Socio Urbana Fernanda Miño, la directora nacional de Reciclado, María Castillo y la subsecretaria de Economía Circular bonaerense Jaqueline Flores. Por los trabajadores de la cultura participaron los actores Carlos Belloso y Charo Lopez.