Mientras el presidente Alberto Fernández defiende su gestión, suma kilómetros y spots sin aventurar aún si irá o no por la reelección, el kirchnerismo lanzó en las últimas horas su propia campaña para «romper la proscripción» de la vicepresidenta Cristina Kirchner y ya trabaja en la convocatoria a una marcha en su apoyo para el próximo 24 de marzo bajo la consigna «Argentina y democracia sin mafias».
La Cámpora marcó el plan de acción. Fue el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y secretario de esa agrupación, Andrés Larroque, quien el miércoles llamó a la militancia a hacer una demostración de fuerza en favor de la expresidenta que decantó en la marcha en la que ya trabajan La Cámpora, la Federación de Trabajadores de la Economía Social (FETRAES) y otras 20 organizaciones nucleadas en «La Patria es el otro», además de sindicatos y legisladores nacionales y provinciales del Frente de Todos.
«La tarea central de la militancia es salir a romper la proscripción a Cristina. Tenemos que trabajar por la vitalidad de la política y del peronismo. Por eso es imprescindible romper con la proscripción. No se puede hablar de peronismo si Cristina no está en la cancha», subrayó Larroque y pidió «salir del estado de letargo». Además, apuntó que «no podemos hablar de ningún diseño electoral con Cristina proscripta».
Con ese objetivo, el kirchnerismo empezó a planificar la convocatoria para el 24 de marzo -día de la Memoria por la Verdad y la Justicia- que es la fecha que la propia vicepresidenta marcó en su última aparición pública, cuando inauguró un polideportivo en Avellaneda el 27 de diciembre pasado. Ese día, en el final de su discurso, en el que volvió a criticar a las mafias judiciales y habló de su proscripción, sostuvo que se trata de una fecha clave «para movilizar a toda la Argentina» a partir de una consigna: «Argentina y democracia, sin mafias».
El plan de lucha incluirá otras acciones para visibilizar y denunciar la proscripción, como las pintadas que aparecieron en los últimos días en los distritos del Conurbano. El objetivo es unificar al Frente de Todos detrás del liderazgo de CFK en el debate electoral que se viene. Desde la agrupación que conduce Máximo Kirchner apuntaron que se convocará a todos los espacios del Frente de Todos, las organizaciones sociales y sindicatos.
«Queremos generar un ámbito de discusión de por qué entendemos que Cristina tiene que ser presidenta y de por qué aceptar la proscripción es proscribir al peronismo», señaló ayer el titular de la FETRAES, Eduardo Montes, al tiempo que adelantó que la convocatoria será amplia: «Vamos a hablar con las dos CTA, con la Corriente Federal de los trabajadores, con el Frente Sindical. Entendemos que es la movilización popular lo que va a romper esta trampa de la mafia judicial. Hay que generar las condiciones para romper la proscripción».
El Frente de Todos está en estado de ebullición desde el 6 de diciembre pasado cuando la vicepresidenta anunció que no iba a ser «candidata a nada» este año, tras la lectura de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el marco de la causa Vialidad. La discusión de la estrategia electoral y, menos aún el armado de la mesa nacional del FdT que siempre le reclamó el kirchnerismo a Alberto Fernández, todavía no comenzó.
La batalla central se dará, como en cada elección, en la Provincia de Buenos Aires, que es el distrito que concentra el 37% de los electores del país y que es decisivo también para la elección nacional. Axel Kicillof buscará ir por un nuevo mandato en la Gobernación, aunque todavía prefiere no hablar en público del tema, por si termina en un plan B que lo empuje a presentarse como candidato presidencial. Ese proyecto es bien visto por algunos intendentes de peso del AMBA que piensan que eso podría despejarles el camino para postular a uno de ellos, como el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, en ese lugar. Incluso habían agitado la idea de lanzar este fin de semana «La Liga» de jefes comunales del Conurbano para influir en el armado electoral, pero por ahora se enfrió por falta de acuerdos.
En paralelo, en los últimos días comenzó a crecer una suerte de operativo clamor de intendentes del Conurbano y del interior por la reelección de Kicillof. Consideran que es el único que puede garantizar un triunfo en la Provincia, no sólo por ser el que más mide sino por ser el que mejor fideliza los votos de la vicepresidenta.