Aunque se cerró el capítulo judicial, la interna peronista no cede todavía en la Provincia. Tras el fallo de la jueza María Servini de Cubría que dejó como única candidata del PJ a Cristina Fernández de Kirchner, la dirigencia camporista volvió a arremeter contra el gobernador Axel Kicillof por no apoyarla explícitamente para que sea conductora del partido y, aunque hubo algunas señales de distensión en las últimas horas, el diálogo sigue por ahora cortado.

La resolución judicial dejó a la expresidenta como única candidata en carrera y ahora sólo resta que la Junta Electoral del PJ defina cuándo asumirá al mando del partido. La decisión de Servini de Cubría fue bien vista en la Gobernación dado que Kicillof siempre estuvo en contra de la judicialización que encaró Quintela. Para el mandatario fue «un error garrafal» encarar ese proceso por entender que es un tema que «se soluciona entre compañeros».

Sin embargo, la confirmación de que no habrá elecciones el 17 de noviembre no aplacó todavía la interna. La Cámpora redobló las críticas sobre el gobernador por no apoyar explícitamente a Cristina Kirchner y aseguraron estar «dolidos» por la postura de Kicillof. Primero fue el senador Eduardo «Wado» de Pedro y luego la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, los que cargaron contra el mandatario bonaerense.

Wado consideró que «no es lógico» que Kicillof no se haya manifestado a favor de CFK, en la misma línea en que lo había dicho el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, en sus últimas declaraciones públicas. «Me hubiera gustado que Axel se pronunciara a favor de Cristina hasta por una cuestión sentimental, me gusta que estemos juntos. No puedo concebir que esté en otra cosa, me duele y lo veo raro; no le hace bien a él como persona», señaló en una entrevista a Radio Con Vos.

La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, se sumó a los cuestionamientos. «Para mí que no se haya pronunciado es difícil de explicar. Flaco, reaccioná, es Cristina. Todos nosotros somos pares, por más que puedas tener más responsabilidad. De todas maneras, ya está, lo que no se dijo, no se dijo. Cada uno sabrá», disparó. Y agregó que «Cristina es presidenta del PJ y conociendo su capacidad de trabajo siempre va a estar esperando que vengan los que quieran a aportar y ver cómo de verdad hacemos del PJ una herramienta que nos pueda nuclear ideológica, sistemática y programáticamente. Ahí, bienvenidos todos y todas, más allá de lo que hayan dicho».

En las últimas horas, Wado aclaró desde sus redes sociales que algunos medios habían «operado» con títulos en los que él calificaba de «oportunista» a Kicillof. «Es falso y es una operación. Evidentemente el gobierno pretendía meterse en la interna del PJ y sacar provecho de la división», dijo. Y envió señales de distensión, en la misma línea del llamado de CFK a Quintela para reunirse, al asegurar que la pelea por el PJ terminó y que ahora se abre una nueva etapa. «Hoy tenemos que trabajar unidos para defender a la gente de este terrible ajuste y consolidar una alternativa al gobierno de Milei».

Kicillof se mantuvo en silencio. Desde el entorno del mandatario señalaron que siempre estuvo abierto al diálogo pero que, del otro lado, no hubo intenciones de recomponer, algo que ya habían marcado cuando ocurrió el frío encuentro con Cristina Kirchner en el 47° Aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo. «Los únicos que pueden distender son los que tensaron así que todo es responsabilidad absoluta de ellos», dijeron a Tiempo en relación a La Cámpora. Y remarcaron: «Nosotros estamos en el mismo lugar de siempre: gobernando con modelo kirchnerista».

El cruce por Lanús

La interna tuvo esta semana un capítulo fuerte, que generó la reacción de varios ministros del gabinete kicillofista. El intendente de Lanús, Julián Álvarez, acusó al gobierno provincial de «no desembolsar ni un solo peso para obras» en el distrito. Se metió así con el caballito de batalla de Kicillof desde el que busca construir su candidatura 2027: la gestión.

El jefe comunal camporista puntualizó que habían firmado un convenio con el ministerio de Infraestructura bonaerense, a cargo de Gabriel Katopodis, por 2300 millones de pesos para asfalto pero que nada de eso había llegado. Desde la cartera bonaerense retrucaron que el municipio no había cumplimentado con la documentación que se requiere por ley para poder acceder a los fondos, y detallaron que están previstas en total 13 obras y proyectos por 12.808 millones.

Álvarez también criticó al Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), un organismo que se ocupa de urbanizar las villas y que está bajo la órbita del ministro de Gobierno, Carlos Bianco. El intendente aseguró que el Municipio terminó aportando la mayor parte de los fondos en el complejo habitacional Barrio ACUBA, una obra que había sido abandonada por la Nación. El gobierno bonaerense también respondió, de manera institucional, desde las redes sociales detallando que se invirtieron 500 millones y que 50 familias ya accedieron a la casa propia.

El que salió al cruce de Álvarez aunque sin mencionarlo fue el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, quien tuiteó: «Y recuerden amiguitos, el enemigo es Milei». Volvió a marcarles así a los camporistas que la pelea es contra el gobierno nacional, como señala cada día Kicillof.  «