La cooperativa que gestiona el hotel Bauen vuelve a ser acorralada por el fantasma del desalojo. La jueza María Paula Hualde le dio siete días hábiles para llegar a un acuerdo con Mercoteles, la sociedad anónima que figura como dueña del inmueble desde julio de 2001. De no llegar a un acuerdo (es lo más probable), avanzaría con el desalojo.
Los abogados Diego Carbone y Ataliva Dinani esperan por un llamado de Mercoteles, pero sin mucha expectativa. Mientras, los trabajadores se preparan para realizar actividades que visibilicen la lucha.
“Todo esto tiene que ver con el veto de (Mauricio) Macri a la Ley de expropiación del hotel, sancionada por el Congreso en diciembre de 2016. El Estado recuperaba un activo para su patrimonio y la cooperativa gestionaba el hotel”, expresó a Tiempo Federico Tonarelli, referente de la cooperativa que maneja al Bauen. “Los fundamentos del veto son falaces (NdeR: acusaba la imposibilidad de realizar una erogación extraordinaria). Es todo lo contrario. Los privados nunca pagaron ni una cuota del crédito que el Estado le dio para construir el hotel, en 1978. El perjuicio lo provoca el veto, ya que impide al Estado recuperar un activo basado en esas deudas”, aseguró.
En el Bauen, que es gestionado por los trabajadores desde 2003, funciona un complejo cooperativo que alberga a la revista Cítrica, al colectivo teatral El Descubridor, a la revista La Garganta Poderosa y al Movimiento Popular La Dignidad (CTEP), que tiene un almacén en la planta baja del hotel.
Nacho Levy, referente de La Poderosa, dio a Tiempo su punto de vista: “Esta Catedral del Cooperativismo fue la cuna de La Poderosa. Hace 14 años, cuando no teníamos ningún punto de encuentro, la puerta de esta casa apareció abierta. Desde que nació la gestión de los trabajadores, estuvo abierta para los organismos de Derechos Humanos y del campo popular”.
“El Bauen es mucho más que un hotel o una empresa recuperada. Es una bandera de la solidaridad y es una insignia de la fuerza colectiva que hemos podido desarrollar como sociedad. En la lucha del Bauen, están todas las luchas. No me parece casual que un gobierno que brega por el individualismo, por el egoísmo, por la mezquindad, por el sálvese quien pueda, por el sálvese quien nos convenga, por el sálvese a quien necesitemos, atente tan inescrupulosamente, con tanta saña, contra un colectivo de trabajadores”, apuntó Levy y siguió: “Este presidente malicioso, sumiso a intereses que no tienen nada que ver con nuestro pueblo, decidió meter un decreto para inhibir ese proceso natural, legítimo y victorioso que tenía esta lucha. El desenlace victorioso no se lo va a quitar ningún acto de autoritarismo unipersonal, ningún atentado a la fuerza colectiva”.
“Ellos están expresando a través de sus voceros judiciales que los trabajadores nos tenemos que ir. Los trabajadores y trabajadoras que día a día convivimos en el Bauen estamos diciendo que de acá no nos vamos nada y los que se van son ellos”, sentenció Levy.
“Si lo pensás desde la lógica, no cierra la idea. Pero tampoco parece lógico salir a disparar a los chicos por la espalda. Nuestra tranquilidad y reposo no están en la previsibilidad que tenga un presidente tan carente de valores y de sentido común. Nuestra tranquilidad radica en la atmósfera de fraternidad y sororidad que se respira adentro del Bauen, entre las personas que participamos de este complejo cooperativo”, finalizó.
Rafael Klejzer, secretario general de CTEP Capital, fue tajante: “En la campaña electoral, van a querer mostrar esto como una profundización de su bolsonarismo y los trabajadores vamos a resistir la avanzada de estos tipos. Si nos movemos, la van a pensar dos veces”, aseguró y detalló: “Lo que ellos evalúan es que puede haber un muerto y si eso les puede sumar o restar votos. Porque saben que si intentan desalojar va a haber miles de personas defendiendo el hotel. Nosotros, planteamos la firmeza en la defensa del Bauen. Van a haber acciones en defensa del lugar para mostrar al pueblo la justicia de este reclamo”.
Manuel Callau, presidente de El Descubridor, destacó: “Mientras esta propuesta de gobierno genera desocupados todos los días, el movimiento cooperativo en general y del Bauen en particular genera trabajo desde hace 16 años. El mundo propuesto por la cooperativa es mucho más bello y noble que el de la competencia y del lucro”. El Descubridor no pudo la última semana abrir la sala Osvaldo “Chacho” Dragún, por inhibición del gobierno de la Ciudad. “No son cuestiones técnicas, sino políticas, que obstruyen el camino a la solución. No somos guerreros, pero este gobierno es capaz de hacer morder a Lassie. Es un acto de un prepotente mal asesorado. Si nos cierran las posibilidades de trabajar, habiendo invertido mucho dinero, no quedan muchas opciones”, afirmó.
Una de las opciones es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde los abogados del Bauen hicieron una petición, basados en que el veto de Macri cercena el derecho al trabajo. Otra posibilidad es que avance el nuevo proyecto de ley de expropiación, presentado por el diputado Agustín Rossi (PJ – Unidad Ciudadana). Su asesor Sergio Woyecheszen contó a Tiempo: “Tratamos de empujar el tema en comisiones para que salga y se pueda tratar el proyecto en las cámaras. Pero el gobierno fue cerrando los canales. Todo nuestro espacio político está a disposición de lo que los trabajadores del Bauen crean necesario para dar respuesta a las situaciones que se vayan presentando”.
Por su parte, el legislador porteño y candidato a Jefe de Gobierno Gabriel Solano (FIT – PO) aseguró: “El Bauen debe ser expropiado de manera definitiva, de forma no onerosa, y entregado a la cooperativa. Votamos a favor de la ley que fue vetada. Fuimos críticos en que nos parecía que debía haber sido votada antes porque eso hubiera permitido que Macri no la vete”. “Los trabajadores invirtieron parte de su trabajo en sostener la propiedad; invirtieron en el hotel. Debería expropiarse, pero no tenemos expectativa de que el parlamento se mueva. Debiera haber una convocatoria preventiva, de lucha, por parte de los sindicatos para defender al Bauen. Vamos a apoyar en todos los planos cualquier propuesta de los trabajadores”.
Finalmente, Mariana Aquino, periodista integrante de revista Cítrica, resumió: “Para el campo popular, el Bauen es un emblema de autogestión y de resistencia, y todas las cooperativas que integramos el Complejo Cooperativo percibimos a este lugar como nuestra casa. Este hotel era una cooperativa, pero se transformó en otra cosa. Ahora, somos muchas cooperativas en una, somos 200 puestos de trabajo en peligro por una amenaza de desalojo. Somos el Bauen y lo vamos a defender”.