A inicios de esta semana, ingresó al Congreso un proyecto de Ley de Envases, presentado por el diputado Máximo Kirchner (Frente de Todos) y por el ministro de Ambiente Juan Cabandié. La iniciativa está basada en el principio de responsabilidad extendida del productor y pretende integrar a la cadena a los trabajadores recicladores. Para la industria, habrá una tasa variable que llega hasta el 3 por ciento, según el grado de impacto ambiental que tenga el producto en cuestión.
Esa tasa sería recaudada por la AFIP, administrada por la cartera que conduce Cabandié y repartida a los municipios, en base a criterios de abordaje de reciclado.
El proyecto logró que muchos empresarios del sector y legisladores de la oposición pusieran el grito en el cielo. Rápidamente, advirtieron que la tasa del 3% generaría un espiral inflacionario, ya que las empresas no absorberían el nuevo costo de los envases, que a su vez atraviesan a toda la cadena de producción de alimentos. En ese sentido, referentes de Juntos por el Cambio encabezados por el diputado Luciano Laspina convocaron a una audiencia pública con las principales cámaras del país, con el fin de frenar el avance del proyecto.
El diputado Federico Fagioli (FdT) expresó al respecto, en diálogo con Tiempo: “Está claro que el lobby empezó, que ciertas empresas y ciertos sectores mienten para no pagar, que no hay interés por el impacto socioambiental que ellos mismos generan. Instalan discursos erróneos porque no quieren hacerse responsables. El proyecto no es un impuesto, es una tasa ambiental, contemplada en el derecho ambiental, y se calcula según el envase que se utilice de acuerdo a la Unidad de Gestión del Envase”.
Es decir, “cuanto más amigable con el ambiente sea el envase, menor será la tasa”. Para Fagioli, este proyecto “es positivo porque reduce el impacto ambiental, genera financiamiento para que los municipios puedan gestionar los residuos y amplía derechos para los más de 200 mil cartoneras y cartoneros que hoy permiten que el sistema no colapse”.
“En la próxima sesión, vamos a tratar este proyecto, estamos trabajando para que así sea y, de esta forma, conseguir la media sanción. Esperemos que las diputadas y diputados de la oposición estén a la altura y no cedan ante el lobby”, apuntó Fagioli.
Una parte de la industria se mostró a favor como la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP) o la Cámara Argentina de la Industria de Reciclados Plásticos (CAIRPLAS).
José Luis Picone, director ejecutivo de CAIRPLAS, apuntó en diálogo con la TV Pública: “Nos parece un buen proyecto. Como todo en la vida, se puede mejorar. Una de las maneras de que los productores se hagan responsables es pagando algún tipo de tasa. Eso se usa para completar la logística inversa de los envases. Es muy importante que las autoridades trabajen en la concientización de los residuos”.
“Hoy en día los más afectados son los municipios que gastan absolutamente todos sus recursos en enterrar basura. De sancionarse esta Ley, contarán con financiamiento disponible para gestionar los residuos y, de esta manera, enviarlos a la industria. La Ley promueve los ecodiseños, apunta a reducir, reciclar, valorizar y, como última opción, enterrar. Necesitamos que los que se enriquecieron durante tantos años se hagan responsables y pongan un poco para gestionar los envases, cuidar el planeta y acompañar el laburo de miles de recicladores, que son un eslabón fundamental de este proyecto y los únicos capaces de hacer que el sistema no colapse”, finalizó Fagioli.