«El gobierno trabaja todos los días para bajar la inflación y recuperar el empleo. Todos tienen derecho a movilizarse, pero tenemos la misma agenda de los gremios». Desde Tucumán y apenas unas horas antes del comienzo del multitudinario acto de las centrales sindicales, el presidente Mauricio Macri renovó su discurso de promesas . Y evitó confrontar.
Sin embargo, el nerviosismo oficial fue palpable. Miles de personas confluyeron en un acto organizado por las centrales sindicales en conjunto. Dos días antes, el Senado, con el peronismo a la cabeza, había puesto en aprietos a Macri con la aprobación de la ley antidespidos. El gobierno ya prometió que vetará la iniciativa si finalmente es aprobada.
Preferiríamos no tener que llegar a la instancia, admiten desde el gobierno. Nos gustaría poder convencer a los diputados de que no es necesaria la ley. Pretendemos legislar para crear empleo, ir hacia delante, no plantear una cosa defensiva, confiaron a Tiempo.
El tono conciliador de Macri fue ampliado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Casa Rosada. «La movilización es una sana expresión del movimiento obrero. Coincidimos con muchos de sus reclamos», juzgó. Y pasó lista a las recientes medidas sociales anunciadas por el Ejecutivo para hacer frente a las señales de descontento.
Con Barrionuevo.
Funcionarios del gobierno se anotaban anoche haber corrido a Luis Barrionuevo del acto de Independencia y Paseo Colón. ¿Casualidad? El líder de los gastronómicos compartirá mañana un locro con Macri por las celebraciones del 1 de Mayo.
En el macrismo no pueden ocultar su fastidio porque el desempleo se haya impuesto como conversación entre los ciudadanos de a pie. En la actualidad existe un solo índice confiable y es el del Ministerio de Trabajo. Las cifras expresan que hay construcción y destrucción de puestos de trabajo, pero no vemos una crisis, aseguraron antes de emprenderla contra los librepensadores que incluyen estatales y privados en sus estadísticas, que parecen más bien premoniciones. De todas formas admitieron que los números que maneja la cartera de Jorge Triaca no incluyen suspensiones de operarios porque esos CUIT siguen figurando como activos. Para combatir el desánimo que se apoderó de parte de la población, el Presidente anunció un plan de empleo joven, otro de viviendas y uno para la extensión de la red de cloacas y agua potable. Desde el gobierno entienden que la obra pública será el mejor aliado para mover la economía. El objetivo fue confrontar con gestión y acciones de gobierno.
La inflación.
La otra pelea que libra el gobierno, con poca suerte hasta ahora, es contra la inflación. La inflación es como una especie de marea que todo lo recubre. Cuando baja hay otra nitidez, los empresarios pueden planificar de otra manera. Cuando baje la inflación van a comenzar a aparecer otros problemas que desaparecieron, como la inseguridad que era una de las principales demandas y hoy pasó a un segundo plano, analizan en la Casa Rosada.
En el macrismo siguen apostando al ya célebre segundo semestre, aunque saben que la última parte del año puede ser menos idílica de lo esperado. ¿Cuánto falta para que llegue las inversiones del exterior? A los extranjeros no les gusta laburar con inflación de por medio», explican. «