El peronismo se enfrenta a la elección que definirá el futuro del gobierno de Alberto Fernández. De la cantidad de votos que consiga este domingo depende el número de legisladores que puedan acumular en ambas cámaras y, de ello, el margen de maniobra para las leyes que quiera impulsar el Ejecutivo. El golpe de las PASO dejó la vara baja, por lo que una mejoría será leída parcialmente como un triunfo. Después del grosero pifie de las encuestas en la elección anterior, ningún dirigente se animó a realizar predicciones ni siquiera en off.
Esta última semana, se vivió un clima enrarecido en Casa Rosada. No sólo por la incertidumbre de los números sino por el temor a que se desate una crisis política similar a la que se vivió tras las primarias. Rumores de cambios de funcionarios y disputas por el rumbo del Ejecutivo fueron los principales debates que recorrieron los pasillos y despachos.
A diferencia de las PASO, el gobierno llega a estas elecciones con un mejor clima económico. La pandemia y sus restricciones quedaron atrás, el Previaje sirvió como dinamizador de los sectores del turismo y la gastronomía, dos de los más golpeados. La crecida de los precios de los alimentos y medicamentos encontró un límite tras la intervención del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. En cambio, el clima político es uno de los factores que genera incertidumbre.
Es que la crisis política luego de las primarias que vivió el FdT dejó heridas que por ahora no se terminan de cerrar. Por un lado, mostró hacia adentro quiénes fueron los que estaban dispuestos a romper la alianza y dejar de lado al kirchnerismo. La intervención a tiempo del ministro Gabriel Katopodis y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, aportó a la unidad. La incorporación de Juan Manzur como jefe de Gabinete sumó una cuarta pata de poder. El vínculo entre el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández sufrió un sacudón, según reconocen desde ambos lados.
Es por eso que muchos funcionarios temen que un resultado adverso vuelva a disparar una tensión similar a la que ocurrió luego de las primarias, con la única salvedad de que no hay clima triunfalista, por lo que el golpe, de darse, no sería inesperado y desconcertante como la vez pasada.
En ese contexto, el presidente adelantó una medida preventiva. El martes se reunió con dirigentes de la CGT y de organizaciones sociales que le responden, como el Movimiento Evita, para convocar a una masiva movilización para este miércoles 17, Día del Militante. No estuvieron ni la CTA y ni La Cámpora. Es una forma de mostrar apoyo político hacia afuera pero también hacia adentro de la coalición, ante una eventual sacudida, en caso de que los resultados vuelvan a ser esquivos.
Hasta el momento, la campaña estuvo signada por los dictados del asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubi, quien sugirió no hacer movilizaciones ni actos masivos. De hecho, este jueves en Merlo, las banderas de las organizaciones políticas estaban atrás y no adelante y nunca sonó la marcha peronista.
Con respecto a la Cámara de Diputados, la esperanza está puesta en la voluminosa Provincia de Buenos Aires, donde se eligen 35 diputados. Allí el peronismo quedó cuatro puntos abajo y busca descontar esa diferencia. La reactivación de la economía, sobre todo en el conurbano, acompaña la integración al gabinete de los intendentes, quienes habían sido excluidos de las listas en nombre de la unidad y no se sintieron muy interpelados a movilizar sus estructuras en la elección anterior.
En tanto, para no perder la mayoría propia en la Cámara alta, la expectativa está puesta en la provincia de La Pampa, pero ningún dirigente provincial se animó a hacer un pronóstico.
Por lo pronto, el presidente recibió este sábado en la residencia de Olivos a dirigentes y candidatos del Frente de Todos.
Junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof, el ministro del Interior, Wado de Pedro, y el titular de Diputados, Sergio Massa, estuvieron la candidata a diputada por la Provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz y el candidato a diputado Daniel Gollán. Luego, también junto a Massa y De Pedro, recibieron al candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires, Leandro Santoro, los candidatos a legisladores porteños Alejandro Amor y Victoria Montenegro y el senador nacional Mariano Recalde.
Fue una foto de unidad, antes de salir a la cancha. Muchos ya miran al lunes como día de largada en la carrera presidencial. «