A dos meses de las Primarias, Abiertas y Simultáneas, el Frente de Todos tiene el desafío de recuperar una porción del apoyo que obtuvo en el 2019 y que un año y medio después está indeciso. Los analistas estiman que hay entre un 8% y un 10% de ese electorado que aún está oscilando entre el enojo por las promesas económicas incumplidas y la compresión por las dificultades que impuso la pandemia.
Los entrevistados coinciden en que del 48% que el Frente de Todos obtuvo en las elecciones presidenciales del 2019, ahora retiene alrededor de un 38 por ciento. Pero advierten que, en términos comparativos, las elecciones legislativas siempre generan la dispersión del voto. La pregunta es qué pasa en esos puntos de diferencia. El sociólogo y analista Ricardo Rouvier indicó que el oficialismo tiene un nivel de indecisos muy alto y que, si bien hay enojo, esos votos no van a Juntos por el Cambio. “Ese enojo no significa que no van a votarlo. Lo que no estamos viendo es una huida de votantes hacia algún otro lugar, sino hacia el no sabe”, comentó.
Dentro del universo de quienes aún no definieron, Rouvier destaca la franja que va de los 16 a 29 años y que representa aproximadamente un millón de votos. “Parecería que los jóvenes se alejan del kirchnerismo. Si lo comparamos con estudios anteriores, ese sector empieza a mostrar que la incidencia del kirchnerismo es menor. Esos votos van a indecisos, por el momento no hay una definición. Hay una porción que dice que no va a ir a votar y otra que votará en blanco, que es otra forma de enojo”, le dijo Rouvier a Tiempo Argentino.
Por su parte, el sociólogo y profesor Carlos De Angelis sostuvo que hay un “agujero negro” en ese electorado. “Aparecen fenómenos problemáticos porque hay un desencanto, una desilusión. Las promesas electorales pesan. Alberto había hecho promesas electorales fuertes como la heladera llena, prender la maquinaria de la industria y la producción del consumo y eso no pasó. Pero aparece otro elemento en la cabeza del votante: ¿no pasó porque el presidente no funciona o porque la pandemia produjo una situación inesperada que es mundial y que el presidente hizo lo que pudo? Ahí aparece un agujero negro, no sabemos en qué medida. Hay un sector del 48% que está decepcionado, esperaba otra cosa de Alberto, pero que lo entiende y lo comprende y lo volverá a votar. Es más que el 35% duro, pero hay otro sector que quemó la nave, que dice que no va a volver a creer, que se siente traicionada porque esperaba otra cosa”, le dijo el director del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales de la UBA a este diario.
El politólogo y director de la Consultora Dicen, Hilario Moreno, habla de “sectores blandos”. “Lo que suponemos es que de esos 8 o 10 puntos que sumó el FDT (a los que había sacado Scioli en el 2015), hoy la mayoría o casi todos son indecisos. Son parte del 15% o 20% de indecisos que hay. De ese total, el 35% 40% tienen buena imagen del gobierno y de Alberto. Todavía no se sabe para dónde van”, explicó.
“Hay grupos con distintos grados de decepción con Alberto. Algunos que justifican y esperan, pero todavía no se juegan. Son críticos moderados. El lazo con Alberto no se cortó por eso es que el FDT tiene 38% de intención de voto, pero la imagen positiva de Alberto es de 50-52 por ciento. Hay gente que si bien está dudando, todavía no le soltó la mano”, agregó.
Con respecto a la Provincia de Buenos Aires, Rouvier sostiene que el oficialismo retiene más votos que a nivel nacional. “Tiene que estar en un 36%, pero es provisorio. El tema de la pandemia es el tema del ritmo de vacunación. Indudablemente, la publicidad ha surtido efecto, pero también es cierto que hay una parte de la población que no ha recibido la vacuna y que también vota. Hay una expectativa con respecto a que mejore el ritmo, que sea más rápido. Pero es una expectativa que puede ser crítica si esto se demora”, explicó.
Moreno sostiene que por la pandemia “el juicio de los sectores blandos está suspendido”. “En la situación económica y laboral no ven un cambio importante con el macrismo. Siguen estando mal, pero dicen, bueno, es lo que heredó de Macri y la pandemia. Los que no le reconocen la pandemia es porque no lo quieren. La vacunación es claramente lo mejor evaluado del Gobierno. Ahí es donde va a andar mejor. No es el único tema, también la inflación y la economía pesan bastante, pero la vacuna vuelve a generar esperanza. Tiene posibilidades de volver a generar confianza y esperanza, porque eso genera alguna reactivación porque hay actividades que se hacen más fáciles con todos vacunados. Ahí el gobierno está bien, pero la actividad económica es fundamental que mejore”, indicó.
De Angelis señaló que la campaña de inmunización evitó la indignación. “Hay una contención en la vacunación. Hubo momentos donde había mucha inquietud. Con esto el gobierno va respirando, genera una tranquilidad social. La situación no está bien pero llegan vacunas, te renueva el piso electoral”, explicó.
Los tres consultores indican que en la Provincia de Buenos Aires, la figura de Florencio Randazzo logra entre un 4% y un 5%, pero se diferencian en cuanto al impacto que puede tener en los votos del oficialismo. De Angelis cree que una parte de esos votos van a salir del Frente de Todos, mientras que Moreno sostiene que el exministro de Interior y Transporte consigue un voto del descarte que ya tenía decidido no votar al oficialismo. Por su parte, Rouvier indica que “puede crecer 3 o 4 puntos más que saldrían, por una parte, de los votantes del macrismo y, por otra, del voto peronista. Puede tener 4 o 5 puntos que se lo sacaría al peronismo”, sostuvo. «
Sebastian
6 July 2021 - 10:14
No todo lo explica la pandemia. La decisión de seguir ajustando (a pedido del FMI) en este contexto extraordinario debería ser suficiente para retirarle el apoyo "popular". El malmenorismo es insuficiente para justificar el ajuste interminable.