Tras el triunfo en abril de Arabela Carreras por Juntos Somos Río Negro, la elegida por el gobernador Alberto Weretilneck para su sucesión, el peronismo local se reagrupa y ya mostró sus primeros movimientos de cara a las próximas elecciones: El entonces derrotado, Martín Soria sería el primer precandidato a diputado nacional del Frente de Todos mientras que María Emilia Soria pelearía la intendencia de General Roca para suceder a su hermano.
Dicho de otra manera, intercambiarían los cargos protegiendo el poder territorial. En Río Negro renuevan tres bancas en la Cámara Baja, mientras que en el Senado se renuevan los tres escaños, dos de las cuales pertenecían a la oposición: por un lado, el precandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio Miguel Ángel Pichetto y Silvina García Larraburu, que regresó al kirchnerismo en el último tiempo.
El primer precandidato a senador nacional sería el actual diputado Martín Doñate, hombre de confianza del kirchnerismo y referente provincial de La Cámpora. El segundo lugar lo disputan García Larraburu -en busca de la reelección- y la diputada nacional Silvía Horne, histórica dirigente del peronismo provincial y conducción nacional del Movimiento Evita.
Los encargados de construir la unidad miran de reojo a García Larraburu por sus idas y venidas. Lo cierto es que haberse alejado del bloque kirchnerista todavía es una herida abierta. Más aún para los Soria porque la senadora apoya una lista que enfrentará a María Emilia en General Roca.
Las cartas están jugadas y los tiempos se acortan. Por lo pronto, en los últimos días se pudo ver a Martín Doñate y Martín Soria juntos en una foto que se considera como sello de unidad. Otra señal es la imagen que dejaron trascender entre Silvia Horne con Alberto Fernández, luego del apoyo incondicional que brindó la diputada a la fórmula Fernández-Fernández.