En tiempos de coronavirus y Estados ultra-demandados para dar respuestas a la pandemia se desató una controversia sobre una propuesta de nuestro Presidente de bloque Máximo Kirchner, acerca de gravar las grandes fortunas en un momento clave de la historia mundial, aquí algunas consideraciones que pretenden aportar al debate.
Siempre que en Argentina se desata una crisis económica los sectores populares son los más perjudicados. Pérdida del empleo, caída del salario, inflación, hambre y exclusión son algunos de los factores que históricamente generan problemas graves en las clases trabajadoras. Por contraste, en cada crisis, tenemos también sectores que al final de la jornada salen ganando: los bancos, el sistema financiero y los agro exportadores son los que mas se repiten.
Pero esta pandemia, no es una crisis más. El COVID-19 nos cambió la vida a todes, está arrasando vidas en casi todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, este virus tiene una letalidad 10 veces mayor a la de la Gripe A y llega a una Argentina desbastada por las políticas neoliberales de los últimos cuatro años, que nos dejó con emergencia social, económica y hasta alimentaria. En este contexto, hay que entender que las decisiones del presidente Alberto Fernández siempre privilegiaron la vida, porque si no hay vida, no hay economía.
Con esa línea de acción como prioridad, y en este contexto, como espacio político nos planteamos la necesidad de que todos pongamos un poco más de cada uno para ayudar. En pocas palabras, creemos injusto que esta crisis, en donde está en juego la vida, la paguen los mismos sectores de siempre.
En este escenario extraordinario todos ponemos algo: vemos a diario cómo miles de mujeres aportan su esfuerzo en merenderos y comedores para que a nadie le falte el alimento, a empresarios pymes y sus trabajadores, que al no estar exceptuados pierden capital y trabajo. También a los cuentapropistas, autónomos y changarines que no pueden llevar la ganancia de todos los días.
Entonces, si ellos y ellas, que pagaron todas las crisis históricas, están haciendo su esfuerzo, por qué no lo deberían hacer los sectores que siempre ganan con el dolor de los demás, o los sectores que simplemente tienen mas espalda para soportar la crisis. ¿Por qué no?. Esas 12 mil personas con patrimonios superiores a los 3 millones de dólares también tienen que aportar. No hay caza de ricos. No queremos saber sus nombres. Pretendemos que hagan un aporte. Es un buen momento para reflexionar acerca de cómo redistribuir la riqueza en Argentina. ¿Cuánto le cambia su vida aportar un 1% a alguien que tiene 3 millones de dolares?
En los últimos años, algunos sectores intentaron deslegitimar a la política, destruir al Estado y postulaban la preferencia de lo privado sobre lo público. Nosotros no hablamos de persecución sino de regulación, no hablamos de atropello sino de equidad, de solidaridad. Si algo enseña esta crisis es que NADIE se salva solo y nos demostró la importancia del Estado, de la política y de lo público sobre lo privado. La intervención estatal está salvando vidas. La argentina está haciendo un esfuerzo enorme, que sea de todos.