Apenas regresó de Mendoza, uno de los distritos donde ganó el 22 de octubre, Javier Milei se recluyó en una habitación del Hotel Libertador, cerca del barrio porteño de Retiro. El candidato presidencial de La Libertad Avanza trasladó sus movimientos al hotel operado por el Grupo IRSA, del magnate Eduardo Elsztain, donde la habitación cuesta entre 200 y 500 dólares. Sus voceros aseguran que estará ahí hasta que este domingo se traslade a la Facultad de Derecho de la UBA para participar del último debate presidencial, donde se medirá discursivamente con el ministro de Economía y candidato presidencial de UP, Sergio Massa.
El contrapunto encierra todo un desafío para el economista de ultraderecha. Esta vez no podrá llevar papeles al atril y leer durante sus intervenciones. Para su estilo de comunicación es todo un cambio respecto al debate previo a la primera vuelta. Mientras ejercitaba, memorizaba y repasaba argumentos, este viernes aprobó hacer un pedido de aclaración a la Cámara Nacional Electoral (CNE). «No está claro que se deba respetar el uso de la palabra del rival», detallaron a Tiempo en el entorno del candidato. La duda estaba puesta en los bloques temáticos, pero también en el momento donde los contendientes podrán interactuar. Según otras fuentes del mismo espacio «hay cierta preocupación sobre el debate y la modalidad. No tanto por la imposibilidad de apuntes, sino por el espacio en que podrán moverse», confió una fuente de LLA. Temen que la cercanía de ambos le juegue en contra a Milei. Creen que si Massa dice algo provocador haya «una eventual reacción» del candidato de ultraderecha y quede en notoria desventaja. Por fuera de las preocupaciones mascullan bronca contra el vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos que acusó a Milei de pretender un cambio de reglas y le pidió a la CNE una ratificación de las normas pactadas. Hubo especulaciones sobre un presunto pedido de poder usar papeles sobre el atril pero fue desmentido por fuentes judiciales y de LLA.
Milei sabe que, debido a su extrema competitividad, una solicitud de aclaración ante el tribunal puede ser leída como una señal de debilidad a pocas horas del comienzo del juego. Las especulaciones fueron despejadas pero en LLA tuvieron que desmentir las versiones sobre un intento de bajarse del debate.
Este domingo no sólo habrá diferencias escénicas para ambos contendientes. Milei no llegará a la Facultad de Derecho como lo hizo en el debate anterior. Antes estuvo más concentrado en competir con Patricia Bullrich, quien fue su mayor contendiente hasta las presidenciales. Ahora tendrá que explicar por qué la transformó en su aliada y qué piensa de las acusaciones que lanzó contra ella en el mismo escenario donde ahora cuenta con su apoyo. Quizás también deba explicar la omnipresencia del expresidente Mauricio Macri en sus decisiones desde que ambos llegaron a un pacto en el que el fundador del PRO y la derrotada candidata presidencial le ofrendaron su apoyo incondicional en esta etapa de la campaña con tal de ganarle al peronismo. «Ojo que la que movió las fichas fue Patricia después de la derrota», explicaron en el PRO para confirmar que luego del 22 de octubre ella accedió a los planteos que el expresidente le había hecho para pactar con Milei. «Puede resultar naif, pero es la realidad, el apoyo es incondicional y no hay un pliego de condiciones. Habría sido un desastre. Había que romper la inercia después de la derrota», justificaron en el sector del partido amarillo que ahora ayuda a LLA.
Cerca de Milei no avizoran a Macri como un problema, aunque el tema hizo crujir al espacio en la zona que pertenece a los legisladores electos. El candidato sólo se juntó con los diputados nacionales que lo cuestionaron por pactar con el expresidente. Le ratificaron que Macri es un límite y el candidato los contuvo hasta el balotaje. No hubo encuentro con los bonaerenses, que lo siguen acusando de cerrar un acuerdo inconsulto, justo a ellos que ofrendaron las personerías de sus partidos para sostener a LLA. Ahí hay un huracán contenido una semana más. Su evolución dependerá del veredicto de las urnas, pero todos ya tienen una banca asegurada.
Ante ese contexto espinoso, el expresidente volvió a un estricto segundo plano en los medios para que la imagen negativa que acarrea desde el fin de su gobierno no se transforme en una mancha que perjudique al candidato de LLA.
El economista podría utilizar la misma estrategia que usó su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, en el debate que protagonizó con el jefe de Gabinete Agustín Rossi, candidato a vice de Massa. La diputada buscó mostrarse indignada y en posición acusatoria todo el tiempo, aún esgrimiendo datos falsos. Milei podría jugar la misma carta y para no tener que explicar a Macri, podría llegar a reinvidicarlo. Si camina la senda que marcó Villarruel, Milei podría volver a ratificar que no hubo 30.000 desaparecidos durante la última dictadura militar. Sin embargo hay un costado indeseable que preferiría no repetir. La candidata a vice también defendió la dolarización de la economía y no pudo explicar cómo. Después buscó corregirse y aclarar que no dijo que sería con los dólares de los ahorristas, pero el tema está planteado y la discusión podría reabrirse en el ultimo debate. «No tuvo impacto», minimizaron en LLA sin negar el traspié que volvió a desnudar los problemas discursivos que tienen para explicar una política económica que sólo depende de Milei.
«Esa vez estuvo centrado en Bullrich para captar una parte del voto de JxC. Ahora se enfocará en el voto anti kirchnerista, no en el voto antiperonista», detallaron en el equipo de campaña de Milei. La diferencia no es menor, porque el candidato buscará demostrar que el gobierno «siempre atacó a Córdoba», como una forma de hacerle guiños a los votantes de esa provincia mediterránea, donde espera obtener una ventaja que le permita afrontar la diferencia negativa que le auguran en la provincia de Buenos Aires. Apuntará a pegar a Massa con el kirchnerismo. Estará dedicado a los votantes de JxC pero en especial a los del gobernador saliente y excandidato presidencial Juan Schiaretti, que coordina con Macri a pesar del malestar que despierta su actitud dentro del peronismo cordobés, aún cuando está transitando el final de su carrera.
Milei no desmiente los números que le dan una leve ventaja sobre Massa, pero no oculta su desconfianza. En su equipo aguardan una elección muy reñida con una ventaja que podría ser leve. Si sucede lo contrario y la desventaja afecta a Milei, en su entorno no ofrecen precisiones sobre la reacción que podría tener. Sólo explican que LLA no estuvo detrás de la movilización que se concentró en el Obelisco para denunciar un presunto fraude. El planteo no pasó el cedazo del escrutinio definitivo, realizado por la Justicia Electoral.
En LLA no pierden de vista que el descenlace del debate de esta noche será un tema determinante para los últimos cuatro días de campaña que comenzarán a correr desde el lunes hasta el jueves. Después vendrá la veda y la puesta en marcha de la fiscalización, el punto más importante del pacto Macri – Milei . La coordinación corre por cuenta de LLA, pero por debajo está la infantería electoral del PRO llenando los baches que tiene Milei en todo el país. «Hay un escenario muy parejo y por eso la fiscalización es trascendental. La de Milei no fue buena, en las PASO les fiscalizó el peronismo y se dieron cuenta que no tenían gente ni para reponer boletas», retrató un testigo de la nueva convivencia. Son una fuerza nueva y no es fácil llegar a tener 130.000 personas para fiscalizar. Ese mosaico es la necesidad más urgente del candidato de ultraderecha, tan imperiosa como no cometer un error este domingo por la noche.