El mensaje del corrimiento de Mauricio Macri de la competencia electoral irrumpió en medio de la gira presidencial cuando la comitiva estaba en preparativos para ir desde República Dominicana hacia Estados Unidos. Desde el gobierno señalaron que el expresidente hizo una lectura de sus posibilidades electorales para este año y que evalúo que no eran muy auspiciosas. «Sabe que hubiera perdido», afirmaron con seguridad.
El entorno más cercano a Alberto Fernández realizó las primeras conclusiones del anuncio de Macri minutos antes de volar a Estados Unidos, donde el presidente se encontrará con Joe Biden para mantener una reunión bilateral de “agenda abierta” el próximo miércoles.
La comitiva presidencial analizó que la referencia de Macri al “aislamiento del mundo” de la Argentina resulta casi graciosa justo en medio de la gira que Alberto Fernández empezó en la República Dominicana con la Cumbre Iberoamericana y el viaje a Washington para encontrarse cara a cara con Biden. «Cayó en un mal momento», chicanearon para hacer ver que es todo lo contrario.
A su vez, se señaló que el futuro político de Macri nada tiene que ver con la alianza de gobierno. «No cambia nada en el Frente de todos, donde no hay ningún dirigente vedado para ser candidato y donde nadie tiene que bajarse», señalaron. Dicho de otra manera: el renunciamiento de Macri no tendrá implicancias en el oficialismo ni apurará ninguna definición de cara a las elecciones. «Es una decisión de él, no nos preocupa, se sinceró ante el electorado y expresa su propia incapacidad».
Ante algunos análisis políticos llegados desde Buenos Aires, que afirmaban que la “renuncia” de Macri a ser candidato debería influir en qué hará finalmente Cristina Fernández de Kirchner, dejaron en claro que “nada tiene que ver una cosa con la otra” y que no hay margen para especulaciones sobre una eventual repercusión negativa de las posibilidades electorales de la vicepresidenta.
Sí recordaron que desde el año 2021 que el presidente viene planteando que la decisión más conveniente es que los posibles candidatos se sometan a una elección interna. «El mejor modo de preservar la unidad son las PASO» insistieron y reiteraron la idea albertista de que emerja una «nueva dirigencia», que de hecho dejaría atrás a dirigentes como la propia Cristina y el embajador en Brasil, Daniel Scioli.
Al mismo tiempo, desde la comitiva oficial retomaron la idea de «celebrar» lo que dijo Máximo Kirchner el 24 de marzo, cuando el líder de La Cámpora señaló que “hay que dejar que la gente elija», y se asombraron que eso se tome como una ofensa por parte del kirchnerismo.
Por último, destacaron que el presidente es el que menos habla de su candidatura y que ha dicho «mil veces» que desea que vaya como candidato el que «más mida y tenga más chances de ganar las elecciones”.