El ex ministro de Planificación Federal y actual diputado del FPV-PJ, Julio De Vido, rechazó este miércoles el pedido impulsado por el oficialismo de la Cámara baja, y aseguró: «No vengo a ejercer el derecho a mi defensa porque no le doy legitimidad a quienes me imputan ni al método que es claramente violatorio del artículo 66 de la Constitución».
Entre elogios a su gestión y críticas al gobierno de Mauricio Macri, el diputado calificó el pedido del oficialismo como un intento de sacarlo del medio: El Gobierno de Macri vino para destruir para desmantelar, para desarticular nuestra tarea de 12 años de gobierno, para aislar al país y solo usarlo como proveedor de materia prima, vino para saquear los recursos naturales y afectar la soberanía de nuestras provincias, vino para endeudar a las generaciones futuras como forma de acallarla y someterla. Por eso molesto, por eso hay que sacar del medio a Julio De Vido, por todo lo que sé, por todos lo que hicimos y les he reseñado. Por eso el armado de causa en mi contra, por eso la complicidad mediática y judicial en la mayoría de los casos, por eso el corifeo de legisladores socios o aliados del Presidente Macri que hoy piden mi destitución.
Además De Vido, atacó el procedimiento y los argumentos con los que se lo intenta sacar de la cámara. Esos legisladores me señalan con el dedo acusador cargado de una vergonzosa moralidad oportunista, para lo que han inventando argumentaciones y encuadres constitucionales inexistente buscando destituirme de mi banca, pero que en estos momentos trágicos de nuestro país son incapaces de una autocrítica seria sobre la función que les compete, dijo el ex ministro, quien afirmó ser blanco de un plan sistemático de marketing que fue escrito sobre la base de los libros escritos por los asesores extranjeros del presidente Mauricio Macri, en los que se insta a destruir, desmoralizar, aniquilar e incluso hasta llevar a terminar con su propia vida al enemigo, en alusión a los textos de Jaime Durán Barba, asesor de campaña del Pro hace más de una década.
También dijo que que buscan destruirlo con ataques arteros, planteados con la misma liviandad con la que se discutió recientemente ante la Comisión de Asuntos Constitucionales el encuadre legal de la destitución: Nulo, vacío, inconsistente, arbitrario, revanchista e incluso sin acuerdo en el propio oficialismo.