Si El Frente de Todos repite su performance de las PASO tendrá un Congreso amigable pero no alcanzará la mayoría en ambas Cámaras. Pese a acercarse al 50% y de superar por más de 15% a Juntos por el Cambio el armado encabezado por Alberto Fernández no contará con quórum propio en la Cámara Baja. Pero si lo logrará en el Senado.

La realidad del Senado no es sorpresiva, la forma de distribución de las bancas, dos por la mayoría y una por la minoría, deja al peronismo siempre el puerta de alcanzar la mayoría sólo depende de su nivel de unidad. En este caso, con la unidad consolidada, el Frente de Todos sumaría 40 senadores, tres más de los necesarios para lograr quórum.

Por su parte, Cambiemos, si logra mantener su alianza, también aumentará su representación: pasará de 24 a 27. El resto de semicírculo se completará con cinco bancas que tendrá representación de partidos provinciales.

En Diputados el panorama sería distinto. Siempre es más complejo que un gobierno logré mayoría propia, sin embargo El Frente de Todos quedaría a tan solo 17 voluntades de alcanzar el quórum.

Si se repite la performance del 11 de agosto el Frente de Todos se alzará con 112 bancas. Cambiemos quedará con 110, Consenso Federal con 9, el Frente Cívico por Santiago con 7 y el FIT con 3. El escenario se completa con 5 bancas del peronismo cordobés y 10 que tendrán representación de partidos provinciales.   

Sin bien como muestran los números el Frente de Todos no tendría quórum propio también es cierto que con el aporte de los 7 diputados del Frente Cívico por Santiago – de buena relación con todos los oficialismos nacionales –  y con el aporte de los 5 diputados por el peronismo cordobés quedará a pocos votos de la mayoría. Sin embargo la coyuntura lo obligará a negociar y a especular con una fractura de Cambiemos.