La ultraderecha calienta motores en Chacarita rumbo a las elecciones del domingo. Levanta temperatura en la esquina de Corrientes y Dorrego. Las fuerzas del cielo agitan las banderas amarillentas de Gadsden, ícono del libertarismo y el esclavismo. ¿Lo sabrán?
No faltan banderas de Israel y del candidato vestido de león. Cerca se apilan los militantes del diputado derechoso, economista mediático y aspirante presidente Javier Milei. La extrema diestra cierra la campaña en el Movistar Arena. Se esperan 15 mil personas. La casta libertaria aguarda ansiosa el último show del loco de la motosierra y grupos del gremio gastronómico aportan el toque popular.
Noche de los muertos vivos. Los militantes lucen pines con héroes jurásicos y contemporáneos: Jair Bolsonaro, Julio Argentino Roca, Juan Bautista Alberdi y el blondo republicano Donald Trump. También con frases como “Aplasta la cultura marxista” o “Milei o la salida es Ezeiza”.
Homenaje a Carlos Menem, el Mileimóvil descansa sobre el Parque Los Andes, junto a otros micros que acercaron a las huestes liberales al acto.
Hay una feria liberal. Los mercaderes aceptan pesos, dólares, transferencias, lo que venga. Libertad de mercado. Dólar Blue arriba de mil. Otros dealers ofrecen remeras y cuadernos con la cara del líder ultra facho. “Milanesas a un dólar”, zamarrea un verde un muchacho. Devaluados.
La fila para entrar al estadio es una serpiente venenosa emplumada. Repta por Corrientes hasta las fauces del coliseo donde Milei dará su sermón a las fuerzas del cielo. El Padre Nuestro liberal: respeto de la vida, la propiedad privada y el Dios mercado. Amén.
No cabe un alfiler en el estadio. “Bienvenidos a la jungla”. Suena oportuno el clásico de Guns N’ Roses desde los parlantes. El setlist incluye hits de los Stones, Los Violadores -Pil Trafa debe estar revolcándose en su tumba- y el “Ku Klux Klan se llevó a mi chica” de los Ramones. También una versión libertaria del pachanguero “Provocame” de Chayanne que hace delirar a los zombies.
En primera fila, abrazado a la valla, Juan aguarda el inicio del show derechoso. Tiene 30 pirulos, es de Mar del Plata y se gana el pan en los bienes raíces. Vende casas. Luce una gorrita con el slogan “Las Fuerzas del Cielo”, que compró a 3000 pesos. “La casta tiene miedo. Nosotros venimos por lo nuevo. Que gane el mercado y saquen la ley de alquileres”, se entusiasma.
Pánico, locura, miedo y asco en Villa Crespo. El estadio delira. Pide el recorte del Estado. Un muchacho blande una motosierra de cartón en el campo. Todos unidos, calientan sus gargantas para recibir a la plana mayor de La Libertad Avanza. Una caterva de streamers en trance, famosos clase b, negacionistas, elegantes liberales canallas recién afeitados. Libertarios, liberales apolillados, detractores del Estado y odiadores de diverso pelaje nutren el parnaso. Entonan su grito de guerra, su palabra fetiche, su mantra eleuteromaníaco: “¡Libertad, libertad, libertad!”.
Virgen a los 70 en el fango de la militancia de base, doña Rosa subraya que se acercó al ágape “mileisiano” por motu proprio. “Soy jubilada, una ciudadano común que quiere menos Estado, libre tenencia de armas, comprar dólares, dejar de alimentar a la casta política. Este sistema tiene que cambiar, o nos quedamos en el pasado”. Cierra Rosa, lookeada con vincha #votaamilei y abraza a Píparo, que canta un tema noventoso de Vilma Palma, hit de los años del menemato. Volver al pasado. Cerquita, el ultraliberal Bertie Benegas Lynch deja ver su reloj de alta gama y se saluda con unos gastronómicos de Barrionuevo que llegaron desde la zona Oeste. Baño de pueblo.
«Creo que habría que iniciar lo que hizo (Julio Argentino) Roca, que es suspender las relaciones diplomáticas con el vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario”, clamó el otro Benegas Lynch, Alberto, el hombre de 83 años y primo del líder revolucionario «Che» Guevara.
Nueve y media suben los candidatos. En el filo del tablado, los custodia Karina Milei, “El Jefe”, encargada del armado político y la campaña de su hermano. Milei llega al escenario a los empujones desde el campo. Suena un shofar y pegadito estalla “Panic Show” de La Renga. El león desata su furia sobre las tablas. Lo custodia su vice, la Villacruel. Hace su gracia Milei. Sus grupies deliran.
Al cierre estalla en los parlantes “Se viene” de la Bersuit. Papelitos, banderitas y globos. Un final a toda orquesta. Entonces, los libertarios dejan el estadio en masa. Una serpiente cascabel que repta por la avenida Corrientes, en dirección a la Casa Rosada. Que no lleguen.
Carolina Ragazzon
20 October 2023 - 10:10
además de fiesta igual a las q hacía MM y su partido, porque se creen estrellas, lo que expresaron ES preocupante: "libre tenencia de armas"..... así q ya saben lo que van a generar, va a ser realmente sálvese el que pueda.