Antes de la pandemia, el gobierno había fijado el martes 27 de octubre como el día elegido para realizar el censo 2020. Con cinco meses de cuarentena a cuestas y sin un horizonte precisos sobre la aplicación de la vacuna, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) postergará todo el operativo para el año que viene, posiblemente en noviembre, cuando se hayan concretado las elecciones legislativas nacionales del 24 de octubre.
«Ante el retraso de los trabajos pre-censales por pandemia, estamos evaluando la postergación del censo para 2021 y procuraremos poner la mejor fecha posible porque será un año electoral», confirmó a Tiempo el director del organismo, Marco Lavagna, en la misma línea del anticipo que hizo hace dos semanas el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el informe de gestión del Ejecutivo que entregó a la Cámara de Diputados
A la pregunta n° 344, Cafiero detalló que hay «diversos operativos censales en el mundo que son afectados» por la pandemia, como el caso de Brasil que «pospuso la realización del censo para el 2021, cuando originalmente estaba previsto para agosto 2020», mientras que «Panamá también postergó para el año próximo el censo que tenía previsto realizarlo el 24 de mayo». En Ecuador «las demoras en las tareas censales han puesto en riesgo la realización del operativo en noviembre de 2020» y agregó que «algo similar ocurre en Costa Rica y China que están analizando la fecha definitiva del operativo final».
La aplicación de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, cuya fabricación para América Latina se realizará en Argentina y en México, marca una línea de tiempo para operativos de alcance nacional como el censo. Según anunció el presidente Alberto Fernández, las primeras dosis serían distribuídas en el primer semestre del año próximo. En el INDEC esos datos confirmaron los escenarios de postergación del censo.
«Si recién se podrá vacunar en mayo, tendremos que hacer previsiones, el mes próximo vamos a tener una definición oficial, pero es posible que se concrete en noviembre del año próximo, y no vemos posibilidades de realizarlo en 2022, salvo que tengamos un problema presupuestario muy importante», amplió una alta fuente del Palacio de Hacienda, cuya estructura incluye al INDEC.
En la cartera que conduce Martín Guzmán y en el INDEC ya tienen cálculos. Sostienen que el costo total del censo «está dentro de los parámetros presupuestarios internacionales», que arrojan un valor de tres a cuatro dólares por ciudadano censado. En Argentina ese costo implicaría una erogación que varía entre los 130 y los 180 millones de dólares para contabilizar a los 44 millones de argentinos, una aproximación estadística en base a los números del último censo, realizado en 2010.
Los trabajos requieren un mínimo de dos años de anticipación. Una parte del operativo comenzó este año, con «las actividades pre censales» como la revisión del mapa de viviendas registradas en el archivo que tiene el INDEC y es clave para armar las rutas de los censistas.
En marzo estimaban realizarlo en mayo de 2021 pero la extensión de la cuarentena y los pronósticos de impacto de la pandemia forzaron una reprogramación que todavía está en estudio. «Tenemos que lograr el mejor resultado posible, y no podemos perder de vista la cuestión electoral, porque no podemos meter un censo en medio de ese proceso», detallaron en el INDEC.