Aún los gobiernos provinciales se mostraron predispuestos a pagar el bono de fin de año, ya están empezando a dudar de que puedan hacerlo. Confirmada la negativa de Nación de ayudarlos financieramente, los gobernadores abren el paraguas. Libertad de acción para pagar o no pagar, dijeron esta semana desde el ministerio del Interior de Rogelio Frigerio, sabiendo que la mayoría -si no todas- de las administraciones provinciales tienen sus números en rojo.
El ministro de economía bonaerense, Hernán Lacunza, explicó que «un bono de 1000 pesos para 600 mil trabajadores significan 600 millones de pesos, y eso significaría ahondar un déficit que deberán pagar los contribuyentes. Para poder pagar ese bono deberíamos sacar los recursos de otro lado: o endeudarnos o subir los impuestos. Este es el estrés fiscal que tiene la Provincia», afirmó el funcionario.
En el caso de Santa Fe, el gobernador Miguel Lifschitz adelantó que no pagará el bono de fin de año y su colega mendocino, Alfredo Cornejo, reiteró a la prensa local que la provincia, en el mejor de los casos. podría » depositar una ayuda extra a los empleados para las Fiestas».
Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro, también descartó que se pueda otorgar una compensación económica como exigieron los gremios estatales y pidió comprensión. «Pedimos que nos entiendan. No hay mala voluntad ni animosidad hacia el trabajador público. Tenemos escasez de recursos y falta de fondos», aseguró Weretilneck.
La gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, anticipó que «sin apoyo del Gobierno nacional, la provincia no podrá afrontar el pago de esa erogación, mientras que desde Jujuy, el ministro de Hacienda Carlos Sadir, remarcó que «no hay disponibilidad de recursos económicos» para abonar ese beneficio.
El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, manifestó en declaraciones a la prensa que «a nosotros nos resulta imposible afrontar ese gasto, aunque el diálogo con los sectores gremiales está abierto».
En Salta, los estatales realizarán una contrapropuesta al gobierno provincial en una reunión programada para mañana a la tarde, tras rechazar el ofrecimiento que la semana pasada hizo el jefe de Gabinete, Carlos Parodi, quien había propuesto otorgarles un bono de fin de año de 2.500 pesos, en dos cuotas.
En Tucumán, el gobernador Juan Manzur, no descartó la posibilidad de abonar un bono, pero recordó que en setiembre el gobierno tucumano «otorgó 750 pesos a los trabajadores del Estado».
Con este panorama, hasta ahora sólo pagarían el famoso bono de fin de año las provincias de San Luis, Misiones, San Juan y Chubut, aunque en ninguno de los casos será de 2000 pesos y en una sola cuota, tal como se había anunciado con bombos y platillos desde el gobierno de Macri