El Bolsón, la pequeña urbe rionegrina atravesada por el río Quenquemtreu, se vio sacudida durante el atardecer del martes por el avance de otro río, pero de personas, que avanzó por la ruta 40 hacia las instalaciones del Escuadrón 35 de Gendarmería.
Se trata de una de las cuatro unidades de aquella fuerza que participaron en el operativo en el cuál Santiago Maldonado fue visto por última vez. Su sede ahora parecía desierta; en realidad, el personal tenía orden de no asomar ni siquiera la nariz.
En tanto, los dos mil manifestantes un número no menor en una urbe con 19 mil habitantes coreaban el ya clásico Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables. Una consigna que ya perecía sepultada en el pasado.
Los manifestantes portaron fotos y pancartas de Santiago Maldonado y no dejaron de cantar ¡con vida lo queremos!. El final de la marcha dejó como imagen elocuente la fachada del escuadrón de Gendarmería lleno de pintadas a modo de testimonio desesperado de reclamo y justicia.