La policía Montada cargando contra las Madres en plena Plaza de Mayo aquel 20 de diciembre de 2001 es una de las imágenes que quedaron grabadas en la memoria colectiva de esos días brutales que se vivieron en el final del gobierno de la Alianza. Varios de quienes luego sufrirían la represión en las calles, relatan que la decisión de marchar a la Plaza se impuso a partir de lo que mostraba la televisión sobre las mujeres de pañuelos blancos.
Ese día las Madres habían llegado temprano, cerca de las 10, movilizadas por las detenciones que se veían por televisión en las primeras horas alrededor de la Plaza. Habían convocado al mediodía para entregar una carta a Fernando De La Rúa en reclamo de la liberación de los presos políticos y luego marchar en la Pirámide de Mayo, pero el Estado de Sitio decretado la noche anterior y la represión las hicieron adelantar la actividad.
Junto a Hebe de Bonafini estaban también Marta de Badillo, Carmen de Guede, Celia de Prosperi, Elsa de Manzotti, Evel de Petrini, Elvira de Triana, Ada Feigelmüller de Senar, Mercedes de Meroño y Juana de Pargament, entre otras, varias de ellas presentes en la foto que ilustra esta nota. También las acompañaban un pequeño grupo de jóvenes. Había apenas unas 200 personas en la Plaza.
Al llegar tuvieron sus primeros cruces con la policía por las detenciones arbitrarias que realizaba la policía. Pero el momento determinante fue a las 11.20 cuando, desde un altoparlante, la policía anunció que había 15 minutos para desalojar la plaza.
La amenaza se cumplió pasadas las 11.30: tres grupos del Cuerpo de la Montada de la Policía Federal, generalmente utilizada como último recurso, ingresaron a rebencazos, palazos, balas de goma y gases lacrimógenos. En los siguientes dos minutos, la plaza ya había sido prácticamente desalojada.
Las Madres se tomaron de los brazos para protegerse y formaron un cordón para evitar que la Montada avanzara contra otras personas. En ese momento, estas mujeres que en su mayoría tenían 70 años, fueron rodeadas por Infantería y por los policías a caballo, que comenzaron a golpearlas y a embestirlas. Muchos y muchas se acercarían después a la plaza movilizados por esas imágenes.
Los hechos de ese día fueron investigados por el fiscal federal Franco Picardi y fue elevado a juicio en abril de este año, aunque, pasadas ya dos décadas de los hechos, el Tribunal Oral Federal 6 aún no fijó fecha de inicio.
El fiscal logró reconstruir el accionar de las fuerzas de seguridad y consiguió la identificación de tres de los más de 40 efectivos que participaron de la represión: el subcomisario Ernesto Weber, quien estaba a cargo del operativo de la Montada y fue quien dio las órdenes y coordinó el accionar desde la misma plaza, y de dos efectivos que fueron reconocidos a través de fotos y videos, Fernando Villegas y Luis Rodríguez.
En un primer momento, Picardi intentó imputar a todo el cuerpo de combate de la Montada por su participación en la represión a una marcha pacífica, sin embargo, el juez de instrucción, primero a cargo de Claudio Bonadio y, tras su muerte, de Marcelo Martínez de Giorgi, exigió la identificación concreta de cada efectivo y la acción específica que realizó. Por lo que sólo quedaron estos tres policías, acusados por las vejaciones que sufrieron las Madres y otros grupos de manifestantes ese día: Weber como autor mediato y Villegas y Rodríguez como autores directos de esos delitos.
A través del peritaje realizado sobre videos y fotos por parte de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal de la Procuración General, se logró identificar a Villegas y a Rodríguez en el momento en el que golpeaban a las Madres y a otros manifestantes. El rol de Weber fue detallado durante el juicio por la represión de 2001 en el que resultaron condenados el exsecretario de Seguridad del gobierno de la Alianza, Enrique Mathov, el ex jefe de la Policía Federal Rubén Santos y otros jefes policiales. Si bien Weber no estaba imputado en ese debate, se lo señaló como un acto protagónico en los hechos.
“Nunca nos pegaron con esa furia y ese odio”, dijo Hebe al testimoniar en ese juicio, que finalizó en 2016. Con Bonafini hubo un especial ensañamiento. Beba de Petriniescuchó que un policía a caballo le decía a otro que fuera directo a golpearla a Hebe. Cuando ella se interpuso recibió varios bastonazos en la espalda y luego disparos de balas de goma en sus piernas. Otras Madres también recibieron golpes y algunas fueron heridas en los pies por las pisadas de los caballos.
Finalmente lograron subirse en una camioneta de FM La Tribu, que se acercó para refugiarlas. Las Madres que participaron esa mañana de la actividad debieron ser atendidas por los golpes y heridas que recibieron y no pudieron participar de la marcha de las 15.30. Sin embargo, como todos los jueves desde 1977, otras integrantes de Madres se acercaron a la plaza y caminaron alrededor de la Pirámide de Mayo en medio de la violencia policial.
Desde ese momento, la Asociación presidida por Hebe impulsó el enjuiciamiento de los responsables de la represión que dejó cientos de personas heridas y 39 asesinadas en todo el país por las fuerzas de seguridad, cinco de ellas en los alrededores de la Plaza.