El plan de ajuste del gobierno nacional también alcanzó a las gestiones por la soberanía de las Islas Malvinas. En el presupuesto 2018 de Cancillería, el programa que establece acciones diplomáticas para gestionar el reconocimiento de la soberanía de las islas tendrá un recorte de casi 6 millones de pesos, sin contar la inflación interanual.
«Acciones Diplomáticas para la Promoción del Reclamo Argentino de Reconocimiento de la Soberanía Nacional de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur», se llama el programa de la Subsecretaría de Malvinas y Atlántico Sur. En el presupuesto actual, votado a fines del 2016, cuenta con una partida de $ 75.260.831. En cambio, en el presupuesto 2018, la cifra desciende a $ 69.807.894, sin contar la inflación interanual, estimada en 22%.
El área ya había sufrido una devaluación en marzo de 2016, cuando dejó de ser Secretaría (como se había establecido bajo la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner) para volver a ser subsecretaría, compartiendo el rótulo con la Antártida y Atlántico Sur. «La ex Secretaría de Islas Malvinas se ha transformado en la Subsecretaría de Malvinas y Atlántico Sur, como ha sido tradicionalmente», lo justificó en ese momento la canciller Susana Malcorra. Y agregó: La cosa es muchísimo más compleja que sólo las Islas Malvinas y nos pareció que esto estaba dentro del manejo armonioso de las relaciones.
La hoy ex funcionaria estuvo envuelta en otro escándalo en septiembre del año pasado, cuando firmó un comunicado con Gran Bretaña donde se proponía adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos.
Por la firma del documento, Malcorra y el vicecanciller, Carlos Foradori, fueron denunciados penalmente por el Centro de ex Combatientes de La Plata (Cecim). Pasado más de un año, la causa reposa en Comodoro Py.
Primero hubo una decisión política de bajarle el rango a la secretaría, ni bien asumieron. Después el comunicado, como un nuevo avance para favorecer el desarrollo económico de Gran Bretaña, y consolidar su presencia en Atlántico Sur. Por eso ahora no nos llama la atención que hagan una disminución del presupuesto para ejecutar los reclamos por la soberanía, remarca Ernesto Alonso, del Cecim.
Lamentablemente la Argentina ha dejado de reclamar en foros internacionales, y dejó de promover el reclamo en el ámbito latinoamericano.
Alonso también se refirió a la llegada de un avión militar británico desde Malvinas a Ezeiza, semanas atrás, lo que precedió al anuncio de Defensa acerca de que ya coordinan un diálogo bilateral: Estamos transitando lo que se vivió en los noventa. Primero dándoles la posibilidad de explotar los recursos pesqueros, luego en esta etapa se centran en los recursos hidrocarburíferos y minerales, y un reequipamiento militar en la fortaleza de Monte Agradable, que ya fue anunciado por los británicos por 80 millones de libras; la tercera fase será avanzar hacia la Antártida. Tener la puerta de entrada a toda esa posibilidad de recursos científicos-tecnológicos y minerales. Ese es el objetivo final.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto es el encargado de sostener el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, según manifiestan de manera oficial. Dentro de los objetivos figura diseñar estrategias y coordinar acciones desde el punto de vista de la política exterior en el ámbito bilateral y multilateral para la mejor defensa de los derechos e intereses argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur, articulando las acciones necesarias con los Organismos e Instituciones de la República y los foros internacionales, promoviendo la conciencia de tales derechos en la ciudadanía argentina y global. También se proponen profundizar la difusión de la posición argentina relativa a la disputa de Malvinas, como así también el estudio e investigación de temas vinculados a los territorios y espacios marítimos del Atlántico Sur bajo disputa de soberanía, incluyendo la planificación y dirección de la política antártica en coordinación con Organismos Nacionales en los distintos foros internacionales.
Sin embargo, a diferencia de los presupuestos anteriores, ésta vez no incluyen metas concretas como la Elaboración de Material Audiovisual e Impreso sobre la Cuestión Malvinas, Organización de Seminarios y Talleres Temáticos, Mantenimiento de la vigencia de la Cuestión Malvinas en el Ambito de las Naciones Unidas, Promoción de la Posición Argentina para el Logro de Apoyo a Nivel Bilateral y el proyecto de investigación Recopilación y Organización de Antecedentes sobre la Cuestión Malvinas.
La menor preponderancia de Malvinas dentro de la política de la Cancillería se trasluce incluso en las veces que es mencionada dentro del presupuesto. Mientras en 2017 se la nombra 18 veces; para el de 2018 apenas 11. En el segundo semestre el único comunicado que publicó la cartera sobre Malvinas fue el agradecimiento a la Cruz Roja por el reconocimiento de cuerpos, a principios de mes.
Consultados por los recortes presupuestarios, desde el Ministerio que conduce Jorge Faurie desistieron de hacer declaraciones.