La resistencia del gobierno porteño para vacunar al personal docente y no docente aún en medio del regreso a las aulas, tuvo un impacto negativo en la valoración ciudadana. A principio de mes el Gobierno Nacional sugirió utilizar las dosis chinas de Sinopharm para ese sector, sin embargo, recién el miércoles se inició la inmunización para maestros y maestras en la ciudad.
La consultora evaluó el nivel de acuerdo con la frase «Se debe vacunar a los docentes de forma prioritaria” y la diferencia es muy marcada: 86,2% están a favor y un 11,5% en contra. Si se desagregan los datos, un 47,4% dijo estar de acuerdo, el 38,8% muy de acuerdo, un 2.9% en desacuerdo y un 2,2% muy en desacuerdo. El resto no sabe.
Con respecto a la implementación del sistema de vacunación contra la COVID-19, un 35,1% considera que es bueno mientras que un 33.5% lo califica como malo o regular. Según el sociólogo Francisco Martinelli, integrante de la consultora, se trata de un “fuerte empate”.
“Lo que se discute dentro de la sociedad porteña está directamente emparentado con lo que sería la publicidad que le pueden hacer a la vacunación, cómo se comunica y cómo se muestra. Se ha tirado mucha oscuridad sobre lo que es vacuna. Algo muy paradójico fue la última manifestación en contra del Gobierno Nacional, donde participaron dirigentes de Juntos por el Cambio y del oficialismo porteño. Si se la compara con la anterior, en la primera estaban en contra de la vacuna, decían que era veneno y en la última fue al revés. La queja fue porque no nos vacunan a nosotros y se vacunan ellos. Aquellos que están más fervientemente enfocados en defender un partido político, van a tender a hacer todo lo posible por seguir fundamentando su idea. La vacunación no es una medida únicamente sanitaria, sino que también es una medida política y es electoral también”, le dijo a Tiempo Argentino.
La encuesta se realizó días antes del caos que se produjo ayer con la inmunización de personas mayores de 80 años en los centros habilitados en el Luna Park y en San Lorenzo en Boedo. Pero Martinelli considera que puede tener impacto en la imagen de la administración porteña. “Lo de ayer (por el martes) también sienta un precedente. Esto ya se vio el año pasado con los jubilados yendo a cobrar y haciendo largas colas, fue un escándalo. Acá se volvió a repetir el escándalo pero en esta ocasión no fue en manos del gobierno de la Nación sino de la Ciudad”, afirmó el analista político.
Otro de los puntos que se testearon fue la gestión de la pandemia, que se abordó desde tres puntos: gestión de salud en general, sanitaria y económica. “Acá también tenemos otro empate: un 44% que dice que es positiva contra un 46% que la considera negativa. La gestión económica es la peor de todas mientras que la sanitaria es la mejor de todas. No necesariamente están responsabilizando a la Ciudad o a Nación, hay un gris alrededor de eso, de quién es el responsable de esta situación”, explicó Martinelli.
En cuanto a la gestión educativa, si se compara la encuesta que Proyección realizó en enero con la de marzo, se ve un crecimiento en la aprobación. “En comparación con la anterior, la evaluación en el tema de Educación creció mucho: tenía una suma total positiva de 48% y ahora tiene un 57% positivo. Creo que se debe a la campaña del regreso a la presencialidad, eso le dio mejor imagen al Gobierno”, indicó el sociólogo.