Domingo Peppo, gobernador de Chaco, les reclama a los legisladores que garanticen que en el Presupuesto quede plasmado algún mecanismo que automatice la transferencia de fondos a las provincias. También es uno de los armadores de la renovación del peronismo que quiere dejar al kirchernismo atrás. «Algunos dirigentes tendrán que entender que tampoco pueden estar en la primera fila de exposición ni tener aspiraciones de búsqueda de conducción y liderazgo. Tienen que ponerse en la cola y empezar de nuevo», dijo al criticar a los candidatos peronistas que perdieron las elecciones.
Peppo, al igual que Gustavo Bordet de Entre Ríos, Roxana Bertone de Tierra del Fuego o Carlos Verna de La Pampa, integran el grupo de mandatarios peronistas que busca mantener una buena relación con el gobierno nacional. En su caso, fue uno de los que apoyó abiertamente el acuerdo con los fondos buitre, pese a haber accedido al gobierno en representación de una fuerza política que hizo de la resistencia a los holdouts una bandera de defensa de la soberanía económica.
Admite que todavía no pudo constatar en su provincia la llegada de inversiones que pronosticaba ese acuerdo y, ahora, ante el debate sobre la Ley de Leyes, busca no quedar atado a la discrecionalidad del Poder Ejecutivo al momento de asignar recursos, habilitar endeudamiento a las provincias e iniciar obras públicas. En el plano legislativo, estos mandatarios provinciales coordinan con el Bloque Justicialista que encabeza Diego Bossio, y en el plano político tienen una pata en la provincia de Buenos Aires con el llamado Grupo Esmeralda de intendentes, cuya cabeza política es Gabriel Katopodis de San Martín.
¿Se está consolidando el llamado peronismo renovador, entre gobernadores e intendentes bonaerenses y diputados justicialistas?
Este es un espacio interesante, algunas ideas se materializarán y tendrán que generar consenso con otros bloques, incluso con el oficialista, en la búsqueda de profundizar ese federalismo tan mentado, y el lugar para hacerlo es el Presupuesto, pero lamentablemente, muchas veces no lo vemos.
¿Pueden participar todos de esta corriente renovadora del peronismo?
Es esencial renovar. Pero la búsqueda del desarrollo y la igualdad de oportunidades no sólo se hace en la exclamación y el reclamo. La sociedad tiene que poder ver un justicialismo activo que tiene vocación de ser poder en la Nación. No es que tengamos veto a alguien es especial, lo que queremos es un método de construcción política de cara a la sociedad y con autoridades territoriales, encabezado por aquellos que sí podemos decir que hemos ganado en nuestros distritos. Los otros dirigentes pueden estar, pero tendrán que entender que tampoco pueden estar en la primera fila de exposición ni tener aspiraciones de búsqueda de conducción y liderazgo. Tienen que ponerse en la cola y empezar de nuevo, la única forma en la política para volver es el trabajo y esfuerzo, y eso se llama militar. No vetamos a nadie, pero queremos actitudes de apertura al diálogo y un método progresista.
¿Cómo se posicionan como peronismo renovador ante el gobierno de Mauricio Macri?
Hemos reconocido logros importantes del gobierno nacional, como las devoluciones de 15% a las provincias que en forma progresiva genera un incremento de recursos, pero tenemos una lista de obras que nos gustaría que sean incluidas en el Presupuesto. En un país donde hay una distribución desigual de la riqueza y marcadas asimetrías es necesario achicarlas y para eso requerimos de recursos del Estado, para defender derechos y mejorar condiciones para el desarrollo. Desde el gobierno se plantean ideas con las que coincidimos, como la transparencia en la gestión, la reforma del Estado, el acceso a la información pública y un mayor acceso a la justicia por parte de todos los sectores.
¿Y qué le critican?
Falta promover el consumo interno, promover la inversión pública y privada, lograr una mejor accesibilidad al crédito el desarrollo y todavía nos falta crecer en materia económica con mayor distribución. También necesitamos una mejor protección de nuestra industria y nuestro trabajo. En el caso del Chaco, la apertura a las importaciones nos está haciendo mucho daño, en particular a la industria textil, ya que cayó sustancialmente el área de siembra de algodón y ahora se produjo el cierre de una fábrica hilandera textil. Eso son malas noticias y no coincidimos para nada. Sí sostienen que tienen una mirada de mayor planificación y más recursos para las provincias, pero cuando al analizar la distribución de la obra pública no lo vemos plasmado en el Presupuesto, entonces creemos que hay contradicciones en ese sentido. Ellos se basan en una concepción política de dejar librado todo al mercado y nosotros los peronistas creemos que hay que intervenir para ser parte en la búsqueda de la equidad y ponerse de lado de los sectores más desprotegidos.
¿Su objetivo es que en el Presupuesto quede garantizada la automatización de las transferencias de recursos?
Eso es fundamental. El desfinanciamiento se está dando en las provincias por la caída de los ingresos de coparticipación por la baja en la actividad económica, que repercute en la recaudación del IVA, y en la reforma que se pretende hacer del Impuesto a las Ganancias (que es coparticipable). Nos pega fuerte, no nos deja margen para atender las cuestiones fundamentales en materia de salud, seguridad, justicia y educación, que son las áreas más importantes, mucho menos para el desarrollo y crecimiento.
¿Y también pretenden autonomía política para poder endeudarse?
Totalmente. En nuestras provincias tenemos sistemas de control, regímenes muy exigentes para el endeudamiento, incluso esas decisiones deben pasar por las cámaras legislativas, requieren mayorías especiales. Ahora estamos en un federalismo dirigido. Nos quieren decir para qué o cómo y bajo qué circunstancias nos podemos endeudar. Apelo a la responsabilidad que tenemos las provincias en el manejo de las finanzas públicas.
¿Considera que hay favoritismo?
Hubo distritos que fueron beneficiados más que otros, claramente. Planteamos además que ya hay tres provincias que reciben el 15%, como Capital Federal, con la transferencia y modificación de su índice bajo el argumento de la transferencia de la policía. Eso genera desigualdades. Hay muchos recursos para obras para algunos programas que tienen financiamiento internacional que fueron asignados a Capital y provincia de Buenos Aires. «
«Había que cerrar el tema buitres»
¿Cree que se resarció a las provincias luego del apoyo de los gobernadores para garantizar el pago a los fondos buitres?
El pago a los buitres significó una mirada distinta del mundo hacia Argentina en función de haber cumplido con el mundo financiero. Tengo la peor opinión sobre los fondos buitre, pero sí creo que había que cerrar el tema por el futuro de la Argentina para garantizar la búsqueda del financiamiento para el desarrollo. Era endeudamiento para crecer.
¿Y cree que tuvo un buen resultado?
Hay una mirada distinta hacia la Argentina, no hemos visto inversiones, por lo menos en mi provincia, pero hemos estado en el mini Davos y tuvimos reuniones con gente que mira con expectativa esa posibilidad.