El gobierno nacional decretó un día de feriado nacional para este martes para que la población pueda ir a recibir y acompañar a los jugadores de la Selección Nacional campeona del mundo. Tras las idas y vueltas sobre el lugar y el recibimiento oficial en Casa Rosada, hasta el lunes por la noche no se sabía si el presidente iba a mantener un encuentro con los jugadores por fuera del festejo encabezado en la AFA en el Obelisco.

Es que todo indica que la Selección puede llegar a ir a la Casa Rosada a encontrase con el presidente tras la difusión de un mensaje por parte del área comunicacional de Presidencia: «Mañana habrá operativos de seguridad en toda la ciudad. Por esa razón, y por directiva de Casa Militar, la Casa Rosada permanecerá cerrada para trabajadoras y trabajadores, incluida la prensa acreditada. Solo se permitirá el ingreso de personal esencial», difundieron.

Las dudas comenzaron el mismo domingo tras el triunfo. Algunos gobernadores, como Ricardo Quintela de La Rioja y Raúl Jalil de Catamarca, decretaron asueto en sus administraciones este lunes, a la espera de la definición nacional. La definición del presidente recién llegó para el martes a la noche. El objetivo del gobierno, según explicaron, es que coincida con el recibimiento de la selección mundialista. Las únicas excepciones serán la AFIP y los bancos, que funcionarán hasta las 12 del mediodía.

Por su parte, los gobernadores de Chaco, Corrientes, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Santa Fe y San Juan aviaron que no adherirán al feriado nacional decretado para este martes 20 de diciembre por el presidente Alberto Fernández.

Apenas se conoció la decisión del gobierno de decretar feriado nacional, dirigentes de la oposición, como Patricia Bulrrich y Alfredo Cornejo, salieron a criticarlo. Incluso el gobernador santafesino del Frente de Todos Omar Perotti comunicó que su provincia no va a adherir al feriado nacional. Lo mismo hizo su par catamarqueño que también se bajó del feriado porque el festejo en su provincia fue el mismo lunes. “Tenemos ante todo obligaciones claras que debemos cumplir y que son esenciales: liquidación del aguinaldo para los trabajadores, cumplimientos con proveedores, una cadena de pagos que depende de que los organismos públicos trabajen en forma regular durante esta semana, que tiene menos días hábiles por el asueto ya establecido para el próximo viernes 23”, explicó el ministro de Gobierno, Juan Cruz Miranda.

En tanto, el gobierno de Río Negro, al mando de Arabela Carreras, comunicó: «Cabe aclarar que por tratarse de un Feriado Nacional, no hay posibilidad por parte del Gobierno Provincial de adherir o no, sino que el mismo es de efectivo cumplimiento». No obstante, desde el Gobierno de Rio Negro se objetó esta decisión del Gobierno Nacional. El Ministro de Gobierno y Comunidad, Rodrigo Buteler aclaró que “no estamos de acuerdo con la medida dispuesta por Nación, ya que para con la idea de facilitar los festejos en CABA y Conurbano, se afectarán las actividades en todo el país. Los alumnos y las alumnas perderán un día de clases y las administraciones verán afectado su funcionamiento”, señalaron.

Lo mismo sucedió con el goberndor Osvaldo Jaldo de Tucumán, ladero del jefe de gabinete Juan Manzur, quien tampoco se sumará al feriado nacional. “Mañana todos los tucumanos tienen que ir a trabajar”, aseguró el gobernador.

Es que las dudas sobre qué decisión iba a tomar el Ejecutivo ante el eventual y esperado triunfo habían comenzado el jueves con la conferencia de prensa de la portavoz Gabriela Cerruti quien había asegurado que “fútbol y política no se mezclan”. Hasta el momento, no se sabe si Alberto mantendrá una reunión privada con los jugadores para felicitarlos en persona.

Por lo pronto, Tiempo supo que el ministro de Seguridad Aníbal Fernández recibió este lunes por la tarde a sus pares de provincia y ciudad, Sergio Berni y Marcelo D’Alessandro para coordinar el operativo de traslado desde Ezeiza hasta el obelisco.

El decreto que oficializó el feriado salió recién a las 20.30. La tarde del lunes caía y la gente ya se agolpaba en los alrededores del aeropuerto internacional de Ezeiza para vivir una jornada inolvidable, que culminó con la centralidad del Obelisco, el monumento identificado con la ciudad, donde Horacio Rodríguez Larreta no dejó pasar la oportunidad de mostrarse como anfitrión, ahora sí, ya sin las vallas.