Una de las tradiciones del peronismo era considerar al movimiento obrero su columna vertebral. Esa definición implicaba darle protagonismo en el gobierno cuando se administraba el Estado y reservarle lugares en las listas –el 33%, es decir un tercio de las candidaturas- cuando llegaba el tiempo de las elecciones. Los tiempos han cambiado. Sin embargo, a pesar de la desindustrialización ejecutada por la dictadura y reimplantada a todo vapor por el gobierno de Mauricio Macri, el sindicalismo mantiene su presencia. Su acción tiene visibles efectos a la hora de condicionar o frenar los objetivos estructurales del neoliberalismo. Pero el rol de los dirigentes sindicales identificados con el peronismo también incluye, en ciertos casos, una faceta exclusivamente política y, si se quiere, territorial. Porque entre los protagonistas de las PASO de este domingo aparecen varios gremialistas que se postulan como precandidatos a intendente en municipios muy poblados del Gran Buenos Aires.

Cada uno de ellos compite en la primaria para representar al Frente de Todos en la elección local del municipio en el que vive. Los nombres en danza son Walter Correa, diputado nacional y secretario general del gremio de Curtidores, que se postula como precandidato a intendente de Moreno; Francisco “Barba” Gutiérrez, secretario de Relaciones Internacionales de la UOM, que hará lo propio en Quilmes; y Edgardo Depetri, actual concejal en Lanús y de larga trayectoria gremial en ATE y CTA. Depetri compite por la candidatura a intendente en ese distrito del sur del conurbano.  Entre los dirigentes de extracción sindical que probarán sus chances en la PASO se encuentra además Octavio Argüello, del sindicato de Camioneros, precandidato por el Frente de Todos en el municipio de Tres de Febrero. Otro precandidato con historia sindical es Víctor De Gennaro, quien por esas curiosidades de la política y de la historia competirá en las PASO de Lanús con un ex compañero de ruta, luego distanciado, como el propio Depetri.

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(Foto: Twitter)

Los gremialistas que pretenden gestionar sus distritos pueden apelar al pasado, ya que existen varios ejemplos de dirigentes sindicales que llegaron a ser intendentes. Los más conocidos, post-1983, fueron Hugo Curto en Tres de Febrero y el propio “Barba” Gutiérrez en Quilmes, donde gobernó por dos períodos, entre 2007 y 2015. Para conversar sobre esta faceta dual, entre movimiento obrero y territorio, Tiempo consultó a tres de los precandidatos de procedencia sindical que competirán este domingo. Son Correa, Gutiérrez y Depetri. “Yo soy un militante del campo nacional y popular y tengo la posibilidad de que no se me encasille en mi rol sindical al frente de Curtidores. Porque también fui concejal de Moreno y sé lo que significa la labor del militante territorial. Una militancia territorial con una construcción muy sólida, profunda, desde la base y los cimientos, y que siente el pueblo porque es parte del pueblo”, arrancó Correa ante la consulta de este diario.

El gremialista de los Curtidores y de la Corriente Federal de los Trabajadores se presenta como precandidato a intendente de Moreno, uno de los municipios con mayores necesidades básicas, con crecientes índices de violencia y un presupuesto municipal muy bajo en relación a la cantidad de habitantes. “En nuestro distrito se vive un estado de emergencia, que es general en toda la provincia pero que en Moreno se agudiza por el estado de abandono producto de que hay un gobierno nacional, provincial y municipal que están ausentes. Ante esta situación nosotros proponemos descentralizar la intendencia, priorizar las delegaciones municipales y crear consejos barriales para que los vecinos y las vecinas sean partícipes de las políticas de la comuna. Presupuesto hay: hoy se están destinando 100 millones de pesos para alquileres, como el Concejo Deliberante, cuya estructura se alquila al mismo dueño desde hace más de treinta años. En esta situación de emergencia es inaceptable alquilar inmuebles. Esos fondos pueden estar destinados a salud, educación y seguridad. El Concejo tendría que trasladarse a Cuartel V (barrio periférico, en el límite con José C. Paz) y funcionar por ejemplo en una sociedad de fomento”, planteó Correa.

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Ante la realidad que vive Moreno, gobernado desde 2015 por Walter Festa, Correa anunció una serie de medidas drásticas. Aparte del cese del alquiler de los edificios oficiales, el precandidato propuso revisar y hacer cumplir el contrato con la empresa de recolección de residuos El Trébol SA mientras se avanza hacia la municipalización del servicio. También prometió endurecer el control sobre la empresa de transportes La Perlita SA. “Es una empresa monopólica, que nadie controla ni audita. Además, nosotros queremos relanzar el proyecto de brindar un servicio de transporte colectivo de manera autogestiva, como el que en los años ’90 prestaba El Colmenar, una organización popular creada desde el mutualismo. Por otro lado, ante el abandono del hospital, que es de la gobernación pero no se hace cargo y frente a la inacción del municipio, que tampoco exige que se haga cargo, entendemos que hay que potenciar de forma urgente todas las unidades sanitarias. Y si es necesario levantar un hospital de campaña en cada plaza de Moreno para atender la salud de nuestro pueblo, estamos firmemente convencidos de que lo vamos a hacer”, advirtió.

Correa calificó a su propuesta electoral, que cuenta con el apoyo de un arco importante de gremios en la zona oeste del GBA, como “la lista de Cristina en Moreno”. “Nuestra lista, la lista 4, puede definirse sin complejos, contradicciones, ni falsedades, como la lista de los hijos de los doce años de Néstor y Cristina. En estos cuatro años de macrismo, en los que hubo que oponerse y resistir, nosotros lo hicimos desde el seno del pueblo, los trabajadores, los vecinos y vecinas. Con mucha humildad puedo decir que en nuestra lista no hay sapos, ni sapitos, ni escuerzos. Y además, nuestra lista habla de los problemas con nombre y apellido y va a fondo con las políticas de emergencia que hay que implementar para enfrentar el abandono en el que está Moreno. Con nosotros habrá un municipio horizontal, participativo y presente”, remarcó el gremialista de Curtidores y diputado de Unidad Ciudadana.

Si Correa y Depetri estrenan su rol de precandidatos, el “Barba” sabe bien de qué se trata. El referente de la UOM, como se sabe, ganó la intendencia de Quilmes por dos mandatos consecutivos hasta que en 2015, en pleno ascenso de Cambiemos, perdió la elección. Lo venció el ex cocinero mediático Martiniano Molina. “Sería necio no reconocer que a lo mejor en nuestro gobierno hubo alguna falencia o carencia, pero la oportunidad de que ahora volvamos a presentarnos para gobernar el municipio con un apoyo importante nos da la pauta de que hay una valorización de toda nuestra gestión, sobre todo en los temas más humanos: la familia, la educación, la salud, la tarea social, la promoción y la protección en la tarea productiva con empresas y comercios”, afirmó Gutiérrez ante la consulta de Tiempo. “Ahora nosotros creemos que tenemos grandes chances de ganar las PASO y de ser los candidatos del peronismo en Quilmes. Si eso sucede, obviamente, vamos a abrir la lista y también el futuro gobierno a todos los compañeros que estén dispuestos a avanzar en la unidad”, subrayó el dirigente de la UOM.

Las encuestas que se han hecho sobre Quilmes indicarían que las chances de reelección de Molina son bastante bajas. “Lo de Molina es una gestión opaca, elitista, para un sector, que desprecia a la integralidad de nuestro distrito: en los barrios la gente se inunda, la recolección no pasa y en las salas municipales no hay medicamentos. Molina hizo eje en la infraestructura por haber arreglado algunos caminos y por haber traído al Metrobus. Pero el Metrobus es bueno si tengo trabajo y tengo para la SUBE. Pero hoy no hay trabajo y muchos quilmeños y quilmeñas no tienen para la SUBE. Y, aparte, el Metrobus tiene un montón de falencias de estructura, porque cada vez que llueve se inunda”, enumera Gutiérrez. Cuando se lo consulta por la encrucijada entre su perfil sindical y la pretensión de volver a ser intendente, el “Barba” recurre a una cita de Lorenzo Miguel, máxima autoridad para los afiliados de la UOM. “Lorenzo siempre repetía: ‘no hay solución gremial, hay solución política’. El movimiento obrero tiene que estar comprometido con un proyecto político: ya sea en el orden nacional, en el orden provincial o, fundamentalmente, en la ciudad en la que vivimos: en mi caso particular, Quilmes”, remarcó.

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(Foto: Pedro Pérez)

Nacido en Santa Fe pero consolidado como dirigente sindical en el yacimiento de carbón de Santa Cruz (fue secretario general de ATE-Río Turbio), Depetri reside en Lanús desde 1987. Desde 2015 ocupa una banca en el Concejo Deliberante del distrito. El gremialista surgido en la CTA junto a Germán Abdala utilizó ese espacio para darle visibilidad a los sucesivos conflictos –por despidos y suspensiones- que en los últimos cuatro años llevaron la desocupación en Lanús del 6% al 12%. “En estos años, desde la banca, encaramos una experiencia de gestión con un fuerte protagonismo de los movimientos sindicales y sociales. Hemos canalizado muchísimas demandas porque en Lanús todos los días hay cierres de fábricas: acá cerró la ex Nidera, que dejó a 300 trabajadores en la calle; cerró también Techint, que dejó afuera a 150 trabajadores; la papelera Papel Tec dejó 50 familias en la calle; cerró Aniello, una pizzería emblemática de Lanús; cerró Musimundo. En este marco, la experiencia de nuestra campaña electoral parte de esa identidad, del movimiento obrero y los movimientos sociales. Eso sí, también ampliamos con los empresarios, con sectores del comercio y la universidad”, repasó Depetri.

Al igual que Correa y Gutiérrez, Depetri competirá con otros precandidatos del Frente de Todos. Este domingo se definirá quién será el candidato a intendente de Lanús por ese espacio. “Yo tengo un origen, y ese origen es la militancia sindical, que me da orgullo. En el pasado, los compañeros del movimiento sindical que fueron intendentes vivieron diferentes procesos históricos: a algunos les tocó ver cómo avanzaban la desocupación, la pobreza y la miseria. Cuando llegaron Néstor y Cristina los intendentes del conurbano vieron fortalecerse y crecer a sus ciudades. En el Gran Buenos Aires se vivió el crecimiento de la industria: por ejemplo, acá (por Lanús) se duplicó el parque industrial, se mejoraron los salarios y se avanzó en derechos. En suma, a mí no me interesa ser intendente de Lanús pero con Vidal gobernadora y con Macri presidente. Porque no hay destino para los trabajadores de Lanús, ni para la ciudad, en un proyecto que sólo prioriza el mercado externo, la exportación de materias primas, cuanto mucho minería y petróleo, y que deja afuera al sector industrial, que es el creador de empleo”, subrayó a este diario.