El martes pasado, el diputado nacional Guillermo Carmona (FpV-PJ/Mendoza) presentó en la mesa de entradas de la Cámara Baja dos proyectos de resolución con el objeto de invitar, respectivamente, a los embajadores de Estados Unidos, Edward Prado, y de Israel, Ilan Sztulman, a exponer ante la comisión de Relaciones Exteriores del cuerpo.
La intención de Carmona, como también de los quince diputados que firmaron ambos proyectos, es que Prado y Sztulman informen a los legisladores sobre la presunta vinculación del operador judicial y agente de inteligencia Marcelo D’Alessio con organismos y agencias públicas tanto de EEUU como de Israel.
Vale recordar que durante el allanamiento en la vivienda de D’Alessio, en el barrio privado Saint Thomas del municipio de Esteban Echeverría, se encontró documentación con membrete de la Embajada estadounidense en Buenos Aires. También se hallaron formularios con un encabezado del Ministerio de Defensa israelí, al igual que informes –escritos en inglés, emitidos por organismos oficiales de EEUU- sobre los movimientos y las propiedades en territorio norteamericano de personas que estaban siendo espiadas o de sus familiares cercanos. Estos documentos aún están siendo chequeados.
Además, en los diálogos telefónicos y los chats de WhatsApp que intercambiaba D’Alessio se encontraron referencias a la ciudad norteamericana de Maine, que sería el destino de algunos de los informes que enviaba el autodenominado “especialista en narcotráfico” que hasta el estallido del escándalo por la denuncia del empresario Pedro Etchebest solía ser presentado en la TV como una autoridad en la materia que además, supuestamente, era abogado.
Hoy se sabe que no completó nunca la carrera de Derecho. D’Alessio está detenido y procesado en una causa por espionaje ilegal en el marco de una asociación ilícita.
“El Congreso tiene que investigar la actuación de los servicios de inteligencia extranjeros en la Argentina, respecto de los cuáles existen pruebas en esta causa. Estos proyectos de resolución, con la invitación a los embajadores, consisten en una primera opción en ese sentido. Todo en función de los hechos de espionaje extranjero en la Argentina que surgen de esta investigación”, explicó el propio Carmona en comunicación con Tiempo.
“Después habría que ver si se pueden ampliar estos dos proyectos de resolución, porque los embajadores pueden decidir aceptar la invitación a presentarse en la comisión de Relaciones Exteriores u optar por rechazarla. Por ejemplo, hay dos iniciativas que tenemos previstas, que consisten en el envío de toda la información disponible sobre este tema que existe en el Congreso Nacional tanto al Congreso de los Estados Unidos como al Parlamento israelí. Porque queremos dar noticia de estos hechos muy graves, como lo son las probables acciones de servicios de inteligencia extranjeros en nuestro país”, profundizó el diputado en diálogo con este diario.
La convocatoria voluntaria a los dos embajadores es una potestad de los legisladores aunque tiene, como se dijo, el carácter de una invitación. Que los embajadores, naturalmente, pueden rechazar. Eso es lo que establece la Convención de Viena, que reglamenta el funcionamiento de las relaciones diplomáticas entre las naciones.
Otra alternativa, aunque ya dependería de la voluntad del Ejecutivo (en este caso, del gobierno de Mauricio Macri), sería que el canciller Jorge Faurie citara a los embajadores de ambos países al Palacio San Martín. Este recurso es potestad de los gobiernos, y en general suele utilizarse a modo de queja cuando un gobierno constata la injerencia de una nación extranjera en sus asuntos internos.
Hace unos días, al presentar el proyecto que invita a los dos embajadores a presentarse en el Congreso, Carmona recordó particularmente los antecedentes del estadounidense Prado. Ex juez del Estado de Texas, el representante del gobierno de Donald Trump en Buenos Aires emitió una declaración muy sugestiva al presentarse ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano. “Mi intención es continuar trabajando con los abogados y jueces de la Argentina para mejorar el sistema judicial y fortalecer la confianza de la gente en el sistema judicial”, dijo entonces.
Carmona aludió justamente a aquellos dichos: “Habiendo expresado su compromiso con la Justicia y con la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, Prado debería estar interesado en aportar elementos que puedan clarificar esta situación tan grave”, dijo hace unos días en diálogo con el diario Página/12.