Luego de más de seis horas de debate, el oficialismo logró aprobar con 135 votos a favor, 110 en contra y dos abstenciones, el proyecto para el sector de biocombustibles. La iniciativa giró ahora al Senado. Se espera que se trate en el recinto en dos semanas.
Al Frente de Todos lo acompañaron los aliados del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, el bloque Acción Federal, y la neuquina Alma Sapag. También la tucumana Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social) y los justicialistas Eduardo “Bali” Bucca y Andrés Zottos. En Juntos por el Cambio acompañaron de manera positiva los diputados radicales que responden al gobernador jujeños Gerardo Morales, mientras que en contra lo hizo el resto del interbloque, además de Córdoba Federal, y los de Izquierda Socialista Juan Carlos Giordano y Mónica Schlotthauer. Las abstenciones fueron de los macristas Julio Sahad y Héctor “Tito” Stefani.
Por otra parte, la Cámara baja también aprobó casi por unanimidad la modificación al monotributo para eliminar la deuda retroactiva que se habían acumulado los contribuyentes con la actualización de principios de junio.
El debate sobre biocombustibles comenzó pasadas las 17:30 de este jueves y contó con una extensa lista de oradores. El presidente de la Comisión de Energía, el oficialista Omar Felix señaló: “Se nos acusó de impulsar una norma intervencionista. Se trata de un mercado que existe solamente por la decisión política expresada en una ley. Es lógico que se tomen previsiones para un crecimiento armónico y no se generen efectos no deseados”.
En ese sentido, el diputado: “Adaptamos el marco regulatorio a nuevos escenarios y generamos con la nueva norma herramientas que den previsibilidad, sustentabilidad, y seguridad jurídica al sector”.
El mendocino recordó que, durante la gestión del macrismo, hubiese sido bueno que, en lugar de importar combustibles, se hubiera cubierto la demanda por biocombustible de origen nacional. “Entre los años 2016 y 2019 se importaron combustibles por aproximadamente 6000 millones de dólares, 4200 millones de gasoil y 1600 millones de naftas. Que bueno habría sido que esos volúmenes hubiesen sido cubiertos con biocombustibles, tal vez no hubiesen tenido que cerrar la planta que fue desguazada en Santiago del Estero y evitar la salida de divisas. Esperamos que en el futuro no vuelva a ocurrir. Y que si las refinadoras no alcanzan a cubrir la demanda nacional, los volúmenes faltantes se cubran con biocombustibles de las plantas nacionales. Por eso esta ley prevé específicamente en el artículo 16 la sustitución de importaciones de combustibles fósiles con biocombustibles hasta donde lo permita la capacidad de producción local y en el artículo 17 establece condiciones para la participación equitativa de las empresas del sector”, expresó el legislador mendocino.
Por el lado de Juntos por el cambio se advirtió que el oficialismo quitó del dictamen la palabra “mínimos” de todos los artículos en los que el proyecto fija los porcentajes de los cortes de biocombustibles. Denunció que es una ley más que viene a darle “súper poderes” al gobierno.
“Lo que hoy el oficialismo nos trae a discutir es cortoplacismo y mediocridad. Un traje a la medida de unos pocos empresarios amigos del kirchnerismo”, manifestó la también representante de Mendoza, por Cambiemos, Jimena Latorre.
“Este proyecto no es una prórroga del régimen de la ley 26.093 como propuso el Frente de Todos en el Senado. Tampoco es un nuevo régimen de promoción y fomento. Por el contrario, hay castigo para el que invirtió y un incentivo a la mediocridad. En realidad es un proyecto regresivo, intervencionista e inconstitucional”.
Según la diputada radical, los únicos beneficiados son “unos pocos y por demasiado tiempo. Serán pocas empresas que seguirán en pie a costa del capitalismo de amigos K”, dijo, haciendo referencia al empresario santafesino Federico Pucciariello y Juan Carlos Bojanich, el CEO del Grupo Bahía Energía.
Más duro fue el titular de Consenso Federal, el bonaerense Alejandro Topo” Rodríguez. Cuestionó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof: “Duele que el Gobierno que encabeza Kicillof no haya dicho nada respecto de este tema. ¿Por qué? Porque el gobierno bonaerense quiere hacer de la provincia de Buenos Aires una provincia petrolera. Por lo tanto, no le interesan los biocombustibles”.
“Soy diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. En la provincia se baja de manera brutal la obligación de combinar biodiesel con el diésel. Por lo tanto, voy a votar totalmente en contra de este proyecto”, anticipó.
Desde la oposición tucumana celebraron el proyecto. En el recinto, Domingo Amaya, del PRO, manifestó que “si no tuviéramos esta ley y la producción de bioetanol, ese azúcar debería destinarse a un mercado externo, que tiene precios de quebranto. Sin esta ley, la industria azucarera estaría hundida. No tendría futuro”.
El pasado 12 de mayo venció el régimen la Ley de biocombustibles impulsado durante el gobierno de Néstor Kirchner que fue extendida por el gobierno de Alberto Fernández por 60 días. En el Senado se aprobó una prórroga de la norma, presentada por la oficialista María de los Ángeles Sacnun.
En Diputados se propuso un nuevo proyecto. La iniciativa que lleva la firma del presidente del bloque Máximo Kirchner, el santafesino Marcos Cleri, y el propio Omar Felix, entre otros, busca prorrogar el uso del sistema de biocombustibles hasta 2030 con una reducción de corte obligatorio del 10 al 5% en la mezcla entre biodiesel y gasoil. En cuanto al bioetanol elaborado con caña de azúcar al 6% y el mismo porcentaje de bioetanol a base de maíz. Además, la Cámara de Diputados tratará en esta jornada, el nuevo régimen para monotributistas.