Diputadas nacionales de distintos partidos políticos se reunieron con la intención de avanzar en la sanción de la Ley de Paridad de Género, uno de los puntos que tenía el ya caduco proyecto de reforma electoral que pretendía imponer el macrismo. Cristina Álvarez Rodríguez (FPV-PJ), Karina Banfi (UCR-Cambiemos), Carla Pitiot (Frente Renovador) y Victoria Donda (Libres del Sur), junto a la dirigente massista Malena Galmarini, en representación de sus bloques, participaron de una charla que busca darle fuerza al pedido de que la paridad de género se apruebe antes de fin de año.Álvarez Rodríguez señaló que se busca analizar el camino a seguir para garantizar la sanción del proyecto de paridad: «Con la reforma electoral caída, creemos que dado que hay un proyecto con media sanción como el de la senadora peronista Marina Riofrío, hay que trabajar sobre esa línea».
Entre los sectores críticos del proyecto de reforma electoral que fue frenado en el Senado por el Frente Para la Victoria, advertían que el debate de la paridad de género era una estrategia de Cambiemos para «lavarle» la cara a la criticada iniciativa que contiene la implementación de la boleta electrónica. Más allá de la conveniencia política, una mayoría coincidía en que era la oportunidad para terminar con la desigualdad machista a la hora de acceder a los cargos en el Congreso. La equidad en la conformación de los cuerpos legislativos atraviesa de manera transversal a los partidos políticos: hacia afuera los dirigentes sostienen una posición en común, pero puertas adentro mantienen tensiones, ya que muchos varones se oponen.
En ese sentido, las mujeres retomaron la ofensiva. La traba principal es que la paridad de género está incluida dentro del texto de reforma electoral que tiene media sanción en Diputados pero fue frenada en Senadores, entonces no puede ser tratada por separado. Si las diputadas pretenden tratar ese proyecto deberán conseguir primero que el Poder Ejecutivo amplíe el temario de convocatoria a extraordinarias para incluirlo en el listado. La peor foto sería que las mujeres, que hemos avanzado tanto en conquistas de derechos, tengamos que seguir esperando lo que en provincias como Buenos Aires y Salta ya es una realidad, indicó Álvarez Rodríguez.