Tras casi 3 años eludiendo la justicia, el militar retirado Cinto Courtaux fue capturado en pleno centro porteño el sábado al mediodía, cuando se encontraba de camino a la oficina de uno de sus abogados. Con total impunidad caminaba por la zona de Avenida Santa Fe y Pueyrredón cuando fue detenido por las fuerzas de seguridad.
En este contexto, horas después del fallo de la Corte Suprema que benefició a represores con el 2×1, la detención de Courtaux «es un impulso para los familiares y sobrevivientes en su búsqueda de justicia», indicó el abogado de la querella, Pablo Llonto y agregó: «El 2×1 no nos va a hacer mella. Vamos a seguir buscando uno por uno a todos los represores».
Fue indagado por la jueza federal de San Martín Alicia Vence este lunes por la tarde.
Courtaux, de casi 70 años, fue el jefe del Destacamento 201 de Inteligencia del Estado Mayor del Comando de Institutos Militares que funcionó en Campo de Mayo.
Por su rol central en la inteligencia militar, es investigado en la causa Contraofensiva de Montoneros en el marco de la megacausa Campo de Mayo. Según testigos de la época, participó varios operativos en la zona norte del conurbano.
Cuando fue citado a indagatoria en 2014 no se presentó y fue declarado en rebeldía días después por la jueza federal de San Martín Alicia Vence y se ofrecía una recompensa de 500 mil pesos.
Al momento de su fuga se conoció que Courtaux tenía vínculo con otro represor prófugo de la misma causa, el ex teniente Ricardo Luis Von Kyaw, quien se había escapado de la justicia en 2010 y fue capturado en Panamá en 2014.
Junto a Von Kyav, trabajó más de 10 años en la empresa Videco, una consultora de seguridad que en 2007 vendió a la multinacional Securitas por más de 16 millones de euros.