Días después de la detención del jefe de la policía de la Ciudad, José Pedro Potocar, el gobierno nacional tendió puentes con el fiscal porteño José María Campagnoli y designó a su abogado y ex colaborador, Ignacio Irigaray, en la Oficina Anticorrupción.

Así lo dispuso el presidente Mauricio Macri este miércoles en el Boletín Oficial a través del decreto 303 que cuenta también con la firma del ministro de Justicia, Germán Garavano y que lo designó como director de Investigaciones. 

De familia judicial, Irigaray fue durante años colaborador de Campagnoli en la fiscalía porteña de Saavedra y Núñez. En 2014, además, fue su abogado en el proceso de juicio político iniciado contra el fiscal junto a Ricardo Gil Lavedra.

Irigaray es cotitular de un estudio de abogados junto a su esposa, Daniela Portino González, quien representó a los empleados de la fiscalía de Saavedra que amenazaron a través de redes sociales a la fiscal Cristina Camaño, quien ocupó esa fiscalía durante la suspensión de Campagnoli.

El abogado ya tuvo su paso por la función pública. En 2003, llegó de la mano del ex fiscal Norberto Quantín, también cercano a Campagnoli, a la Secretaría de Seguridad Interior, donde se desempeñó en la Dirección Nacional de Información Para la Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Interior y luego como Coordinador de Programas en el Consejo de Seguridad Interior.