La comunidad educativa de Moreno ha decidido no retomar las clases el lunes como consecuencia de las dos muertes que causó la explosión por una pérdida de gas. Alrededor de 250 directivos de escuelas del distrito se reunieron este sábado en la Media 2 de ese partido y determinaron “la suspensión de clases a partir del lunes” por tiempo indeterminado.
Las muertes de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, a causa de que el gobierno bonaerense no prestara atención a sus constantes reclamos por pérdida de gas llevó a los directores de las escuelas a elaborar un documento sobre el estado de la infraestructura de cada establecimiento. El texto retoma los problemas ya denunciados ante el Consejo Escolar. Instarán al Ministerio de Educación bonaerense a plantear un plazo para que las obras sean realizadas y se pueda impartir clases en condiciones.
El documento sostiene que mantendrán esta postura “hasta la certificación y habilitación de profesionales matriculados”, de los ministerios de Educación y Trabajo de la provincia “que dé cuenta de las condiciones adecuadas del edificio” en temas como gas, electricidad, agua “y demás problemáticas de riesgo en cada uno de los servicios educativos del distrito”. También piden que los inspectores certifiquen las condiciones edilicias.
Los directivos aseguraron que buscarán garantizar la continuidad pedagógica y los servicios de los comedores para preservar a los chicos. También pidieron que el Municipio refuerce los cupos en los merenderos barriales y que finalice la intervención del Consejo Escolar que fue “elegido democráticamente por la comunidad morenense”. Sobre sus compañeros fallecidos, pidieron que “se establezcan las responsabilidades políticas y penales de las muertes de nuestros compañeros Sandra y Rubén”.
El lunes habrá reuniones en la puerta de cada escuela con la comunidad educativa, se harán pequeñas asambleas para explicar la situación y marcharán a las 10 a la jefatura distrital. El martes habrá un abrazo a la escuela 49.