Donald Trump, declaró pérdidas por 916 millones de dólares en su declaración de impuestos de 1995, lo que indica que pudo haberse beneficiado con enormes exenciones fiscales durante 18 años, según informó hoy el diario The New York Times, un dato que recalienta la campaña de cara a las elecciones del 8 de noviembre.
De acuerdo con el matutino estadounidense que aseguró haber tenido acceso a parte de una declaración de impuestos del magnate, las reglas fiscales, que son especialmente ventajosas para los contribuyentes ricos, habrían permitido a Trump usar esas pérdidas para cancelar una cantidad equivalente en un período máximo de 18 años.
Esos beneficios fiscales se derivan, según el diario, de las pérdidas financieras que dejó atrás a principios de 1990 por la mala gestión de los tres casinos de Atlantic City, su incursión nefasta en el negocio de las aerolíneas y su compra inoportuna de la Plaza en Manhattan.
Si bien Trump declinó comentar la información divulgada de su supuesta declaración impositiva, sí se despachó vía Twitter: «Conozco nuestras complejas leyes fiscales mejor que cualquiera que haya sido candidato a presidente y soy el único que lo puede solucionar», en un mensaje etiquetado al diario neoyorquino.
También desde su campaña enviaron un comunicado que señala que «el señor Trump es un hombre de negocios altamente cualificado que tiene una responsabilidad fiduciaria con su negocio, su familia y sus empleados para pagar no más impuestos que la obligación legal».
La nota agrega que Trump «ha pagado cientos de millones de dólares en impuestos por la propiedad, las ventas y los impuestos especiales, impuestos de bienes raíces, impuestos estatales, impuestos de los empleados y los impuestos federales», replicó la agencia de noticias EFE.
Los rivales demócratas no tardaron en reaccionar. Desde la campaña de Hillary Clinton presionaron hoy a Trump para que publique sus declaraciones de impuestos.
«Él pudo evadir el pago de impuestos por casi dos décadas, mientras decenas de millones de familias trabajadoras sí pagaron los suyos», señaló a través de un comunicado Robby Mook, director de la campaña de Clinton.
«A eso él le llamó ‘ser inteligente'», ironizó Mook. «¿Por qué él no publica su declaración de impuestos y nos muestra a todos cual ‘inteligente’ que es?», agregó y recordó: «En un año, Donald Trump perdió casi 1.000 millones de dólares. Mil millones. Trump estafó a pequeños negocios, despidió a empleados y abandonó a esas comunidades trabajadoras», mientras a él le funcionó bien porque «utilizó el fracaso de sus negocios para evitar pagar impuestos».
En Twitter, el republicano se defendió: «Yo he creado decenas de miles de puestos de trabajo y restauraré la gran prosperidad de Estados Unidos», alardeó.
Y apuntó contra su rival: «Hillary sólo ha creado trabajos en el FBI y el Departamento de Justicia», en referencia a las investigaciones sobre Clinton por usar un servidor privado para sus mails cuando era secretaria de Estado.
La revelación del diario estadounidense está en sintonía con las sospechas de que Trump se niega a publicar su declaración de impuestos porque tiene algo que ocultar, tal como se dejó entrever en el primer debate presidencial del 26 de septiembre.
Aunque se mismo día, cara a cara con Clinton, aseguró que los expondrá a escrutinio público cuando el servicio de recaudación de impuestos (IRS), la Hacienda de Estados Unidos, termine de auditarlos.
Clinton, por su parte, citó ese día tres posibilidades por las que Trump puede no haber publicado sus impuestos: «O no es tan rico, o no lo ha hecho tan bien, o es que no quiere que los estadounidenses sepan que no ha pagado nada en impuestos federales», dijo la candidata demócrata y hoy el diario The New York Times le dio el espaldarazo a la última de estas hipótesis.
Trump es el único candidato presidencial de uno de los dos grandes partidos que hasta ahora no publicó sus datos financieros. Desde 1976 todos los candidatos a la Casa Blanca hicieron públicas sus declaraciones.