El secretario general del Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación Fueguina –SUTEF–, Horacio Catena, denunció presiones de la gobernadora Rosana Bertone a los docentes para que no participaran del Congreso Internacional de Educación.
«Los organizadores del Congreso han hecho formalmente todo lo que corresponde con mucho tiempo de anticipación para que todos podamos participar», señaló Catena.
Desde el sindicato hicieron notas, reclamos administrativos y pedidos formales al Ministerio de Educación y a la gobernadora Bertone, sin obtener ninguna respuesta: «Nuestros afiliados nos pedían poder asistir. Porque una cosa es un Congreso Internacional de estas características en la Ciudad y otra en Tierra del Fuego, donde no toda la docencia tiene 10 mil pesos para viajar a Capital Federal. Es por eso que los cuerpos de delegados y las asambleas de base tuvimos que definir un paro de 48 horas para que puedan asistir y no ser sancionados, porque la amenaza era que iba a haber sanciones si asistíamos», denunció Catena. «Sancionar a un trabajador que da parte de su tiempo para capacitarse y buscar mejores herramientas para educar a los niños y niñas de la provincia, ahí está la gravedad», afirmó.
El viernes por la noche, la comunidad educativa realizó un festival en defensa de la educación pública. El evento se desarrolló en la plaza Almirante Brown, de la ciudad de Río Grande. En la isla fueguina hay 7000 docentes que no reciben una recomposición salarial desde hace tres años. A esta situación se suma el estado edilicio de las escuelas. Según un relevamiento del SUTEF, en Tierra del Fuego hay 85 escuelas distribuidas en las ciudades de Ushuaia, Río Grande, Tolhuin y asentamientos rurales. En la mayoría funcionan dos o más instituciones. Casi en la totalidad, la jornada se extiende de 7 a 23, de lunes a viernes, y en las escuelas medias los días sábados. La intensidad de uso impide un correcto mantenimiento diario o semanal que, sumado a los ajustes presupuestarios, paraliza el mantenimiento estructural en los períodos de receso escolar. La gran mayoría de los edificios tiene más de 40 años y están altamente afectados por el uso excesivo. «
Teoría y práctica
En la última jornada del Congreso Internacional de Educación e Inclusión desde el Sur, se realizó un conversatorio entre las y los expositores que participaron en las diferentes mesas de debate. El puntapié del encuentro, que comenzó pasadas las 10 de ayer, fue analizar a la escuela como un ámbito de disputa y emancipación. «Este Congreso supone una ruptura respecto de una división histórica, la teoría por una lado y la práctica por el otro. Y nos convocó a aportar el análisis al trabajo de los docentes», dijo Patricia Sadovsky, entre tantas definiciones que se escucharon durante las charlas realizadas en el gimnasio central del Colegio Don Bosco, de Río Grande. Sebastián Urquiza interpeló: «¿Qué hace la escuela con las diferencias? En este congreso pudimos despejar que la inclusión sólo se relaciona con la discapacidad. Un sector de los que nos hablan de la exclusión son los que la producen», concluyó. De la última jornada también participaron Verónica Piovani, Graciela Favilli, Sergio Balardini, Daniel Corinfeld, Laura Kiel y Graciela Morgade. Mientras que Gabriel Brener y Gustavo Galli oficiaron de moderadores.