El diputado nacional por el Frente de Todos Rodolfo Tailhade denunció penalmente al expresidente Mauricio Macri y al exsecretario de Energía Gustavo Lopetegui a raíz de un artículo de Tiempo Argentino que consignó que un día hábil antes de que el gobierno de Cambiemos (en retirada) dispusiera un cepo cambiario, se reunieron con empresarios que inmediatamente después compraron ingentes cantidades de dólares y los transfirieron al exterior.
“Parece absolutamente legítimo sospechar que el ex presidente Macri adelantó a sus interlocutores en aquella reunión que iba a implementar el cepo cambiario ese domingo 1º de septiembre”.
“El uso abusivo de la información privilegiada implica una conducta que afecta el derecho de los inversionistas”, advirtió la denuncia, que quedó radicada ante el juzgado federal número 11 (que históricamente ocupó Claudio Bonadio hasta su muerte y hoy está en manos de Julián Ercolini).
El diputado oficialista remarcó la coincidencia temporal en las reuniones que sostuvieron los ex funcionarios con empresarios de diversos rubros de la actividad económica y la secuencia que desembocó en la compra de dólares justo antes de que se redujera el cupo de dos millones a sólo diez mil mensuales.
La hipótesis que propuso Tailhade indica que los funcionarios advirtieron a los empresarios sobre las medidas que se tomarían el 1 de setiembre de 2019, después de que la fórmula Macri – Miguel Ángel Pichetto perdiera frente a la del Frente de Todos, encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, en las PASO por unos 16 puntos porcentuales.
La denuncia reprocha a los funcionarios “una conducta que altera o pone en serio riesgo el buen funcionamiento y la transparencia del mercado de capitales”, cuya condición de funcionamiento es que “sea seguro, y por lo tanto confiable”.
“Debe tratarse de un mercado en el que todos (los de adentro, que poseen la información, y los de afuera, que no la poseen), desarrollen sus actividades en un marco de igualdad de participación y oportunidades”.
Tailhade describió el presunto delito que les atribuyó a Macri y Lopetegui como “suministrar (comunicar, entregar, proveer, proporcionar, prestar) o utilizar (hacer uso, valerse de) información privilegiada, a la que se tuvo acceso en ocasión de la actividad, posición, cargo o función ocupada”.
“Es el delito del insider trading. Está muy claro que el entonces presidente Macri cumple con esas exigencias normativas”, disparó.
Tiempo publicó en su edición del domingo pasado que “un día antes de que Mauricio Macri decretara un cepo cambiario que redujo la posibilidad de comprar dólares de dos millones mensuales a diez mil para particulares, empresarios que se reunieron con el ex presidente y con varios de sus principales funcionarios compraron grandes sumas de divisa norteamericana y las enviaron al exterior. Tarjetas de crédito, petroleras, entidades financieras y particulares compraron y transfirieron”.
El detalle de ese artículo fue agregado a la denuncia, que –no obstante- aclaró que “el delito no consiste en el hecho mismo de suministrar o utilizar cierta información que un círculo específico de personas debe mantener en reserva sino en ‘aprovecharse’ de tal información ‘para’ obtener ventajas en el mercado de valores, en el marco de una negociación, cotización, compra, venta o liquidación de valores negociables”.
El artículo mencionaba a otros funcionarios en reuniones con empresarios, como Santiago Bausili y Hernán Lacunza, a quien Tailhade no incluyó en su presentación.
Son –añade el texto- “delitos económicos o contra el orden económico, atacan procesos económicos (bienes jurídicos colectivos) y no son las clásicas figuras penales que protegen el patrimonio de las personas (bienes jurídicos individuales)”.
Pese a la constante proliferación de organizaciones, abogados y legisladores siempre atentos a las publicaciones periodísticas y prestos a correr a la Mesa de Entradas de Comodoro Py 2002, no fue sino hasta el viernes último que ingresó, vía Tailhade, el expediente 1116/2022 impulsando una investigación sobre lo publicado por este medio.
La presentación alude a las figuras penales de “violación de secretos, defraudación con la administración pública, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionarios público e infracción de los artículos 307 y 308 de la ley 26.733”, estos últimos que reprimen a quienes “utilizaren o suministraren información privilegiada de manera habitual” y ese uso “diera lugar a la obtención de un beneficio o evitara un perjuicio económico, para sí o para terceros”. Esa figura contempla penas de hasta ocho años de cárcel y “multa equivalente al monto de la operación e inhabilitación de hasta cinco años”.
En aquella jornada del 29 de agosto (previa al cepo) el Banco Central vendió casi 400 millones de dólares. Al menos 50 de ellos podrían ser atribuidos a los empresarios que se reunieron con Macri y Lopetegui, según la hipótesis de la denuncia.
“Los autores de la maniobra consiguieron evidentes beneficios económicos al adquirir divisas que de no haber conocido la información sobre el inminente cepo cambiario no podían haber comprado, de manera que se acredita un incremento patrimonial cierto y determinable”.
Además, “el uso o suministro de información privilegiada causó un grave perjuicio en el mercado. Estamos frente al abuso de información privilegiada por parte de un funcionario público, en este caso el más importante, el entonces Presidente de la Nación”. El diputado nacional por el Frente de Todos Rodolfo Tailhade denunció penalmente al expresidente Mauricio Macri y al exsecretario de Energía Gustavo Lopetegui a raíz de un artículo de Tiempo Argentino que consignó que un día hábil antes de que el gobierno de Cambiemos (en retirada) dispusiera un cepo cambiario, se reunieron con empresarios que inmediatamente después compraron ingentes cantidades de dólares y los transfirieron al exterior.
maria jeifetz | Socio
10 April 2022 - 15:19
Avisar antes de alguna medida restrictiva me recuerda a quien avisó que "el viernes" empezaba la cuerra contra la inflación. Con la diferencia de que no restringió nada.