Una de las críticas más repetidas sobre la gestión de Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno, era el cambio sistemático de baldosas en veredas que estaban sanas ya que habían sido removidas al menos dos veces en un año. Esta situación representaba miles de millones de pesos en gastos. Tal es así, que en  julio del año pasado, el ex jefe de Gobierno lanzó una licitación pública para inspeccionar baldosas en todo el distrito. «Larreta gastó en el primer trimestre cinco millones de pesos diarios en veredas, ahora le paga a una empresa casi $2.247 millones para inspeccionar el estado de las mismas«, denunció en su momento el diputado porteño (MC) de Unión por la Patria Javier Andrade.

Pero en poco tiempo esa situación cambió radicalmente. Cualquier persona que merodea las calles de la Ciudad de Buenos Aires, puede observar a simple vista, que muchas veredas y rampas están deterioradas y en algunos casos destrozadas. En apenas un año de gestión de Jorge Macri, organismos especializados en la problemática de inclusión y accesibilidad y la UBA, denunciaron estos hechos tras la realización de un relevamiento.

“Ver la Ciudad con otros ojos”, es el nombre del informe  que deja en evidencia lo inaccesible que es parte de la Ciudad de Buenos Aires para sectores vulnerables, en especial para personas con algún tipo de discapacidad. El documento se presentó este lunes ante las Comisiones de Discapacidad y Espacio Público de la Legislatura Porteña.

“El relevamiento que hicimos sobre las condiciones de accesibilidad urbana en veredas y vados fue alrededor del Hospital Durán. Después de analizar cuatro cuadras encontramos 40 problemas en relación a baldosas hundidas, rotas o faltantes, 24 problemas en relación a tapas de servicios también hundidas, sobresalidas o faltantes, 23 elementos sobresalientes y 27 problemas causados por las raíces de los árboles”, detalló a Tiempo María Rodríguez Romero Coordinadora de Políticas Públicas. “En relación a los 16 vados relevados se encontraron 28 problemas, siendo los principales roturas y desniveles entre el vado y la calzada”, adhiere Romero.

De este relevamiento participaron la cátedra Sistemas Automáticos de Información Geográfica de la Carrera de Geografía de Filo de la UBA, la Secretaría de Extensión Universitaria y Estudiantil y la Fundación Rumbos.

“Desde el 2017 analizamos la cantidad de obstáculos que hay en la vía pública que limitan la circulación de peatones, especialmente personas con movilidad reducida. Creemos que es necesario que las comunas aumenten el control de la invasión del espacio público, especialmente por parte de los establecimientos gastronómicos, que mejore la calidad de las obras de veredas que se realizan y rever la normativa que le da la responsabilidad al frentista de reparar la vereda”, explica Romero y concluye: “La desfinanciación de la obra pública por un lado y la imposibilidad del frentista de hacerse cargo económicamente de la reparación de la vereda deja al peatón, especialmente a los que tienen movilidad reducida y personas mayores en un estado de desamparo y ante un gran peligro de lesionarse en la vía pública”.

Informes para crear políticas públicas

Si bien el relevamiento en esta oportunidad se centró principalmente en las inmediaciones del Hospital Durán, por la zona de Parque Centenario, la situación es similar en varios puntos de la Ciudad de Buenos Aires y es como consecuencia de la falta de mantenimiento actual.

“Se relevaron distintas barreras urbanas, como por ejemplo las rampas que están en mal estado, las baldosas, los árboles cuyas raíces levantan, los comercios que invaden el espacio público, los kioscos que también lo hacen. Y encontramos que el principal problema es el mal mantenimiento que tienen las veredas de la Ciudad de Buenos Aires que hacen una gran tasa de accidentes, sobre todo en los pacientes del hospital”, contó a Tiempo el diputado porteño Juan Manuel Valdés que preside la Comisión de Discapacidad de la Legislatura.

“Sabemos lo que significa una caída para un adulto mayor o para una persona que está en silla de ruedas. Así que el informe fue de muchísima utilidad y vamos a seguir vinculando el mundo de la Universidad Pública Argentina con las políticas públicas que se discutan en la ciudad”, cierra Valdés.