Lucas Pilquiman fue la última persona que vio con vida a Santiago Maldonado. El martes declaró ante el juez Gustavo Lleral, antes sólo lo había hecho frente a la CIDH, que había protegido su identidad bajo el nombre de Testigo E.
El juez Lleral viajó a Epuyén para tomarle declaración testimonial al joven mapuche de 19 años, quien detalló cómo se sucedieron los hechos cuando escapaba de la Gendarmería durante la represión del 1 de agosto mientras los uniformados gritaban indios de mierda y maten a uno. En ese contexto, se tiró al río, donde vio y tuvo un breve diálogo con Santiago.
Los gendarmes avanzan y se separan en dos grupos, por el medio pasa la camioneta de Gendarmería a fondo para atropellarlos, entonces los peñi entran al Pu Lof y la Gendarmería se forma en la línea de la tranquera. En ese momento, la Gendarmería saca las armas reglamentarias y comienzan a tirar, relató Pilquiman, y detalló que las armas que utilizaban los uniformados eran de 9 milímetros.
Cuando Gendarmería entra a la comunidad, luego de cortar el candado de la tranquera, un peñi (hermano) grita: repliéguense. En ese momento, yo corrí derecho hacia el río. Cuando voy hacia el río lo veo a Santiago que va a la guardia, agarra su mochila y se la pone, y sale corriendo atrás mío. Yo sigo corriendo, bajo hasta donde voy a buscar agua. Hay que hacer como un zigzag para llegar al río. Yo ahí venía con ventaja porque Gendarmería recién estaba entrando cuando nosotros ya llegamos al río.
Pilquiman relató que una vez en el agua: Me di vuelta y vi que (a Santiago) el agua le llega al pecho. Santiago me decía no puedo peñi, siga usted. Dejé que me lleve la corriente y llegué al otro lado del río. Ahí vi a Santiago agachado escondido entre los sauces. Luego confirmo: «Esa fue la última vez que lo vi, agachado entre esas ramas de sauce.
En su declaración, Pilquiman afirmó: Él se metió al agua y después volvió sobre sus pasos. Yo creo que él no pudo avanzar, porque yo sabía que él no sabía nadar y además el agua estaba muy fría. Cuando estoy del otro lado del río sacándome el buzo, puedo ver que había gendarmes en la barranca arriba tirando con 9mm, escopeta y piedrazos, pero abajo en el agua estaba solo Santiago. Ahí ya no lo vi más. Yo nunca más lo escuché a Santiago, ni gritar ni pedir ayuda, las últimas palabras que escuché de él fueron No puedo, peñi.
En otro momento de la declaración ante el juez Lleral, Pilquiman reconoció que no contó que había visto a Santiago porque estaba muy asustado, ya que era la primera vez que vivía algo así.