Después de un largo proceso judicial, que incluyó una suma de irregularidades, Cristina Fernández fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Durante todo el día, y como ya se había advertido, organizaciones sociales se movilizaron hacia los tribunales de Comodoro Py, desde donde se leyó la condena.
A pesar del agobiante calor, y con la consigna de “frenar el golpe de estado”, la organización MILES comandada por Luis D’Elía, Daniel Catalano de ATE, la Federación de Tierra y Vivienda, el Partido Comunista y el Movimiento Territorial Agustín Tosco, se agruparon en el barrio porteño de Liniers antes del mediodía para iniciar una caminata hacia los tribunales de Retiro.
Mientras la columna del líder social avanzaba por la Ciudad, militantes autoconvocados comenzaron a agruparse cerca de las 14 detrás del vallado dispuesto por las fuerzas de seguridad porteñas para cercar el edificio judicial. En el lugar también se encontraba el doctor y dirigente social, Jorge Rachid, quien desde un camión que funcionó como escenario sostuvo que se está llevando a cabo un “golpe empresarial, financiero, mediático”. Junto a él se encontraban Jorge Kreyness, secretario de Relaciones Internacionales del PC y Diego Suárez, secretario general del Movimiento Territorial Agustín Tosco, quienes sostuvieron la necesidad de plantear una reforma judicial integral.
Tras varias horas de caminata, la manifestación comandada por D’Elía llegó a Comodoro Py y el ex subsecretario de Tierras para el Hábitat Social del gobierno de Néstor Kirchner tomó la palabra: «Le digo a La Cámpora, al Evita y al movimiento sindical, que es la hora de luchar. Hay que hacer un nuevo 17 de octubre. Hace 70 años liberamos a Perón. Hoy venimos a liberar a Cristina».
Minutos antes de conocerse la sentencia, autoconvocados comenzaron a llegar al Congreso para demostrarle su apoyo a la dos veces presidenta, quien se encontraba en su despacho en el Senado. A pesar de los cantos y el pedido de la gente de ver a su líder política, el hermetismo de la ventana con vista a la calle Entre Ríos fue total, lo que respondió al estricto control de seguridad que mantienen quienes rodean a la vicepresidenta tras el intento de magnicidio que sufrió el pasado 1 de septiembre.
17:37 el tribunal comenzó a leer las condenas. «Señoras, señores, este juicio terminó”, fue lo último que se le escuchó decir al juez antes que la transmisión se corte, tras leer las condenas por 11 minutos. Una vez que se conoció la decisión judicial, Cristina Fernández utilizó sus redes sociales para denunciar “la mafia y el poder paralelo” que existe en el Poder Judicial.
En ese mismo discurso, la vicepresidenta anunció que no será candidata “a nada”. Tras el sorpresivo anuncio de CFK, las caras de quienes la esperaban en la vereda del Congreso cambiaron por completo. “Me quedo con el dolor de su renuncia. Hoy muchos fueron obedientes y se quedaron en sus casas, pero todos tenemos que estar acá” dijo Zulema, una señora de unos sesenta y largos, entre lágrimas, a una cronista que le preguntó cómo había tomado la decisión de la vicepresidenta.
A pesar de las numerosas declaraciones virtuales que se dieron por parte de los sectores cercanos a CFK, hasta el momento, ni La Cámpora, ni el Movimiento Evita informaron que convocarán a manifestaciones para repudiar la condena a la mujer más importante de la política.