En el marco del Día de la Acción Global por la Soberanía Alimentaria, la agencia Tierra Viva publicó el libro de descarga libre Radiografías del agro argentino. El campo de quienes meten las manos en la tierra. A través de 281 páginas, 23 “radiografías” permiten adentrarse en el territorio de distintas provincias del país. Cada capítulo incluye información cualitativa y datos concretos que dan la posibilidad de ampliar la información a través de enlaces a fuentes, informes oficiales y notas de una amplia variedad de medios informativos.
Con una narrativa que busca contrarrestar el relato del agronegocio y aportar una mirada en clave campesina, cooperativa e indígena, el libro constituye una denuncia activa sobre el saqueo, la concentración de tierras y de mercados. Tiempo Rural dialogó con Darío Aranda, autor, además, de los libros “Argentina Originaria” y “Tierra Arrasada”.
– ¿Cómo surge el libro Radiografías del agro argentino?
– Desde Tierra Viva advertimos que no existía un material de divulgación sobre el agro que condense la mirada campesina indígena, la mirada de los productores familiares. Así surgen las “radiografías”. A medida que fuimos avanzando, se fue abriendo la posibilidad de plasmarlo en un libro. Trabajamos colectivamente en la edición, en la fotografía y en la ilustración. Intentamos que todas las radiografías sean escritas por compañeros y compañeras colegas de cada provincia, que habitan y conocen los territorios. Esto nos parece importante porque, así como hay un centralismo de la información, hay un centralismo de todo en el país, por eso intentamos romper con eso no solo desde la escritura sino también desde la fotografía. Que las historias sean contadas desde los propios territorios.
Lo central de lo que queremos contar no suele aparecer en los grandes medios ni circula por los pasillos de los sectores políticos, por eso priorizamos las voces de los que habitan los territorios, de los que resisten al extractivismo, de los que resisten el agronegocio y también de quienes construyen otra forma de vida como la agroecología, la soberanía alimentaria o, en los términos de los pueblos indígenas, el Buen Vivir.
– Los títulos de los capítulos, de las radiografías, denuncian o describen el desastre, pero al mismo tiempo contienen la esperanza, la resistencia. ¿Qué hay detrás de esa dualidad?
– En todas las radiografías aparece la parte negativa del avance del extractivismo, la consecuencia de este modelo agropecuario que somete a los territorios. En todos los capítulos aparecen las responsabilidades del poder político. En este sentido nos parece importante que quede claro que para nosotros no hay grieta en lo que se refiere al extractivismo y al agronegocio, que es su pata fundamental. Todos los gobiernos de los últimos 30 años fomentaron el extractivismo y el agronegocio. Si bien las leyes de aprobación de los transgénicos fueron sancionadas durante el menemismo, todos los gobiernos siguientes, los que nos puedan caer peor o mejor, fomentaron este modelo. Incluso con la gravedad que implicó la aprobación, durante el gobierno de Alberto Fernández, del primer trigo transgénico del mundo. Eso convirtió a la Argentina en el primer país del mundo que está comiendo trigo transgénico con uso de glufosinato de amonio, tema en el que venimos trabajando mucho y está presente en las radiografías.
Este libro, que es fruto de todo el trabajo que hacemos en Tierra Viva, también responde a ese sueño de contraponerse a la narrativa del agronegocio, hacer el periodismo que queremos y en el que creemos, donde hay denuncia pero también está presente la propuesta agroecológica.
– ¿Por qué pensaron este libro como material de divulgación?
Todo lo que producimos en Tierra Viva intentamos que sea de divulgación, incluso cuando escriben compañeros más del palo de la academia. Las radiografías, aunque son todas investigaciones en sí mismas, no escapan a esa lógica. Siempre nos planteamos que todo el mundo pueda entender claramente lo que estamos queriendo decir.
Nuestro mayor deseo es que el libro pueda transitar los territorios para que las experiencias de resistencia y de construcción se entrelacen y se fortalezcan. Por eso nos interesa la amplificación y nos alegra saber que el apoyo de la fundación Bölt va a hacer posible la impresión del libro, que desde el principio fue pensado como un PDF de acceso libre.
Este libro, como nuestro banco de imágenes libre llamado Minga, son herramientas no solo para las organizaciones, sino también para los medios cooperativos y autogestivos. Para difundir lo que sucede en el campo. Para nosotros el campo no es Monsanto, Bayer, Syngenta, Aapresid, la Sociedad Rural. El campo también es, sobre todo para nosotros, los movimientos campesinos, los pueblos indígenas, las cooperativas que producen alimentos sanos para los argentinos y argentinas y no commodities para la exportación.
– –
El libro puede descargarse acá