El extitular de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner pidió la nulidad de la elevación a juicio oral de la causa de las fotocopias de los cuadernos y el apartamiento del fiscal Carlos Stornelli por la acusación en su contra en el expediente por asociación ilícita que tramita en la justicia Federal de Dolores, cuya cabeza visible es el falso abogado Marcelo D’Alessio.
«Esta presentación no tiene una pretensión recusatoria sino nulificatoria. Más allá de las acusaciones colaterales, el dictamen del Dr. Stornelli, por protección a su misma investidura, debe ser desalojado del legajo. No hacerlo ahora provocará, más tarde o más temprano, una dilación en el proceso con grave afectación de los intereses de nuestro representado y de otros imputados en este proceso», sostuvo la defensa de uno de los primeros «arrepentidos» de Cuadernos.
«Stornelli es un puro y nudo ser humano revestido momentáneamente de los oropeles de la magistratura. Sujeto como todos los seres humanos de filias y de fobias. De odios y simpatías. De pasiones y de prevenciones. En modo alguno pudo haberle sido indiferente al momento de redactar solitariamente el requerimiento de elevación a juicio, el plexo de graves acusaciones desgranadas a su respecto, con afectación incluso de intereses familiares muy cercanos, y de su personería profesional», sostuvo el abogado de Wagner, Zenón Ceballos.
El abogado presentó dos escritos cortos: uno pidiendo la nulidad del dictamen de elevación a juicio de Stornelli y el otro, directamente, la salida del fiscal del expediente. «Las circunstancias públicas y notorias que rodean estas actuaciones, en relación con una causa que tiene radicación momentánea en la ciudad de Dolores, donde el propio Stornelli ha sido imputado de la comisión de delitos y convocado frustráneamente a prestar declaración indagatoria por el Juez competente, no pueden serle indiferentes al momento de emitir un grave juicio de valor sobre el mérito sumarial, como el requerimiento de elevación a juicio».
Con prosa afilada, el abogado de Wagner se preguntó: «¿Puede un ser humano en esas circunstancias pronunciarse con idoneidad objetiva? ¿Pueden a su vez las personas aquí investigadas creer que se encuentran ante un dictamen equitativo y sereno despojado de todo interés personal?». Y respondió la pregunta retórica: «Es imposible, en este caso, considerar la actividad procesal del doctor Stornelli como si la causa que tramita ante el juez Alejo Ramos Padilla no hubiera existido; como si en ella no se le imputaran, con acierto o no, actividades de deslealtad y delito hacia otros abogados intervinientes en estas actuaciones, como si no hubiera efectuado las declaraciones públicas en el sentido de que creía que aquellas actuaciones tendían a utilizarlo para perjudicar estas investigaciones».
Semanas atrás el juez federal Claudio Bonadio dio por clausurada parcialmente la instrucción de la causa de los cuadernos quemados por el chofer Oscar Centeno en la parrilla de su casa. Stornelli pidió, entonces, la elevación a juicio. Simultáneamente, la causa por asociación ilícita que tramita en Dolores continuaba esperando su declaración indagatoria.
El abogado de Wagner sostuvo al respecto que «Stornelli también es un ser humano, sujeto de los fervores y pasiones consiguientes –positivas y negativas– y que esas situaciones procesales no pueden dejar de tener vinculación subjetiva (afectación directa), con la esperable capacidad de su desempeño, uno de cuyos precipitados intelectuales es, precisamente, la imparcialidad».
«Y para tratar de demostrar que nuestra suposición y planteo no era antojadizo ni bizarro, ni siquiera tiene propósitos elongatorios, acudimos a manifestaciones del propio Sr. Fiscal cuando preguntado expresamente el 28/5/2019 en el programa “LN+” sobre si ‘la causa de Dolores es una maniobra para frenar los Cuadernos’, respondió: ‘Sin duda alguna… ese fue el motivo que inspiró a esta denuncia y que llevó a sacarme una foto a mí. No me caben dudas’”.