Luego de permanecer congelada por las elecciones y los tiempos políticos, en las últimas semanas se reactivó la puja dentro y fuera del Congreso Nacional por la designación de un nuevo Defensor del Pueblo de la Nación, cargo que permanece vacante desde hace ocho años. Así, entre la veintena precandidatos y precandidatas en danza, un acotado puñado de nombres parecen perfilarse como ejes de las conversaciones y de las alianzas que pueden permitir destrabar la designación.
El rioquartense Humberto Roggero, ex presidente del bloque justicialista de diputados entre 1997 y 2002, emerge como el candidato con mayores chances de llegar a partir de los dos poderosos legisladores que lo propusieron: el Presidente del Bloque PJ-FpV en el Senado Miguel Ángel Pichetto, y el Senador nacional por el oficialismo de Cambiemos, Roberto Basualdo. Luego de recepcionar las precandidaturas, la Comisión Bicameral debe llegar a un acuerdo para definir los nombres, entre un mínimo de uno y un máximo de tres, del o los candidatos que llegarán con chances de ser elegidos en el Congreso. Se necesita el voto afirmativo de al menos las dos terceras partes de los miembros presentes de cada cámara para que se apruebe el pliego. Sin embargo, los plazos para esta presentación dependen más de los tiempos políticos que técnicos. Parte de los sectores que bregan para que nuevamente haya un Defensor del Pueblo de la Nación en Argentina, expresaron a Tiempo que la intención es que antes del recambio de legisladores del 10 de diciembre, haya un Defensor del Pueblo designado.
Ante ese escenario, según supo este medio, se aceleraron las gestiones para que de la Comisión Bicameral, integrada por siete senadores y siete diputados, proponga los candidatos.
Jorge Sarghini, actual presidente del bloque del Frente Renovador-UNA en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, registra el aval los diputados nacionales Sergio Massa, Marco Lavagna, Graciela Camaño y Felipe Solá como impulsores de su postulación y surge como una de las alternativas de peso a Roggero, según supo Tiempo.
El actual Defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, propuesto por el senador nacional Rodolfo Urtubey, también se perfila como una opción de experiencia y con buen diálogo con todos los sectores, siendo además uno de los principales reclamantes en instancias judiciales y políticas para que se active la designación del Defensor nacional, en su calidad de presidente de la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina, entidad que nuclea a los y las ombusdman de todo el país.
En caso de haber terna, estos tres precandidatos picaron claramente en punta para las candidaturas definitivas en la mesa de negociaciones que integran, entre otros, el senador Pichetto y el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó.
Desde los movimientos sociales, especialmente el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), se impulsa la candidatura del abogado y militante social Juan Grabois, propuesto por la diputada nacional de Libres del Sur Victoria Donda. La candidatura de Grabois también cuenta con el apoyo de representantes de organismos de derechos humanos, gremiales y del ámbito cultural y académico, y se presenta como una opción que intenta abrir y comunicar el debate al resto de la sociedad. De hecho, Grabois pidió públicamente a la presidenta de la Comisión Bicameral, la senadora Marta Varela (Pro) que convoque a un debate público con los otros candidatos.
El actual diputado de Peronismo para la Victoria (Movimiento Evita) Remo Carlotto, también cuenta con el apoyo de organismos y representantes del ámbito de los derechos humanos, y alcanzó el aval de sus pares Silvia Horne, Carolina Gaillard, Araceli Ferreyra, Lucila De Ponti, Andrés Guzman y Leonardo Grosso para que impulsen formalmente su precandidatura. De todas formas, las conversaciones de estos legisladores con los referentes de los movimientos sociales por la precandidatura de Grabois también se intensifican, con resultado abierto. Mientras tanto, circulan versiones de que en breve se difundirán las candidaturas.