El voto electrónico en la ciudad de Buenos Aires tuvo enormes dificultades para concretarse en particular por el mal funcionamiento de las máquinas y del sistema en general, llamado BUE.
El tema generó una declaración lapidaria de la jueza María Servini, responsable de los procesos electorales en la Capital Federal quien, a pocas horas de iniciados los comicios, advirtió que “resulta preocupante el grado de improvisación” que mostraron la empresa y el gobierno porteño.
Servini alertó a la Cámara Nacional Electoral (CNE) sobre la «impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral», en un escrito enviado a Alberto Dalla Via, titular de ese organismo judicial.
La propia CNE manifestó su “preocupación por la situación generada” por el sistema de votación con boleta electrónica utilizado en la Ciudad de Buenos Aires, “en tanto dificultó la participación de los votantes” porteños “y también en el proceso de votación para cargos nacionales, ajeno a las deficiencias de dicho sistema electrónico local”.
Quién es MSA
La empresa a cargo del sistema de voto electrónico es MSA, conocida antes como Magic Software Argentina.
Fue la única oferente de una licitación que realizó el gobierno de la ciudad en junio, con lo que se adjudicó el contrato por U$S 21 millones para realizar la votación porteña de las PASO y la primera vuelta. Si hubiera una segunda vuelta, incrementaría la facturación con otros U$S 5 millones más.
MSA fue creada en 1995 y se dedica al desarrollo del software. Con el paso del tiempo, se especializó en sistemas electorales, para lo cual creó, además del software específico, máquinas de votación.
El sistema BUE se empleó en la elección de jefe de Gobierno porteño de 2015, la primera que ganó Horacio Rodríguez Larreta. En aquel momento, MSA fue el centro de críticas por el pobre desempeño del equipamiento.
Informe lapidario
El 1 de agosto, Servini recibió un preocupante informe por parte del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación sobre el sistema BUE, en el que se subrayó varios puntos que “podrían requerir atención”.
Entre otras preocupaciones, surgió que no se pudieron analizar a fondo los equipos debido a que MSA no entregó “el código fuente, ni la documentación relacionada con seguridad”, según se desprende del informe en el que se destaca que no se realizó tampoco una reunión con la Dirección de Ciberseguridad porteña.
Además, el informe cuestionó que las pruebas fueron llevadas adelantes en equipos P6 con software demo de las elecciones de la Provincia de Salta, “por lo tanto, no es factible realizar apreciaciones que puedan tener un efecto comprobable en la versión final a utilizarse en CABA”, señaló.
También expuso que uno de los riesgos de utilizar este sistema es su falta de seguridad en el acceso al software a partir de fuentes externas.