El legislador kirchnerista José Cruz Campagnoli, y los dirigentes sociales Daniel Menéndez de Barrios de Pie y Juan Carlos Alderete de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), criticaron en duros términos la avanzada discursiva del gobierno nacional, a través de los dichos de la ministra Patricia Bullrich, que busca ponerle un freno a los piquetes.
Campagnoli, a cargo de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, aseguró que los dichos de Bullrich representan el anuncio oficial de que intentarán callar con represión las manifestaciones del pueblo.
Cuando el manual de Durán Barba no alcanza para engañar a la gente con eso de que vamos bien, empiezan los palos. Resulta preocupante que ésta sea la reacción de un gobierno democrático frente a la movilización popular, teniendo en cuenta que en la historia de nuestro país hay antecedentes dramáticos de cuando el Estado usó a las fuerzas de seguridad para reprimir a la sociedad, expresó el legislador.
Bullrich había señalado en América TV que la Gendarmería y las fuerzas policiales van a actuar como se actúa en cualquier parte del mundo, dispersando a los piquetes. Esa dispersión puede implicar una consecuencia. ¿Los argentinos queremos un orden democrático? Bueno, eso requiere que las fuerzas actúen, aseveró la ministra, quien agregó: Vamos a actuar. Cuando actuemos no entremos en la paranoia de la Argentina».
La funcionaria aclaró que «actuar con decisión puede tener ciertas consecuencias, pero esas consecuencias no significan que vaya a haber un muerto».
El titular de la CCC, Alderete, opinó en Futurock que «si el Gobierno plantea esto y lo comienza a ejecutar se va a equivocar, porque hay compañeros que en la desesperación están dispuestos, sin pelearse con nadie, a salir a reclamar por sus derechos».
Menéndez, por su parte, sostuvo en un comunicado que las declaraciones de Bullrich «denotan una irresponsabilidad enorme. Una funcionaria pública debería hacerse cargo de las decisiones que toma; no puede dejar este margen de incertidumbre ante un tema tan sensible como es el manejo del espacio público. Es erróneo abordar la problemática social como si fuera un problema de Seguridad. Las amenazas y subestimar los reclamos, no son conductas que ayuden a mejorar la situación».